Dos vigilantes de parquímetros denuncian una "brutal agresión" en Fuencarral
Tres individuos insultan y pegan a un controlador y a una compañera que acudió en su auxilio.- CC OO reclama más protección policial y más implicación de las concesionarias y del Ayuntamiento
Dos controladores del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) de Madrid denuncian haber sido "brutalmente agredidos" mientras desarrollaban su trabajo ayer por la tarde en la calle Islas Bermudas, en el distrito de Fuencarral. La paliza se la propinaron tres individuos, uno de ellos se dio a la fuga y dos fueron detenidos, según su relato de los hechos. El motivo para patearle la cara al vigilante: que se acercó con una libreta al coche de uno de los implicados, que ni siquiera llegó a multar. Y a ella, por acudir en defensa de su compañero. CC OO de Madrid, que ha dado a conocer el caso, ha mostrado "su más absoluta repulsa por los hechos" que, según recuerda, no son aislados. El sindicato asegura tener recogidas más de 50 denuncias similares en comisaría sólo desde octubre de 2007. Las víctimas de ayer ya han interpuesto una denuncia en la comisaría del barrio de El Pilar.
No se ha dado a conocer la identidad de los afectados, que están "muy alterados" por lo ocurrido, pero sí que el hombre tiene entre 52 y 54 años y la mujeran también ronda esa edad. Llevan entre ocho y 12 meses trabajando como controladores en la zona cuatro, a cargo de la Ute-Vea. Fuencarral lideró, junto a Hortaleza y Carabanchel Alto, la lucha contra la ampliación del SER del centro a otros distritos. Ayer por la mañana, según el sindicato, el vigilante estaba haciendo su trabajo en la calle Islas Bermudas, a la altura del número 8, cuando se acercó a un coche que no tenía ni distintivo de residente ni tique. Ana María Zurdo, portavoz de CC OO en el SER, cuenta que no le iba a multar, sino a apuntar la matrícula. "Antes de multar, damos un margen de 10 minutos y si después de ese tiempo no se ha puesto el tique o retirado el coche, se sanciona". Así, el controlador sacó la libreta y en ese momento salió de un portal el dueño del coche, que comenzó a increparle y a "pincharle con la llave" por todo el cuerpo.
No sabe si ha perdido la visión
La víctima "se revolvió y salieron dos personas más del mismo portal", que le insultaron, le pegaron puñetazos y le zarandearon hasta que cayó al suelo, donde le patearon la cabeza y la cara. "Iban a hacer mucho daño, no tiene ningún golpe en el tronco", sostiene Zurdo, "salvo uno en la pierna, que le duele mucho". En medio de la agresión, una vigilante fue a socorrerle y resultó también agredida. "Se metió en medio y recibió un puñetazo en la boca", explica Zurdo. La mujer tuvo tiempo de pulsar el "botón antipánico" o de emergencia, que llevan incorporado en las agendas electrónicas. "Cuando se pulsa, el aviso va al centro del control y de ahí al supervisor, que avisó a la policía y a emergencias. Ambos fueron atendidos en el lugar de los hechos por el Samur. "Cuando llegó el Samur los encontró a los dos sangrando". Los facultativos del servicio de emergencias decidieron trasladarlos en ambulancia a urgencias del Hospital La Paz.
Emergencias Madrid confirma haber atendido a dos personas por contusiones en cara y cuerpo a las 13.45 de ayer en esa calle, a las que condujo al hospital. De allí salieron a última hora de la tarde. "A ella le diagnosticaron una contractura cervical, movimiento en algunas piezas dentales y la boca y la nariz hinchadas", relata la portavoz sindical. El se llevó la peor parte. Presenta "múltiples hematomas en la cara y la cabeza, el tabique nasal muy inflamado aunque no roto y un ojo completamente cerrado y desfigurado, movilidad en cinco piezas dentales y un corte profundo en la oreja". También refiere "mucho dolor en una pierna". Lo más grave es que "los médicos no le pudieron mirar si tiene la visión del ojo afectada porque lo tenía tan inflamado que no se lo pudieron abrir".
