El Ejército keniano combate en Somalia en busca de las dos españolas raptadas
Nairobi persigue a la milicia islamista de Al Shabab, sospechosa del secuestro
El ejército keniano se internó ayer en territorio somalí para combatir a la milicia islamista rebelde Al Shabab, ligada a Al Qaeda y a la que las autoridades de Nairobi culpan de los secuestros de las dos cooperantes españolas.
"Vamos a perseguir a Al Shabab allá donde se encuentren y como sobre todo están en territorio somalí, pues sí, es cierto, nuestras tropas han entrado en Somalia", reconoció a EL PAÍS Alfred Mutua, portavoz del Gobierno keniano. "El objetivo principal de la operación es alejar a Al Shabab de nuestras fronteras", indicó Mutua.
"No se trata solo de las dos mujeres españolas, también hay secuestradas una británica y una francesa y hay más rehenes, incluyendo a ciudadanos kenianos, y por supuesto también los tenemos en cuenta a la hora de luchar contra Al Shabab", explicó Mutua sobre las secuestradas en territorio keniano en el último mes. Testigos citados por medios locales señalaron que varias columnas de soldados kenianos habían cruzado la frontera con Somalia, apoyados por tanques, camiones y hasta helicópteros y aviones de combate. Mutua no quiso confirmar estos datos y señaló que no podía dar detalles de la operación militar.
Mogadiscio asegura desconocer las incursiones en su territorio
Aunque nunca lo ha reconocido oficialmente, no se trata de la primera vez que el ejército keniano se adentra en territorio somalí. A principios de este año, unidades especiales establecidas en el puesto fronterizo de Liboi, a unos 90 kilómetros del campo de refugiados de Dadaab, cruzaron la frontera y mataron a varios militantes como represalia por un ataque sufrido en su base.
Por su parte, el Gobierno somalí no ha reconocido la presencia de tropas kenianas en su territorio. "No hemos recibido ninguna información de que tropas kenianas hayan entrado en Somalia", dijo por teléfono desde Mogadiscio Abdirahman Omar Osman, portavoz del Gobierno federal de transición somalí, al que apoya la comunidad internacional. "Kenia es un país amigo, tenemos muy buenas relaciones con ellos y agradecemos su apoyo logístico y las ocasiones en que han entrenado a nuestras fuerzas, pero realmente no necesitamos que sus tropas entren en nuestro país", añadió Osman.
Sin embargo, el Ejecutivo somalí solo controla directamente la ciudad de Mogadiscio, mientras que es Al Shabab quien domina gran parte del centro y sur de Somalia, con la excepción de algunas zonas en que milicias leales al Ejecutivo también luchan contra Al Shabab. Somalia no ha tenido un Gobierno central que controlara todo su territorio desde la caída del dictador Siad Barré en 1991, y desde entonces se encuentra en un estado de guerra casi constante entre diferentes milicias, clanes y facciones.
"Somalia es un Estado soberano y por supuesto no toleraríamos la invasión de nuestro territorio por un país extranjero", explicó en Nairobi a EL PAÍS Mohamed Ali Nur, embajador de Somalia en Kenia, quien coincidió con la versión ofrecida por el portavoz gubernamental.
"Las autoridades kenianas pueden decir lo que quieran, pero nosotros no tenemos ninguna información de que tropas kenianas hayan entrado en Somalia", dijo. El Gobierno somalí confirmó a este diario que el sábado milicias pro gubernamentales consiguieron expulsar a los militantes de Al Shabab del pueblo de Qoqani, en el sur del país, cerca de la frontera con Kenia.
Varios medios somalíes informaron de que las milicias leales al Gobierno habían recibido apoyo de bombardeos aéreos que, según algunas fuentes, habrían sido realizados por helicópteros kenianos. Alfred Mutua negó este extremo e insistió en que no podía entrar en detalles de la operación militar: "De lo contrario, nuestros enemigos averiguarán dónde estamos y nos atacarán".
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