Caos de maletas en Barajas tras el colapso por la nieve

La Terminal 4 de Barajas continúa sumida en el caos a pesar de que han sido reanudados, con restricciones, los vuelos. Tras el colapso provocado por el cierre del aeropuerto entre las 11.30 y las 16.00 de este viernes, la anarquía reinó alrededor de la cinta número 6, la única por la que Iberia dio salida a las maletas durante buena parte de la tarde. Varias cientos de personas se arremolinaron alrededor de esta cinta doble para tratar de recuperar su equipaje. Los controles no existían y nadie sabía dónde acudir ante la falta de información. A última hora de la tarde, AENA señaló que ya eran seis las cintas de esta terminal las que funcionaban con normalidad.

Y es que Barajas ha sido un caos desde la mañana. A partir de las 9.00, cuando la nieve comenzó a cubrir las vías de acceso al aeropuerto y los primeros coches quedaban atrapados, la T-4 se convertía en una instalación aeroportuaria donde no había información. Las pantallas que debían señalar a qué hora salían los vuelos no funcionaban, o mejor dicho, sí funcionaban pero no daban datos.

"No hay derecho", decía Pietro Giovanelli, un brasileño que había perdido sus maletas en Roma a las ocho de la mañana. "He llegado a Madrid con lo puesto. Y ahora me encuentro esto. No vuelvo a volar con Iberia; esto es un desastre sin sentido, la situación no es tan grave para que esté así". Como él, miles de viajeros se encontraban a la espera de que AENA les indicara cuándo iba a salir su vuelo.

La falta de información hizo que muchos pasajeros intentasen embarcar a la hora que indicaban sus tarjetas. Pero era absurdo. No salía ningún avión. Las salas de embarque, ante el fluir continuo de pasajeros, se colapsaron. Cada vez llegaba más gente, pero no salía nadie. Protestas. Los viajeros, previendo la situación, pedían volver a las zonas de tránsito, donde hay cafeterías, bares y tiendas. Los empleados de AENA lo impidieron en los primeros embistes del pasaje, pero el clamor creció y finalmente cedieron.

Reanudados vuelos con restricciones

El aeropuerto de Barajas reanudó las operaciones de despegue a las 16.40, con una ruta de Finnair a Helsinki, y las de aterrizaje a las 17.41, después de que todos los vuelos hubieran sido suspendidos desde las 11.30 por los problemas causados por la nieve. Según ha confirmado el secretario de Estado de Transporte, Fernando Palao Taboada, hay una pista, la 36L-18R, abierta para los despegues sin restricciones, aunque "se están produciendo con mayor lentitud por las operaciones de descongelado de los aviones". También se ha habilitado una pista para los aterrizajes, con capacidad para 20 operaciones cada hora.

Según ha informado Palao Taboada, a las 6.00 de la mañana se recibió el parte meteorológico que anunciaba la nevada en Barajas, por lo que desde las 7.30 estaban preparados todos los servicios del aeropuerto para hacer frente al temporal. "A las 8.00 empieza a nevar copiosamente y a las 8.30 se empiezan a limpiar las pistas", ha explicado el secretario de Estado de Transporte. "El criterio ha sido tener una pista de aterrizaje y otra de despegue siempre abierta". Sin embargo, a partir de las 11.30, ante "la falta de visibilidad" y el peligro de "las placas de hielo" se ha declarado el cierre del aeropuerto, lo que no ocurría desde 1996.

Accesos cortados

Miles de usuarios que se dirigían en coche al aeropuerto han tenido muchos problemas para llegar por la situación de las carreteras. Las autoridades recomiendan trasladarse en metro hasta Barajas y a quienes vayan a recoger a familiares y amigos que se informen previamente con las compañías aéreas o en el teléfono de información de AENA 902 404 704.

Metro de Madrid ha comunicado que durante toda esta madrugada mantendrá excepcionalmente en servicio la línea 8, con paradas únicamente en la estación de Nuevos Ministerios y las cuatro terminales del aeropuerto (T1, T2, T3 y T4).

Andando hasta el metro

José Luis, un barcelonés que ha dormido en un hotel, ha tenido que llegar en metro a Barajas. "El autobús que nos llevaba se quedó cruzado en la carretera". José Luis ha continuado andando hasta el metro más cercano, en Alameda de Osuna, y desde allí hasta el aeropuerto.

Después llegaron horas de no hacer nada. Sólo se podía tomar algo y sentarse en algún sillón de la terminal. A través de las grandes cristaleras del edificio se veía un vehículo pequeño, un solitario quitanieves que cruzaba las pistas mientras todos esperaban.

En una de las largas colas que hay formadas se encontraba Ewwa Szafraniec, una comercial polaca que tenía previsto desplazarse a Panamá por motivos de trabajo. "Llevo en el aeropuerto desde las ocho, venía desde Israel y ahora me encuentro con esto cuando aún me quedan 12 horas de vuelo", comentaba indignada.

El cierre de Barajas ha afectado a su vez al aeropuerto barcelonés de El Prat, que no ha suspendido vuelos pero registra importantes retrasos en las conexiones con origen o destino a Madrid. Los problemas causados por la nieve se suman a los retrasos y cancelaciones que está sufriendo el aeropuerto a raíz del conflicto en Iberia, que a primera hora de la mañana había cancelado cuatro rutas debido a la supuesta huelga de celo de los pilotos.

Barajas intenta recuperar la normalidad