Vicente encumbra al Valencia
Los de Emery< necesitan la prórroga ante un excelente Racing
Persiste en la defensa del título el Valencia, que anoche supo trabajar su teórica superioridad frente a un Racing, que no es el de la Liga, que vendió muy cara su piel. Tanto que el partido tuvo que decidirse en la prórroga. Una prórroga de infarto. Hasta que Vicente encumbró al Valencia.
Emery, consciente de que el resultado de la ida (1-1) beneficiaba, inicialmente, a su equipo, recluyó a los suyos. Estaban más juntitos que de costumbre, al menos si el escenario es Mestalla, donde el técnico libera ligeramente a sus futbolistas. La defensa estaba también menos adelantada. Claro que enfrente formaba el Racing, que no había perdido en Valencia desde 2004.
Y aunque ayer no estaba Tchité -autor de tres goles en Liga en el mismo estadio- Jonathan Pereira asumió el papel de volver loca a la defensa valencianista. Una defensa, dicho sea de paso, atípica. Las lesiones de Moretti, Albiol y Alexis y la baja por sanción de Miguel convirtieron a Angulo -histórico comodín del equipo de Mestalla- en lateral derecho. Maduro jugó, de nuevo, junto a Marchena en el eje de la zaga. El holandés tendrá pesadillas con el joven delantero vigués. Logró desesperarlo. Un nada discreto codazo primero, una patadita después y un enganchón fueron sus armas para contrarrestar la velocidad y habilidad de Pereira.
Valencia 3 - Racing 1
Valencia: Renan, Angulo, Maduro (Fernandes, m.66), Marchena, Del Horno; Albelda, Baraja, Pablo (Joaquín, m.66), Vicente; Míchel y Morientes (Villa, m.61).
Racing de Santander: Toño, Toni Moral (Goncalvez, m.80), César Navas, Pinillos, Oriol (Sepsi, m.40); Lacen, Marcano (Luccin, m.103), Colsa, Serrano; Munitis y Jonathan Pereira.
Goles: 1-0, m.18 Vicente, de penalti. 1-1, m.21 Colsa. 2-1, m.101 Vicente. 3-1, m.112 Joaquín.
Arbitro: Paradas Romero (C. Andaluz). Amonestó por el Valencia a Del Horno, Maduro, Marchena y Vicente, y por el Racing a Oriol, Lacen y Munitis.
Incidencias: partido correspondiente a la vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio de Mestalla ante unos 23.000 espectadores.
Sin embargo, fue Vicente quien golpeó primero. De penalti, tras unas manos de Oriol. Un minuto antes se había marcado una rumbita en su esquina preferida. Superó hasta a cuatro jugadores racinguistas antes de intentar retrasar el balón para que Michel buscara el gol. Pero como parece que a este Valencia le gusta que le jueguen de tú a tú, en solo tres minutos el Racing igualó el partido y la eliminatoria. Del Horno dejó centrar a Munitis. Gran error. Y Albelda, Marchena y Maduro hicieron poco más que observar cómo el capitán retrasaba el balón hacia Colsa y cómo éste inventaba una linda chilena.
El partido, muy intenso, no cedió ni un minuto al aburrimiento. Pronto se percataron Serrano y Pereira de lo fácil que les resultaba superar a Angulo, más ofensivo que correcto en defensa, y a Maduro. Desde la banda izquierda llegaron casi todos los balones del Racing. A excepción de las veces en que Munitis buscó desesperar a Marchena.
En las filas valencianistas el canterano Michel, de 20 años, abrió espacios desde la mediapunta y combinó con Vicente, y también con Villa, después, como solo Silva sabe hacer en el Valencia. Se movió entre líneas, escurridizo como pocos.
Los últimos 20 minutos fueron trepidantes. Con Villa y Joaquín ya sobre el césped. Tan frescos como preparados para lanzar uno y otro contraataque. Y la respuesta, siempre, de los hombres de López Muñiz. El balón iba y venía de un área a otra tratando de impedir una prórroga, que resultó inevitable.
En los 30 minutos extra de partido, el Valencia acusó el cansancio de Baraja y la irregularidad de Fernandes. Aún así, no pagó sus errores. Que los tuvo. Pero también los cometió el Racing. Vio Mestalla dos jugadas calcadas en el minuto 102. Cada una en un área. En la primera, Albelda, cedió un balón a Renan. No había visto a Pereira. Pero el portero brasileño se le adelantó, en la que fue su enésima reivindiación en Mestalla. En la segunda, Navas cedió el balón a Toño. Tal y como Albelda había hecho instantes antes. Pero Vicente no perdonó. Y encumbró al Valencia. Que por vez primera se sintió superior a su rival. Rompió el maleficio del Racing. Y embelleció la victoria Joaquín, en una brillante contra y con un control magistral tras un balón bombeado de Villa, que también sabe asistir.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.