Patronal y sindicatos intentarán desbloquear la negociación colectiva en tres semanas

Sin muchos frutos, aunque tampoco se esperaban, ha acabado la reunión entre sindicatos y empresarios. Ambas partes califican en encuentro de "positivo". No en vano, se recupera una interlocución perdida desde hacía meses. Pero el único resultado palpable de la cita es que el próximo 6 de octubre se volverán a ver las caras para hablar de la situación de la negociación colectiva en 2009, según apuntan fuentes de la negociación.

Ese día los sindicatos reclamarán el desbloqueo de los 1.500 convenios colectivos que afirman están bloqueados este año y el cumplimiento de los ya firmados. La CEOE, que niega bloquear nada, admite que ese será el tema del encuentro, lo que ya es importante para la otra parte.

El avance de la negociación colectiva de 2009 es la condición que imponen los sindicatos para sentarse a hablar de los próximos años. En este punto, hay que recordar las palabras de Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CC OO, la semana pasada en las que anunciaba que iba a proponer a CEOE un pacto salarial a tres años, en línea con lo que han propuesto los sindicatos a la Administración. Esto es incrementos salariales en 2010 por debajo del 2%, demanda tradicional de las organizaciones de trabajadores, a cambio de que se garantizara el poder adquisitivo de los asalariados durante el periodo de vigencia del acuerdo.

A la reunión, celebrada en la sede de la patronal CEOE, han acudido acudieron Toni Ferrer y Ramón Górriz, secretarios de Acción Sindical de UGT y CC OO, respectivamente, y José María Lacasa y Elías Aparicio, secretarios generales de CEOE y Cepyme, por este orden. Allí los representantes empresariales han vuelto a poner sobre la mesa las demandas que ya llevaron a la fracasada ronda del diálogo social en julio: rebajas de cotizaciones empresariales a la Seguridad Social, levantamiento del veto que las empresas de trabajo temporal tienen en el sector público y en la construcción, absentismo... Esto ha sido rechazado por los sindicatos, que se niegan a tratar estos temas, y menos en encuentros bilaterales sin la presencia del Ejecutivo.