Como Gwyneth Paltrow en 'Dos vidas en un instante'
España lleva muchos años invirtiendo en la exportación de cerebros, el problema es que no contaban con que estos cerebros prefirieran quedarse a malvivir que marcharse a vivir
Me siento como Gwyneth Paltrow en Dos vidas en un instante:
Mi vida: siempre estudie mucho y procure pasarlo bien al mismo tiempo. Estudiando Ingeniería Técnica en Telecomunicaciones tuve la oportunidad de hacer practicas en empresa, programando (un pica-codigo web, algo equivalente a un peón tecnológico). Pero por lo que aprendí fue un buen trabajo. Acabé la técnica y comencé la superior al mismo tiempo que trabajaba (de nuevo picando código). Esto era en 2004.
Un día cayo en mis manos un tríptico de Sun Microsystems sobre la sostenibilidad de sistemas informáticos. Ese fue un día de los que marcan un comienzo, no pude dejar de pensar lo bonito que seria hacer algo útil para el mundo. Un buen amigo me aviso al poco tiempo de que en Dinamarca era posible estudiar Ingeniería Medioambiental gratis por ser ciudadano de la Unión Europea. Otro amigo y yo trabajamos muy duro para terminar todas las asignaturas troncales antes del final del año y así poder marcharnos a estudiar a Dinamarca. Por fortuna todo salió bien y pudimos marcharnos. Siempre tuve la intuición de que no volvería a España, ya que desde 2003 ó 2004 ya tenia claro que los estudios universitarios en España están sobredimensionados para los trabajos que hay disponibles. ¿Cuantos Ingenieros de Telecomunicaciones requeteinteligentes acaban de comerciales? ¡Los hay a puñados! Me da rabia cuando se habla de que la crisis empezó hace dos años: perdón señores, España lleva en crisis laboral desde hace mucho más y se han malgastado mentes brillantes en trabajos grises (y en condiciones deplorables comparado con muchos países del primer mundo).
Nunca supe que por cosas de la vida acabaría viviendo en Australia y que ahora tendría un trabajo fijo que jamás hubiera soñado, casado hace dos años (a los 26), independizado y con planes de futuro. He sido infinitamente afortunado.
Mi alter-vida: trabajé muy duro para marcharme a estudiar a Dinamarca. Pase un año o dos allí y fueron muy felices. Tuve la oportunidad de quedarme para trabajar en proyectos muy interesantes, cobrando bien, y con un futuro por delante, pero decidí volver a España a pesar del panorama que había. Sabia que la cosa estaba mal y que tendría que trabajármelo para tener un trabajo que me gustase en el sector medioambiental, pero pensé que con mi currículum (incluidos estudios superiores en el extranjero) al volver seria el rey del mambo. Ademas "como en España no se vive en ningún sitio", o al menos eso dicen. Hoy en día ni estoy casado ni independizado, ni hay previsiones de ello. La estabilidad laboral es poca, los sueldos malos, los precios de la vivienda prohibitivos. Tampoco existe la investigación a menos que quieras malvivir con una beca y no ir a ningún lado. Tengo demasiadas habilidades para mi puesto de trabajo y eso me hace sentir insatisfecho ya que se que podría estar dando mas. Un desastre vamos.
Conclusión: me asquean los políticos. Durante mas de una década se dedicaron todos los recursos del Estado en potenciar la industria de la construcción, basada en una burbuja que mas temprano que tarde explotaría, y que en cualquier caso no da beneficios mas que a corto plazo. A nadie le importaba que la variedad en el mercado laboral fuera irrisoria. De hecho, en la universidad donde yo estudiaba se hablaba de lo importante que era crear ingenieros con idiomas y listos para aprender rápido y que estuvieran dispuestos a ser exportados. Nadie dice esto pero España lleva muchos años invirtiendo en la exportación de cerebros, el problema es que no contaban con que estos cerebros prefirieran quedarse a malvivir que marcharse a vivir.
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