España, base de operaciones sucias de la CIA
Agentes encubiertos implicados en siete secuestros se movieron por aeropuertos españoles con documentos falsos
Agentes encubiertos de la CIA se movieron por España con documentación oficial falsa durante la guerra sucia contra el terrorismo islamista ordenada por la Administración de George W. Bush, según señalan a EL PAÍS fuentes judiciales que han investigado los vuelos civiles con escala en aeropuertos españoles que esta agencia operó desde Washington entre 2003 y 2005. La finalidad de los vuelos era trasladar a varios secuestrados a Afganistán y a cárceles secretas en Europa y África.
El juez Ismael Moreno ha dictado una providencia para que se libre comisión rogatoria (petición de auxilio judicial) al Reino Unido y se tome declaración a Olivier Minkwitz, autor de un informe de la ONG británica Reprieve en el que se demuestra que los miembros de esas tripulación emplearon falsas identidades en sus numerosas escalas en España: Mallorca, Ibiza, Málaga, Alicante y Tenerife. Reprieve es una organización de abogados que representa a presos de Guantánamo. En opinión de sus investigadores este equipo de la CIA participó en siete secuestros y traslados ilegales.
La fiscalía de la Audiencia Nacional ha pedido la detención de 14 presuntos agentes de la CIA que formaban parte de la tripulación de uno de estos vuelos en 2004 que hizo escala en Palma de Mallorca. Se alojaron en hoteles de lujo, utilizaron sus tarjetas de crédito para comprar recuerdos y telefonearon a sus casas, casi todas en las inmediaciones de la sede de la agencia en Virginia (EE UU). Exhibieron pasaportes falsos y no comunicaron su presencia a las autoridades españolas como obliga la ley en las operaciones encubiertas. Todos ellos habrían cometido un delito de falsificación y uso de documento oficial falso.
Agentes secretos sin autorización
El artículo 282 bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal ampara la figura del agente encubierto y la identidad supuesta, pero establece sus límites y obligaciones. En los casos de delincuencia organizada el juez de instrucción o el ministerio fiscal pueden autorizarlo "mediante resolución fundada". Los presuntos agentes de la CIA no solicitaron esta autorización ni comunicaron a ninguna autoridad su presencia en España. Representantes del Centro Nacional de Inteligencia han negado conocer que estos vuelos civiles fueran operados por la la agencia de inteligencia de EE UU.
"Las tripulaciones de estos vuelos no estaban de vacaciones en España. Nadie se va de fin de semana con sus compañeros de oficina. Estaban en misión oficial y no lo comunicaron a las autoridades españolas como era su obligación", señala una fuente judicial. "Cada vez hay más indicios de que estas tripulaciones burlaron la ley española", asegura otra persona relacionada con la investigación.
Las escalas de varios vuelos civiles de la CIA en distintos aeropuertos españoles coincidieron con el secuestro en Europa de ciudadanos inocentes sospechosos de pertenecer a la red de Al Qaeda. El aeropuerto de Palma de Mallorca se convirtió de manera especial en una siniestra escala hacia la tortura.
Retenidos sine díe
Enero de 2004 fue un mes muy agitado para los presuntos agentes de la CIA en su guerra sucia contra el terror global. El día 23, un Boeing 737 matrícula N313P despegó del aeropuerto de Palma de Mallorca rumbo a Skokpje (Macedonia) donde recogió a Khaled Al Masri, un alemán-libanés, detenido en Macedonia semanas antes y entregado a agentes de este servicio de inteligencia que le trasladaron, supuestamente en ese mismo avión, a una cárcel de Kabul (Afganistán) donde sufrió toda clase de torturas. Fue liberado en Albania el 28 de mayo de 2004.
El supuesto avión de la CIA llegó a Mallorca después de participar dos días antes en otra oscura e inquietante misión. La recogida en Rabat (Marruecos) del preso Binyam Mohamed, uno de los secuestros más retorcidos y sonados de la llamada guerra global contra el terror. Mohamed había sido detenido en el aeropuerto de Karachi (Pakistán) en abril de 2002. En julio de ese mismo año fue trasladado en un avión de la CIA a Marruecos donde, según ha relatado a sus abogados, sufrió en la cárcel de Temara terribles torturas como cortes en su pene con una cuchilla de afeitar.
