Detenidas siete prostitutas por inmigración irregular en un club de alterne de Lleida
Castelldefels multará con hasta 3.000 euros el ejercicio de la prostitución en la calle
La Policía Nacional detuvo anoche a siete prostitutas rusas en un club de alterne de Lleida por inmigración irregular y está pendiente de arrestar a su propietario y al encargado por un delito relativo a la prostitución.
Según informaron fuentes del Cuerpo, realizaron la operación en un club de alterne de la calle de Alcalde Porqueres de la capital leridana, entre las 22.30 y las 00.30 horas, en la que identificaron a ocho mujeres de diferentes ciudades rusas, una de ellas de Vladivostok, de donde procedían la mayoría de prostitutas de la red de explotación desarticulada la semana pasada en Ponts (Noguera). No obstante, por el momento la policía no establece relación entre estas últimas detenciones y la operación de la semana pasada que permitió detener en Lleida a seis proxenetas que traficaban con mujeres del Este de Europa, principalmente siberianas.
Los seis arrestados en la ciudad de Lleida y Ponts regentaban un club de alterne de esta última localidad, en el kilómetro 113 de la carretera C-14, al que trasladaban a las víctimas desde Rusia y otros países eslavos en viajes de cerca de 10 días. Una de las rutas partía de la zona rusa de Vladivostok para llegar en tren hasta Moscú -en el Transiberiano, el viaje dura unos siete días- y desde allí volar hasta Varsovia y acceder al territorio Schengen mediante un visado de turista.
Capación de las chicas
Las víctimas eran captadas por contactos del grupo en países del este de Europa que, primero, realizaban un estudio previo de las mismas apuntando preferentemente a jóvenes de clase social media-baja y con familiares a su cargo, para abusar de su situación personal.
La organización en España pagaba por este servicio y el posterior viaje una cantidad que oscilaba entre los 2.000 y los 3.000 euros por cada nueva víctima, cifra que más tarde se convertía en deuda y que era utilizada para la explotación sexual de estas mujeres.
3.000 euros de multa
Por otra parte, El Ayuntamiento de Castelldefels (Baix Llobregat) ha aprobado la nueva ordenanza de civismo que establece sanciones de hasta 3.000 euros para las personas que ofrezcan servicios de prostitución en la calle, así como para los clientes que los soliciten.
La ordenanza prohíbe ofrecer, solicitar, negociar o aceptar, directa o indirectamente, la práctica de relaciones sexuales a cambio de dinero en el espacio público cuando estas conductas se lleven a cabo a una distancia mínima de 2.000 metros de centros docentes o educativos o en general zonas de recreo frecuentadas por menores.
El consistorio también ha decidido poner fin al establecimiento de prostíbulos en la ciudad. Así, se prohíbe la apertura de prostíbulos a una distancia menor a 3.000 metros respecto a escuelas y locales de ocio destinados a menores de edad o que, por su actividad, comporten la asistencia de menores.
A efectos prácticos, esta limitación impide la apertura de nuevos prostíbulos en todo el término municipal. La medida no tiene efectos retroactivos y no afecta a los macroprostíbulos Riviera y Saratoga, actualente cerrados por orden judicial
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