Interior pide a Aguirre que no utilice el ataque a su casa para la "confrontación política"

La presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, ha denunciado esta mañana que la pasada madrugada dos personas atacaron a patadas el portalón de su palacete en el centro de Madrid y que, a pesar de que la Guardia Civil los siguió, dio con ellos y los identificó, los "dejó en libertad sin interrogarlos siquiera". Sin embargo, la Policía y la Guardia Civil lo niegan y sostienen que se trata de un caso de gamberrismo y que los individuos, que iban borrachos, sí fueron trasladados a Comisaría y denunciados por una falta de daños. Fuentes de interior precisan que se siguió el procedimiento marcado por la ley de enjuiciamiento criminal para las faltas, que no contempla ni la detención ni el interrogatorio.

Tras las palabras de la presidenta regional, que ha puesto el incidente como ejemplo de la "escandalosa indefensión que sufren los madrileños", el ministro del Interior, Antonio Camacho, ha telefoneado a Aguirre para darle detalles sobre el incidente y pedirle que no utilice la labor de la Policía para la "confrontación política", informa Mónica C. Belaza. Camacho ha pedido a la presidenta que "confíe" en la labor de las fuerzas de seguridad, y le ha garantizado que su denuncia por allanamiento de morada será cursada tal y como corresponde, al igual que se hace con las del resto de ciudadanos. Horas antes Aguirre ha declarado: "Si esto me pasa a mí que soy la presidenta de la Comunidad, qué será de la indefensión del resto de los ciudadanos". "¿Qué hubiera pasado si esto hubiera ocurrido en casa de Pérez Rubalcaba, hubiera actuado igual la policía?", en referencia al candidato socialista a La Moncloa.

Fuentes cercanas a la presidenta madrileña aseguran que esta ha llamado a Camacho a las nueve de la mañana y que él ni le ha cogido el teléfono ni le ha devuelto la llamada, por lo que ha improvisado la rueda de prensa en la que ha denunciado el caso. Posteriormente, insisten estas fuentes, ha sido cuando el ministro se ha puesto en contacto con ella. La versión de Interior es totalmente distinta. Fuentes cercanas al ministro sostienen que sí han hablado a primera hora de la mañana y que él le ha dicho que le daría toda la información sobre el expediente en cuanto la tuviera. las mismas fuentes afirman que incluso le ha pedido a la presidenta que no hiciera declaraciones públicas hasta que él le proporcionara toda la información.

Las distintas versiones

Tras presentar junto a Mariano Rajoy las listas del PP por Madrid para las elecciones del 20-N, Aguirre ha revelado el suceso, que ocurrió a las cuatro de esta madrugada, y ha anunciado que ha puesto una denuncia en comisaría contra los dos hombres por "allanamiento de morada" -lo ha hecho en la Comisaría de Leganitos-. "Esta noche a las cuatro y pico de la madrugada han asaltado el portalón de mi vivienda", ha comenzado diciendo Aguirre, que ha precisado que no han llegado a robarle nada porque no han alcanzado su piso. El servicio de seguridad de la Guardia Civil con el que cuenta la presidenta ha "identificado" a los dos sospechosos y "los ha puesto en libertad" sin "ni siquiera tomarles declaración". "Deben de ser dos indignados de los que protege la delegada del Gobierno en Madrid", ha añadido Aguirre. A juicio de Aguirre, es "un escándalo de tal magnitud" que cree que la delegada de Gobierno, Dolores Carrión, "tiene que dimitir".

La versión de la Guardia Civil es muy diferente. Fuentes del Instituto Armado afirman que sí los retuvieron y los entregaron a la policía. Según su relato, los hechos sucedieron a las 3.45 en la calle donde reside la presidenta, en el centro de la capital. Los agentes que realizan la "vigilancia estática" del domicilio vieron a través de las cámaras de seguridad "cómo se aproximaban dos hombres y golpeaban la cerradura de la verja de la finca hasta fracturarla". Los dos individuos entraron al patio interior de la casa, donde dos agentes de UPROSE les dieron el alto y avisaron a la policía. Los hombres huyeron del lugar y los guardias civiles les siguieron y les dieron alcance a unas calles de distancia, donde los retuvieron hasta la llegada de la policía. A las 4.00, llegó un vehículo del Cuerpo Nacional de la Policía con identificativo Z-11, que los conduce a la comisaría. La Guardia Civil ha identificado a los hombres como Ángel H. A., de 32 años y de Alcorcón, y Alejandro R. H., de 21 y de Madrid. Según las mismas fuentes, tanto Esperanza Aguirre como su marido incluso "felicitaron a los agentes" por su rápida actuación".

La Jefatura Superior de Policía también ha dado explicaciones. Un portavoz ha informado a este diario de que los dos jóvenes, que según su versión tienen de 24 y 26 años, fueron conducidos a comisaría y denunciados por la Policía Nacional por una falta de daños después de que fueran sorprendidos la pasada madrugada atacando a patadas el portal del domicilio de la presidenta. Las mismas fuentes han explicado que los dos jóvenes, que presentaban signos de embriaguez y portaban bufandas del Real Madrid -equipo que anoche se impuso al Olympique de Lyon en el Santiago Bernabéu-, propinaron varias patadas al portal, le causaron daños y accedieron al interior del recinto.

Los hechos fueron observados a través de las cámaras por los dos agentes de la Guardia Civil. Inmediatamente, según fuentes policiales, los dos guardias civiles dieron el alto a los jóvenes, les pidieron la documentación y alertaron del hecho a la Policía Nacional, que envió un coche patrulla al domicilio. Las dos personas fueron trasladadas por la Policía a la Comisaría de Centro, donde se les formuló una denuncia por una falta de daños. El caso ya ha sido remitidos al juzgado de guardia, que será el encargado de abrir las oportunas diligencias.

Fuentes de la investigación han añadido de que los dos intrusos eran dos seguidores del Real Madrid que probablemente habían acudido al partido de Champions. A diferencia de la Policía, los agentes del instituto armado no recuerdan que llevaran bufandas del Real Madrid. Los policías que intervinieron sospechan que los dos hombres entraron en la casa de Aguirre porque estaban ebrios. Los intrusos fueron retenidos pero no detenidos y tampoco interrogados. Según precisan las mismas fuentes de la Jefatura, el ordenamiento jurídico español, que es garantista, marca que, al ser una falta y no un delito y al estar estas personas identificadas y conocerse su domicilio, no se les detiene. Otra cosa hubiera sido que los jóvenes hubieran sido acusados de un robo en grado de tentativa, que no fue el caso porque todo apunta a una gamberrada. ¿Sabían que estaban en la casa de Aguirre o la emprendieron con una puerta sin saber de quién era? La policía ha indicado que, según explicaron al ser interrogados, los jóvenes "desconocían de quién era la casa".