El Gobierno contiene su satisfacción y llevará la legalización de Batasuna a la justicia
Rubalcaba: "Tras tantos años de violencia queda un largo camino por recorrer"
Satisfacción muy contenida y todas las cautelas posibles. Esta es la actitud que ayer recorrió en privado a los máximos dirigentes del PSOE y del Gobierno, al conocer el contenido de los estatutos del nuevo partido de la izquierda abertzale. Nadie minimiza el cambio que supone el rechazo a la violencia por parte de quienes durante tantos años la justificaron, pero tampoco creen posible que esa nueva formación política pueda ser autorizada para que concurra a las elecciones municipales del 22 de mayo. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en todas las reuniones -maitines en La Moncloa y en la ejecutiva federal del PSOE- pidió cautela, prudencia y no aventurar "hipótesis" sobre las elecciones, aunque sí reconoció que nunca antes habían rechazado la violencia. En la ejecutiva, Zapatero se refirió a este asunto después de que el dirigente del PSC Miquel Iceta subrayara la necesidad de "resaltar las buenas noticias.
"No creemos que sea suficiente presentar unos estatutos después de tantos años de violencia y aunque reconocemos que se trata de una mejora notable, la democracia tiene que ser muy exigente con esos grupos". Esta declaración de Marcelino Iglesias, secretario de Organización, marcó la pauta oficial del partido. Las federaciones socialistas recibieron la instrucción de que ayer solo había tres portavoces en este asunto: el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba; el presidente vasco, Patxi López, y el propio Iglesias.
Rubalcaba midió mucho sus palabras desde Tenerife: "Es la primera vez que la ilegalizada Batasuna rechaza la violencia de ETA, y no es una concesión gratuita, lo han hecho porque ha habido una firmeza de las instituciones y de la sociedad española y vasca. Si ese rechazo permite salvar, acabar con esa situación de ilegalidad corresponde a los jueces, y ya adelanto que Interior enviará los estatutos a la Fiscalía y a la Abogacía del Estado. Son muchos años de violencia, la credibilidad de Batasuna está bajo mínimos, y queda un camino largo por recorrer. ETA no ha declarado el final de la violencia, y las fuerzas de seguridad siguen trabajando", informa Pedro Murillo.
No tiene esas dudas el coordinador general de IU, Cayo Lara: "No se puede negar ni retrasar la legalización de una fuerza que cumple las condiciones marcadas por la ley".
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