Chinos ociosos por las calles de Mataró
450 inmigrantes deambulan tras la operación policial contra los talleres clandestinos
La redada policial contra talleres textiles chinos en Mataró (Barcelona) está teniendo unas consecuencias económicas y sociales imprevisibles. El pasado martes, unas 450 personas se quedaron de golpe sin trabajo porque los locales fueron precintados. Ahora, sin saber qué hacer, deambulan por las calles de la ciudad. Medio centenar de ellos se quedaron también sin techo: se trata de sin papeles que dormían en colchones sucios en los mismos talleres donde trabajaban. Después de dos días al raso, anoche fueron alojados en un albergue.
Esta mañana, los 50 chinos que se han quedado sin nada han abandonado el albergue sin más. "Han venido unos coches y se los han llevado", ha explicado un responsable del establecimiento. El resto de trabajadores chinos pasean por las calles de Mataró a la espera de que los talleres reabran las puertas o de que alguien les ofrezca un puesto de trabajo.
La situación ha creado malestar en el Ayuntamiento. Su alcalde, Joan Antoni Baron, considera que el consistorio no fue avisado con tiempo para activar los servicios sociales. La macrooperación policial, en la que participaron 750 agentes de los mossos d'esquadra, se saldó con 77 detenidos. Se trata de los dueños de los talleres, que están acusados de un delito contra los derechos de los trabajadores. Según la policía autonómica, los 72 talleres de confección registrados son ilegales. El alcalde, en cambio, dice que 24 de ellos -o sea, una tercera parte- disponen de licencia de actividad.
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