Exteriores afirma que el convoy contaba con dos coches de seguridad yemeníes

El convoy en el que viajaban los siete españoles fallecidos ayer en un brutal atentado en Yemen estaba integrado por cuatro vehículos, que contaban con la protección de otros dos. Uno de éstos abría la comitiva, el otro la cerraba y ambos eran de la seguridad yemení, informó ayer el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. El ministro hizo constar también que el terrorista suicida hizo impactar contra el centro de la comitiva el coche bomba que desencadenó la explosión y anunció que las víctimas serán repatriadas lo antes posible. Anoche mismo comenzaron los trámites para ello.

Moratinos confirmó que el trágico saldo del atentado era seis muertos y cinco heridos, pero no pudo informar de la identidad de ninguno de ellos, pues todos estaban siendo trasladados a la capital yemenita. El embajador español en Saná, Marcos Vega, que había iniciado viaje hasta el lugar del atentado, fue instruido, por ello, para que regresara a la capital. El ministro indicó, además, que las identidades de las víctimas no serán anunciadas, aunque estén identificadas, mientras no hayan sido contactados sus familiares.

También confirmó Moratinos que el ataque terrorista se produjo a las 17.30 hora local (14.30 horas en España), cuando el convoy de turistas entraba en una carretera asfaltada para volver a Saná tras una visita al templo de la Reina de Saba, situado en las cercanías de la ciudad de Marib, a unos 170 kilómetros de la capital. El ministro señaló que todos estos datos le habían sido transmitidos por el viceministro de Asuntos Exteriores de Yemen, debido a que el titular del departamento se encontraba ayer fuera del país.

Según la agencia oficial de noticias yemenita, Saba, hubo otros dos muertos y otros dos heridos de esta nacionalidad, presumiblemente guías de turismo.

El viceministro yemenita dio el pésame al Ejecutivo español, pero más tarde fue el propio presidente de Yemen, Alí Adbulá Saleh, quien telefoneó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para manifestarle su pesar por lo ocurrido.

Moratinos destacó que el rey Juan Carlos y la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, habían sido también permanentemente informados de la evolución del suceso, a través de un gabinete de crisis constituido en el Ministerio de Asuntos Exteriores para canalizar los contactos con la diplomacia española en Yemen y preparar reacciones.

"Quiero expresar mi más firme condena de este acto terrorista y transmitir mis condolencias a los familiares de las víctimas", dijo Moratinos al inicio de una comparecencia ante la prensa, en la que se limitó a leer un comunicado con los datos citados y no admitió preguntas.

El ministro anunció, además, que, para las próximas horas, presumiblemente anoche mismo, estaba prevista la salida del vuelo oficial que repatriará los restos de las víctimas mortales y a los heridos, en la medida en que lo permita su estado.

El ministro de Industria, Comercio y Turismo, Joan Clos, tenía previsto presidir la delegación que completará los trámites. Viajará acompañado por Bernardino León, secretario de Estado de Exteriores y número dos del ministerio. La duración de la misión dependerá del tiempo que lleven las investigaciones, presumiblemente breve, y el vuelo oficial podría regresar hoy mismo.

El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, explicó en el Congreso de los Diputados que, en cuanto tuvo noticia del atentado, se había puesto en contacto con las Fuerzas Aéreas para que pusieran a disposición el avión necesario para la repatriación de los muertos.

El ministro aseguró que el Ejecutivo hará "todo lo que esté en su mano" y dijo que las víctimas y sus familiares "cuentan con la solidaridad total del Gobierno de la nación y de todos los españoles".

El Gobierno español no consideraba anoche la posibilidad de repatriar a los españoles que estén en Yemen ni preparaba plan alguno al respecto.