Blanco afirma que las bajas de controladores están coordinadas
El ministro explica que el propio colectivo se delata al vincular sus problemas con la negociación del convenio.- Los militares aseguran que están preparados para supervisar el tráfico aéreo
El ministro de Fomento, José Blanco, ha asegurado hoy que sus sospechas de que las numerosas bajas por enfermedad solicitadas últimamente por los controladores responden a una acción organizada se confirman. La razón que ha dado Blanco para justificar esta acusación es que el propio colectivo admitió ayer que el problema se resolvería con un nuevo convenio.
Blanco ha explicado que las declaraciones de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) de ayer les han delatado. "Parece que la enfermedad tuviera que ver con el convenio", es una demostración de que "esto está organizado y ayer parece que lo han dejado muy claro", ha asegurado Blanco. En todo caso, se ha mostrado dispuesto a que los controladores aéreos que sufran estrés de forma reiterada se sometan a nuevos controles médicos. "No vaya a ser que no estén capacitados para desempeñar su función", ya que el estrés y la ansiedad "son incompatibles" con este trabajo de acuerdo con la normativa, ha recordado.
Hoy en el aeropuerto de El Prat faltan 13 de 61 trabajadores convocados
Además, el anuncio del ministro de que si persistieran las bajas de los controladores serían militares los que asumieran provocó una cascada de reacciones negativas entre el colectivo de los controladores civiles. Tanto la Unión Sindical de Controladores (USCA) como el Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (Copac) se mostraron contrarios a la decisión de Fomento asegurando que "no están formados para gestionar el tráfico civil, siguen otros procedimientos y no están acostumbrados a áreas de gran densidad de tráfico".
Blanco ha reiterado en declaraciones a Onda Cero que los controladores militares están en disposición de actuar en centros y torres de control de aeropuertos civiles "con todas las garantías". El ministro ha recordado que los controladores militares vienen trabajando ya en muchos aeropuertos españoles de uso mixto, como Torrejón de Ardoz (Madrid), Zaragoza, León o Talavera de la Reina (Toledo).
Ante la avalancha de críticas, los propios controladores militares han asegurado que estos técnicos están amparados por la Ley de Seguridad Aérea del 2003 para poder realizar labores de control y supervisión del tráfico aéreo en general y, aunque ya están preparados para operar, van a recibir la formación específica de AENA. Los militares recuerdan que la posibilidad de que controladores aéreos asuman estas labores, en caso de que concurran circunstancias extraordinarias, está contemplada en el artículo 4 de dicha ley y que, por tanto, no es algo novedoso.
Blanco ha indicado que no le parece "descabellado" plantear la posibilidad de crear una reserva de controladores para situaciones como la actual. Y ha advertido a los controladores de que en su protesta "se equivocan con elementos de presión" y considera que "les cuesta trabajo entender" que hay una nueva ley que regula sus condiciones laborales.
Los ministerios de Defensa y Fomento han iniciado ya los contactos para que controladores militares reciban el proceso de formación y habilitación que les permita ejercer en aeropuertos civiles. Según el ministro de Fomento será "muy rápido" prepararlos para que trabajen en torres de control civiles en "situaciones excepcionales" y "un poco más lento" habilitarlos para los centros de control. "Si un controlador que está ejerciendo ahora su trabajo en un aeropuerto de Alicante decidiera venir al aeropuerto de Madrid en un concurso de traslados (...), también tendría que pasar por el proceso de habilitación para adaptarse a la estructura y a la tecnología que está implantada en el aeropuerto de Madrid", ha añadido Blanco.
Una semana de retrasos y cancelaciones
Desde la semana pasada varios aeropuertos de la Península registran retrasos y cancelaciones de vuelos debido a la ausencia de controladores que alegan bajas médicas. AENA ha centrado la atención en el centro de Barcelona, donde hoy no han acudido a su puesto de trabajo, en el turno de tarde, 21 de los 57 controladores previstos. De estos, ha especificado AENA en una nota de prensa, nueve han comunicado sus bajas durante la mañana, por lo que no ha dado tiempo a sustituirlos.
Para la noche, la torre de control del aeropuerto de El Prat contará con cinco de sus nueve controladores previstos. Las cuatro ausencias fueron comunicadas el viernes y AENA dos servicios obligatorios adicionales para reforzar su turno, pero ambos han comunicado hoy su baja. "Esta circunstancia obligará al aeropuerto a operar desde las 21.00 horas con pistas cruzadas, lo que ralentizará las operaciones", ha informado AENA. El aeropuerto barcelonés cuenta con tres pistas. Como la 1 y la 2 se cruzan, por lo que hay que coordinar las operaciones de ambas, normalmente se usan la 1 y la 3, paralelas entre sí, que permiten una mayor frecuencia de operaciones.
Desde el inicio del conflicto USCA ha defendido que la mayor parte de estas ausencias corresponden a bajas de larga duración o permisos de maternidad, entre otros. Las repentinas aseguran que son minoritarias. El sindicato critica la organización de AENA -ha presentado 324 denuncias en Barcelona en cinco meses- y le acusa de extremar la carga de trabajo: "Damos el mismo servicio con la misma calidad y seguridad a costa de nuestra salud", aseguró el portavoz. Camilo Cela, presidente de USCA, que acusó a Fomento de llevar a cabo "una manipulación grosera de la realidad".
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