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LIGA | RACING 5 - ATLÉTICO 1

Debacle en el Atlético

El Racing castiga al apático cuadro de Abel con una goleada que le deja fuera de Europa

El Atlético de Madrid se despeñó anoche por la senda del desastre. Cayó como un muñeco de trapo a manos de un Racing que le sacudió siempre que pudo. A la imagen quebradiza que lleva transmitiendo toda la temporada en asuntos defensivos, ayer unió la flojera de sus delanteros, Agüero y Forlán, que sumaron entre los dos un solo disparo a puerta. El Racing se encontró al mejor aliado posible para sumar su cuarta victoria de la temporada en El Sardinero.

Pese a que Abel había dejado entrever que Banega tendría una nueva ocasión para reivindicarse, el técnico escogió a Raúl García como acompañante de Assunção. Con la pareja de organizadores que presentó el Racing ?Colsa y Moratón, un central?, la decisión del técnico del conjunto rojiblanco terminó por favorecer al equipo local, que escoró el ritmo del encuentro a lo que más le convenía. Y eso pasaba de forma inexorable por aumentar el número de revoluciones del partido.

Racing 5 - Atlético 1

Racing de Santander: Toño (Coltorti, min 71); Pinillos, Christian, Garay, Sepsi; Munitis, Moratón, Colsa, Toni Moral (Serrano, min 59); Tchité y Zigic (Picón, min 90).

Atlético de Madrid: Leo Franco; Perea, Pablo, Ujfalusi, Antonio López; Sinama (Maxi Rodríguez, min 46), Assunçao, Raúl García (Banega, min 46), Simao (Luis García, min 79); Forlán y Agüero.

Goles: 1-0, min 9. Christian. 2-0, min 16. Garay. 3-0, min 38. Tchité. 3-1, min 62. Forlán, de penalti. 4-1, min 65. Munitis. 5-1, min 86. Zigic.

Árbitro: Luis Medina Cantalejo (comité andaluz). Mostró cartulina amarilla a Perea y Assunçao por el Atlético de Madrid y a Colsa, Zigic, Serrano y Luccin (en el banquillo) por el Racing.

Incidencias: Partido de la trigésimo segunda jornada de la Liga de Primera División disputado en los Campos de Sport de El Sardinero ante 17.145 personas.

Así, el Racing escogió rápidamente el canal derecho, con Munitis y Tchité, para crear las primeras preocupaciones a Abel. No tardó en aparecer otro factor habitual en las últimas actuaciones del Atlético: la descoordinación defensiva. Así que, sumado todo eso, el Atlético se encontró rápidamente con la noche cuesta arriba. El primer tanto llegó tras un rechace de Leo Franco y el larguero a un cabezazo de Zigic. Con el guardameta en el suelo, nadie de la escuadra del Manzanares acudió a la pelota. En cambio, hasta tres jugadores del Racing se repartieron el remate. Y en el segundo, después de que Ujfalusi le ordenase a Assunção (1,75 metros de estatura) el marcaje de Zigic (2,02 metros), Garay remató en solitario de cabeza. Los dos goles, en jugadas a balón parado y con origen en el pie izquierdo de Munitis.

El Atlético, por su parte, seguía con su cansino deambular. Ni ideas en el centro del campo, y ni tan siquiera algún arranque de Forlán o Agüero. A la media hora, Sinama enfiló la portería de Toño, pero se resbaló justo en el momento de culminar. Y todavía quedaba lo peor. Tchité, un delantero con el que Muñiz no cuenta salvo necesidad máxima, aprovechó un descuido de Ujfalusi para hacer aún más profunda la herida. Abel, mientras tanto, miraba a su banquillo resoplando, pidiendo una explicación al descosido de su equipo.

Cambió la estética del Atlético en la reanudación con la entrada de Banega y Maxi Rodríguez. Simão, inédito en la primera parte, tomó algo más de protagonismo en la mediapunta. Sin embargo, no parecía que sirviera para mucho, porque Agüero seguía malviviendo entre pelotazos desde la defensa y los escasos pases con sentido que le introducía Forlán. El uruguayo se adaptó al partido, dentro de lo que cabe, mejor que Agüero. Transformó un penalti que reavivó al Atlético.

Eso sí, de manera mínima, porque el Racing no tardó ni un suspiró en reparar el fallo. Munitis, en un ejercicio de precisión, mandó la pelota donde ni la envergadura de Leo Franco podía llegar. El Sardinero, encantado. El único que no participó de la fiesta fue el Atlético, que a partir de ahí buscó que pasaran los minutos de la forma más inadvertida que pudiera. Pero ni siquiera eso logró. Y es que todavía quedaba pendiente el gol de Zigic. El serbio culminó la goleada con un cabezazo a pase de Serrano que pone en la picota a un equipo cuyo objetivo era terminar la Liga tercero.

Ezequiel Garay (derecha) abraza a Zigic tras un gol de éste, con Ujfalusi (izquierda) y Antonio López detrás.
Ezequiel Garay (derecha) abraza a Zigic tras un gol de éste, con Ujfalusi (izquierda) y Antonio López detrás.FP

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