El Boeing 737 que hizo escala en Mallorca antes de viajar a Macedonia había recogido a este preso el día 22 de enero en Rabat y lo había trasladado de nuevo a una cárcel de Kabul, según han comprobado investigadores de Reprieve tras estudiar los registros de vuelo. Desde Afganistán el avión regresó el día 22 al aeropuerto de Argelia y de allí voló a Mallorca. Binyam terminó en Guantánamo donde todavía continúa preso.
Identidades falsas
La noche del 22 de enero la tripulación del Boeing se alojó en el hotel Marriot Son Antem de Palma de Mallorca y allí quedaron registrados los nombres de trece personas, todos ellos supuestamente falsos, según distintas investigaciones. Los nombres de Eric Matthew Fair y de James Fairing, dos pilotos, corresponden en realidad a James Kovalesky y Eric Hume, según asegura Olivier Minkwitz, investigador de Reprieve, después de haber cruzado datos en bancos de datos de la aviación USA y comprobado la identidad de los teléfonos a los que llamaron en EE UU durante su estancia en España. "Es increíble la coincidencia de información entre los supuestos pilotos que estuvieron en Palma de Mallorca y la de pilotos reales vinculados a la CIA. Los reconocimientos médicos, ratio y certificados del supuesto James Richard Fairing y del piloto James Kovalesky son idénticos", apunta el investigador de Reprieve.
El 26 de enero tras entregar en Kabul al secuestrado Hamed Al Masri, el avión de la CIA regresó vía Timosoara (Rumania) a Mallorca donde la tripulación permaneció dos noches en el mismo hotel y con las mismas identidades, según ha comprobado una investigación de la Guardia Civil. Y llegó a Washington a las 18.41 horas del día 26 terminando así un oscuro periplo que se había iniciado en esa ciudad norteamericana el día 15 de enero.
Vicente Gónzalez Mota, el fiscal que ha pedido la detención de los 14 presuntos agentes de la CIA que integraban las tripulaciones de estos vuelos civiles secretos, interrogó a Al Masri durante tres horas y media por "la coincidencia de fechas" entre su relato y la escala en Mallorca del vuelo Argel-Palma-Skopje. ¿Utilizaron los agentes de la CIA este vuelo para llevar al detenido hasta Kabul dos días después? ¿Eran la misma tripulación? "Mi cliente no puede reconocer el avión porque una venda le tapaba los ojos", reconoce su abogado. "No puedo saberlo. Lo único que hice fue contar los peldaños de la escalerilla del avión. Sé por el ruido de los motores que era un avión grande. Ahora bien, todo parece encajar", señaló Al Masri a este periódico poco después de declarar ante el juez Moreno.
Ahora la Fiscalía tiene acreditado que ese vuelo viajó desde Palma de Mallorca hasta Skopje (Macedonia) y que desde allí lo hizo a Afganistán, vuelo en el que se transportó al secuestrado Khaled al Masri, "quien declaró en este procedimiento relatando las torturas a las que fue sometido", dice el escrito del fiscal González Mota. "La identidad real de los tripulantes fue enmascarada con documentación efectuada ad hoc... No consta que tuvieran ningún tipo de autorización por parte de las autoridades españolas para operar en territorio nacional con identidad supuesta y en el ejercicio de misiones oficiales", asegura el escrito.
El intento del juez Moreno de que la policía española investigara la identidad real de los presuntos agentes ha sido un fiasco. Tras meses de pesquisas la Comisaría General de Información contestó de forma lacónica y ambigua: "Las diligencias de verificación sobre identidades de las tripulaciones y habilitación de pilotos han resultado negativas". La policía no informa sobre que diligencias ha practicado e informa que los 14 supuestos agentes están reclamados en búsqueda y captura por las autoridades alemanas por el secuestro de Al Masri.
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