Ana Zurdo se queja de que la policía "tardó en llegar", aunque no ha podido precisar cuánto, pero sí que la paliza duro "unos diez minutos". Cuando acudieron -dos patrullas de la Policía Municipal y una de la Policía Nacional-, lograron detener a dos de los agresores, pero el tercero había huido. "Se los llevaron esposados", añade. Un portavoz policial confirma que fueron arrestados y trasladados a la comisaría del distrito y más tarde fueron puestos en libertad. CC OO denuncia que estas agresiones "no son un hecho aislado", ya que sucesos como éste "se repiten en reiteradas ocasiones", en algunas zonas "casi a diario". Por tal motivo, el sindicato reclama "más medios policiales y más implicación" de las empresas concesionarias y del Ayuntamiento. Temen que, de no ser así, acabe sucediendo "algo irremediable".
El Ayuntamiento condena la agresión
En Madrid, el aparcamiento en la calle está limitado en determinados horarios en cinco zonas. Los controladores no son funcionarios ni policías sino personal que trabaja para cinco consesionarias del servicio -Eysa, Setex-Sufi, Dornier, Ute-Vea y Sufi-Hixienes-. En total, son 1.600 controladores -el 70% mujeres- con sueldos de una media de 800 euros, mientras que en Barcelona llegan a los 1.200. El mayo estuvieron un mes en huelga y lograron subidas salariales y mejoras sociales como llegar a los mil euros antes de que acabe el año, pero "nada de nada" respecto a sus reivindicaciones en materia de seguridad, como trabajar en parejas o vigilancia policial específica. Los controladores se quejan de ser el foco de la ira de los ciudadanos, que les culpan cuando ven la multa, de 90 euros, por no haber puesto el tique en el salpicadero. En muchas ocasiones, les insultan, en otras, les levantan la mano. CC OO asegura tener recogidas más de 50 denuncias de agresiones presentadas por vigilantes en comisaría desde octubre de 2007, entre 20 y 30 este año.
"Algunas de las denuncias ponen los pelos de punta", explica Zurdo, para añadir que las dos víctimas de ayer ya han interpuesto su denuncia en la comisaría de El Pilar. Eugenia Pillado, portavoz del SER de UGT, también denuncia "agresiones verbales a diario". En cuanto a físicas, la media es una agresión por semana, según los sindicatos. No más de 10 al año, rebate la patronal del sector. Desde el Ayuntamiento, una portavoz de Movilidad subraya que "agresiones como ésta", que ha calificado de "muy grave", no son "ni habituales ni periódicas", aunque sí tienen constancia del maltrato al que se somete a los vigilantes. "Las agresiones verbales son frecuentes", reconocen, para añadir que son "muy conscientes del problema". "La Policía Municipal está muy pendiente de los controladores, pero es imposible garantizar la seguridad total", se lamenta la portavoz. Para IU, no es suficiente. Su portavoz de Seguridad en el Ayuntamiento de Madrid, Ángel Lara, ha pedido que los trabajadores vayan acompañados por agentes.
El Ayuntamiento expresa su "mayor condena" a lo ocurrido y recuerda que los vigilantes "cumplen una función que beneficia a la movilidad" en Madrid. "Hechos como éste son absolutamente intolerables", subraya la portavoz. Pillado, que expresa su "repulsa total" por lo ocurrido, niega sin embargo que se trate de un caso aislado: "Desde agosto tenemos el caso de una chica a la que golpearon con una barera de hierro y casi se queda parapléjica, a otra le dieron un bofetón y a otra un puñetazo que le dejó sin un diente". A su juicio, el problema está en que "insultar y pegar a un controlador sale gratis. Tenemos una sentencia firme en la que por una fractura de clavícula la pena fue de una multa de 900 euros, no hay derecho".
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