Ricardi: "Después de tantos años nadie me ha pedido perdón"
El hombre que pasó 13 años en la cárcel por una violación que no cometió asegura que aún está muy asustado porque ahora todo es nuevo para él
Rafael Ricardi, que recuperó la libertad el pasado viernes después de cumplir 13 años de cárcel por una violeación que no cometió, ha manifestado hoy que "lo peor" es que "después de tantos años todavía nadie me ha pedido perdón". Ricardi ha asegurado que no se siente "cabeza de turco", que cree en la justicia y que "sabía que algún día este caso se podía solucionar".
En una rueda de prensa ofrecida en Cádiz, el exconvicto ha afirmado que todavía está "muy asustado y muy extrañado" por todo lo que le rodea ya que después de tanto tiempo todo es nuevo para él, por lo que ha explicado que aún tardará tiempo en acostumbrarse a su nueva vida. Con gesto cansado y acompañado en todo momento por su hija Macarena, ha sostenido que el error que ha cometido la justicia con él no está pagado con nada del mundo, en relación a la indemnización que se prevé que la familia solicite una vez que el Tribunal Supremo revise el caso y le conceda la libertad total.
A preguntas de los periodistas, Ricardi ha explicado que durante todos estos años él lo ha pasado muy mal en la cárcel pero ha tenido palabras de agradecimiento hacia su familia, ya que a su juicio, "también lo han pasado muy mal porque han sido señalados con el dedo cuando no debería haber sido así".
Confesó para tener beneficios penitenciarios
El abogado de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDH-A), Juan Domingo Valderrama, se ha mostrado contrariado con este caso ya que según él a Ricardi se le culpó por una identificación dudosa y por la autoinculpación que se produjo con Ricardi ya condenado.
Valderrama ha dudado de esa autoinculpación y la ha achacado a que "en este país para que un preso pueda tener beneficios peniteciarios es necesario que asuma su delito" y ha sostenido que, en su declaración, Ricardi "tiene muchas contradicciones" incluso cuando declaró en el juzgado de El Puerto de Santa María (Cádiz) llegó a decir que no recordaba nada, pero que si le iban recordando él iba diciendo.
El abogado ha señalado que a Ricardi se le condenó por el reconocimiento de la víctima, "cuando la víctima nunca vio el rostro de sus agresores y la primera vez que vio la cara de Ricardi fue en la fotografía que le enseñó la Policía", así como porque el informe del Instituto Nacional de Toxicología "no descartaba" que hubiera sido él, "pero tampoco lo afirmaba".
Presentado el recurso ante el Supremo
Por su parte, la abogada de Ricardi, Antonia Alba, ha apoyado la postura de su patrocinado y ha pedido "disculpas públicas" de quien corresponda, ya que según ella, se ha tratado de un error "muy grave" en el que como mínimo desde el año 2000 el informe de toxicología emitido por el Instituto Nacional de Toxicología (INT) ya exculpaba a Ricardi. También se ha quejado del trato recibido en los últimos días una vez que ya se sabía que su defendido era inocente y seguía en la cárcel, "como el de cualquier preso que ponen en libertad condicional, ponerlo en la puerta de la cárcel con un billete, sin tener en cuenta nada más", además de los requisitos que les pidieron a última hora, donde un funcionario le "llegó a decir que el caso era uno más, igual que el de otros presos".
Alba ha hecho un llamamiento para que se depuren responsabilidades y ha adelantado que desde el pasado día 18 está presentado ante el Tribunal Supremo el recurso de revisión del caso, para que Ricardi, ahora en libertad condicional, quede en libertad total.
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