El Gobierno encarga a González estrechar lazos con Iberoamérica

No es un cargo de mera representación el que desde ayer ostenta el ex presidente del Gobierno Felipe González, según quiso dejar claro el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero. El Consejo de Ministros le nombró embajador extraordinario para la conmemoración de la independencia de las repúblicas iberoamericanas. "Tiene todas las cualidades para impulsar aún más las relaciones", señaló Zapatero.

En los 11 años que han transcurrido desde que Felipe González dejara la presidencia del Gobierno tras perder las elecciones, no ha mostrado proclividad alguna, más bien todo lo contrario, a realizar tareas políticas por encargo de los Gobiernos de España, y esa proclividad se reduce casi a la nada si se trata de actos institucionales, lo que le ha costado críticas dentro y fuera de su partido.

Ahora bien, la aceptación del cargo y la responsabilidad que le ha pedido que asuma el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, indica que no se trata de un encargo ornamental y, además, le cuadra plenamente por su especial vinculación con Iberoamérica de siempre, incrementada en los últimos años, señalan personas del entorno del ex presidente. Por eso Zapatero explicó ayer que Felipe González "tiene todas las cualidades para hacer una aportación determinante para impulsar aún más las relaciones entre España e Iberoamérica en el ámbito político, social y cultural".

Y lo hará con el cargo de embajador extraordinario para la conmemoración de los bicentenarios de la independencia de las repúblicas iberoamericanas. Para Zapatero, esta tarea es "de suma importancia" para poner de relieve el interés del Gobierno en esos actos y, sobre todo, en el Continente. España, sin ningún resquemor, quiere unirse a la celebración de la independencia de numerosas repúblicas. "España quiere compartir con las naciones del otro lado del Atlántico la definitiva consolidación del constitucionalismo y la democracia, así como profundizar en la construcción progresiva de la comunidad iberoamericana, en todas sus vertientes de cooperación política, económica, social y cultural", señala el texto que acompaña al nombramiento de González.

Éste, como presidente de la Fundación Progreso Global, por encargo de la Internacional Socialista, o por él mismo, sin más títulos, desempeña desde hace años tareas de asesoramiento político en ese Continente. De manera oficial, el ex presidente sólo había accedido a desempeñar en 1996 y 1998 tareas de mediación en el conflicto de Yugoslavia, por encargo de la Organización para la Seguridad y la Cooperación de Europa (OSCE).