Todas las miradas se dirigen a Ana Botella
La teniente de alcalde mantiene silencio sobre su posible designación como alcaldesa de la capital al ser la 'número dos' de las listas.- El PSOE exige a Gallardón que abandone ya la política activa
El no de Mariano Rajoy a la pretensión del alcalde de Madrid de acompañarle en las listas del PP al Ayuntamiento de Madrid podría precipitar su salida de la política y el ascenso de Ana Botella a la Alcaldía de la capital. Aunque esta posibilidad parecía más clara ayer que hoy. En su comparecencia, Alberto Ruiz-Gallardón no ha confirmado ni desmentido su abandono del cargo tras las elecciones, mientras la teniente de alcalde guarda un prudente silencio. La oposición ha pedido hoy a Gallardón que "se vaya ya de la política activa". "Que no espere 52 días para dejar la Alcaldía, que la deje hoy por razones éticas y de estabilidad institucional", ha reclamado y el secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez.
En una declaración más emocional que política, Gallardón ha admitido esta mañana su "derrota" y ha manifestado sentir una profunda "tristeza". Aunque anoche daba por segura su dimisión tras las elecciones -y no antes, para no hacer daño a su partido- y la llegada Botella a la alcaldía -es su sucesora natural al haber ocupado el número dos en las listas para las municipales de mayo-, esta mañana el alcalde ha dicho que tras los comicios abrirá una "profunda reflexión" personal y con las personas que le han acompañado en todos estos años en la que decidirá su futuro político.
Quién es amigo, quién no
El "núcleo duro" con el que el alcalde compartirá esta decisión está integrado, en el ámbito político, por siete de sus concejales (delegados) que, en su mayoría, le acompañan desde su anterior etapa como presidente de la Comunidad de Madrid. El vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, es de este grupo de fieles el más cercano e imprescindible para Ruiz-Gallardón, a quien ha dado pruebas de una lealtad a prueba de fuego cuando se presentó como su candidato a la presidencia del PP de Madrid o cuando dirigió la campaña para las últimas elecciones municipales, a la que no faltó ni un solo día, incluso con un collarín por una operación.
Cobo, que iba en el número tres de las listas es, hoy por hoy, el número dos del alcalde, a quien sustituye en caso de ausencia como portavoz en la Junta de Gobierno o como presidente del pleno. Pero su alto grado de lealtad hacia Gallardón puede hacer pensar que le seguirá allá donde vaya y no sería él quien ocupará el puesto de regidor tras su eventual marcha. Al círculo más próximo pertenecen también los delegados de Seguridad, Pedro Calvo; Economía, Miguel Ángel Villanueva; Hacienda, Juan Bravo, Urbanismo, Pilar Martínez; Medio Ambiente, Paz González y Las Artes, Alicia Moreno. Los seis ocuparon cargos institucionales en la Comunidad de Madrid con Ruiz-Gallardón como presidente, mostraron abiertamente su apoyo a la candidatura de Cobo a la presidencia del PP de Madrid y no parece previsible que, sin los actuales alcalde y vicealcalde, mantuvieran su grado de poder en el Gobierno municipal, especialmente en el caso de Alicia Moreno.
En diferente situación se encuentra Ana Botella, que subió al número dos de la lista con la que el regidor ganó las municipales de 2007. Al ser la segunda de las listas, le corresponder suceder a Gallardón si éste dimite. Aunque la buena sintonía con el equipo de fieles a Gallardón ha crecido desde su llegada al Ayuntamiento en 2003, la segunda teniente de alcalde forma parte de la dirección regional del PP, cuenta con el apoyo de la dirección nacional del partido y siempre ha pasado de puntillas por los enfrentamientos entre el alcalde y Aguirre, sin posicionarse públicamente a favor de ninguno. Es de esperar que la mujer del ex presidente de Gobierno Jose María Aznar contara con el apoyo de su partido para ser la futura alcaldesa de Madrid y que, si es así, en la reestructuración del Ayuntamiento, en caso de marcha de Gallardón, ganasen peso político los concejales que Aguirre incluyó en la candidatura municipal.
Entre los ediles "leales" a la presidenta de la Comunidad están la delegada de Asuntos Sociales y ex presidenta de la Asamblea, Concepción Dancausa; su antiguo jefe de protocolo Fernando Martínez Vidal, su ex jefa de prensa, Isabel Martínez-Cubells, y concejales como Eva Durán, Ángel Garrido o Carlos Izquierdo. Al margen de debates internos, esta posible salida de Gallardón preocupa a los socialistas, que creen que se ha abierto una "crisis sin precedentes en la Comunidad de Madrid", ya que la crisis que afecta al PP la sufren "las instituciones", y que la batalla interna en el PP para suceder a Rajoy la ha ganado el "tándem Jiménez Losantos-Esperanza Aguirre" que -según Gómez- representa la "derecha más rancia". Tomás Gómez ha exigido además a presidenta y alcalde que no se presenten más a ningún puesto en la región tras demostrar su "desinterés y desprecio por la sociedad madrileña" a favor de "sus intereses personales en la batalla por la sucesión de Rajoy".
"Una decisión del presidente"
Para Gómez, las posturas de Gallardón y Aguirre son un "fraude a las elecciones del 27 de mayo" porque "demuestran que no quieren gobernar Madrid" al emplear la capital "únicamente para su carrera política". Anoche se supo que Aguirre lanzó un órdago y exigió estar en las listas también si finalmente se incluía a Gallardón. Este movimiento exigiría que dimitiera como presidenta de Madrid, ya que ambos puestos son incompatibles, no así una alcaldía y un escaño, como pretendía el regidor madrileño. Lucas ha afirmado por su parte que era "muy difícil" que Gallardón pudiera compatibilizar los cargos de alcalde y diputado cuando uno de ellos "lo hace mal, a disgusto". Ha añadido que Madrid "no ha tenido alcalde en los últimos seis meses" y que "lo mejor" que puede hacer Gallardón es "marcharse porque no puede seguir en un Ayuntamiento en el que no cree". Gómez, que ha definido a Gallardón de "alcalde provisional", ha afirmado que Rajoy es "el líder entre comillas del PP" y ha añadido no puede presidir el Gobierno de España "cuando no es capaz de gobernar su propia casa".
Esta crisis abre por primera vez, desde la llegada de Aguirre y Gallardón a la política regional y local, una posibilidad a la izquierda de arrebatar al PP el feudo madrileño. Mientras tanto, los miembros de la dirección del PP de Madrid, que asistían esta mañana a la reunión del Comité Regional en la calle Génova, han eludido valorar la noticia. Botella ha llegado a la cita caminando relajada y sonriente. Tampoco ha querido decir nada. El único que ha hecho declaraciones ha sido el secretario general del PP de Madrid, Francisco Granados, que ha subrayado que la exclusión del alcalde es "una decisión del presidente" Rajoy que le merece "respeto absoluto".
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