Hamilton, destronado en Spa
La Federación penaliza al británico con 25 segundos y pierde el primer puesto en favor de Massa por una maniobra ilegal durante la carrera
Fernando Alonso inició su periplo por Bélgica esperando que la lluvia o el caos le ayudaran a estrenar su casillero de podios esta temporada. Spa, circuito de leyendas, le concedió ambas suertes, pero el asturiano no sacó rédito de ninguna. La primera, por una inexplicable decisión del equipo Renault, que decidió cambiar los neumáticos a falta de dos vueltas y regalar el tercer puesto a Nick Heidfeld; la segunda, por cuestiones de tiempo. Hamilton se subió al primer cajón pero Massa se llevó la gloria en los despachos. Al británico, radiante de felicidad tras un envite épico con Raikkonen, se le heló el gesto al escuchar cómo la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) le imponía 25 segundos de penalización y Massa se llevaba la victoria y los diez puntos. La vibrante lucha con el finlandés resultó ser una maniobra ilegal. No sirvió para nada, salvo para ratificar que es el piloto más en forma de la parrilla y que, ya sea sobre seco o sobre agua, su destreza al volante sigue in crescendo. McLaren recurrirá, pero hasta que el Tribunal de Apelación no varíe su sentencia, Massa es el ganador del Gran Premio de Bélgica y Hamilton, tercero.
Ilegítimo o no, el duelo Raikkonen-Hamilton fue uno de los más bonitos del año; 14 kilómetros de adrenalina grabados en la retina de los espectadores de Spa como uno de los mejores finales, si no el mejor, de la temporada. Y todo gracias a la lluvia, que a falta de dos vueltas, rompió una carrera pintada de rojo Ferrari y legó un final de infarto. Con las gomas mojadas y desgastadas, Raikkonen conservaba el primer puesto controlando a Hamilton por el retrovisor. Todavía quedaba tiempo para la heroica, y el inglés, conservador con la pista seca, se transformó en su última ofensiva. Asustó con su morro a Raikkonen y aprovechó una pequeña colisión en la chicane de entrada a meta para colar su coche en primera posición. Consciente del reglamento, Hamilton corrigió su trayectoria y dejó pasar a su rival antes de reiniciar su ataque, ignorando lo ilegal de su maniobra.
Quedaba un giro, un mundo de siete kilómetros. Antes del primer vértice, Hamilton aprovechó el rebufo de Raikkonen y se colocó primero, pero el finés no quería el segundo puesto y apretó. Apretó tanto que terminó acompañando a Hamilton por la escapatoria, luchando a la desesperada por no perder una plaza que conservaba desde la primera vuelta. Su insistencia tuvo premio con el paseo de Hamilton por la hierba, pero el hombre de hielo no supo mantener la cabeza fría ante el acoso de un Lewis Hamilton sediento de título, y terminó su paso por Bélgica con un trompo y un golpe contra el muro. Fin.
Coraje finlandés
Atrás quedaban 44 vueltas que el piloto de Ferrari comenzó dispuesto a reivindicar su categoría de campeón, de dueño del podio. No le importó que el asfalto estuviera mojado, ni tener un McLaren delante; tampoco que su compañero partiera segundo y con más puntos en la tabla. El finlandés se lanzó a por la segunda plaza desde el apagón y tras dejar clavado a Kovalainen en la primera curva, enfiló el Ferrari de Felipe Massa en el Raidillon. El brasileño luchó en paralelo en la recta de Kemmel pero se rindió a su llegada al segundo sector. El respeto de equipo y el compañerismo tendrían que esperar. Segundo, Raikkonen puso rumbo al McLaren de Lewis Hamilton, su siguiente víctima. El británico salió lanzado en la salida y no tuvo problemas para completar la primera vuelta, pero pagó con un trompo sus nervios al ver en el retrovisor a Kimi Raikkonen, que se sentó hasta el final en el trono de la carrera.
Por parte española, Fernando Alonso evocó su época dorada en Renault con una salida que sólo empañó Jarno Trulli sacándole de la trazada en su llegada al primer vértice. Sebastian Bourdais embestió el Toyota del italiano y el asturiano completó el giro por la escapatoria para no buscarse problemas. La discreta salida de Heidfeld y Kovalainen primero y el colapso de la horquilla después favorecieron la escalada del español, que salió en un airoso cuarto puesto por detrás de Hamilton, Massa y Raikkonen. Rozó la tercera plaza del sudamericano tras el adelantamiento de Raikkonen, pero la falta de tracción su Renault hizo imposible la épica. Vuelta a vuelta, el Ferrari del brasileño incrementó la distancia con el impotente bólido del bicampeón, y su carrera, como la del brasileño, entraron en letargo. La firma del rombo tuvo que consolarse con ver cómo Massa y Alonso entraban casi al unísono a repostar en el pit-lane. Por primera vez, ambos equipos jugaban con la misma estrategia y, sin embargo, la distancia entre uno y otro no era tan abismal como en otras carreras.
Con el cuarteto de cabeza resuelto y la pista seca, el Gran Premio se convirtió en una procesión de coches sin apenas incidentes. Kovalainen, arrepentido de su tímida salida, firmó el más destacado del día en la novena vuelta con una maniobra que los comisarios penalizaron con un drive-through (paso por la calle de boxes sin detenerse). El finés lanzó su monoplaza a la desesperada en una curva donde el adelantamiento era imposible, y lo pagó caro. Perdió su oportunidad, su séptima plaza a favor de Kubica y, a la postre, cualquier opción de llegar a la zona de puntos.
Festival bajo agua
Camuflado en la quietud de la carrera, Lewis Hamilton aprovechó la posición relajada del líder y comenzó a arañar tiempo a cada curva, a cada recta, hasta rozar los dos segundos de distancia con el nórdico. No cejó en su empeño el británico, pero su etapa de corredor impulsivo pasó. Ahora, más templado al volante de su MP4-22, Hamilton decidió conservar su segunda posición sin riesgos. Entró en la vuelta 25 justo por detrás de Raikkonen, por si la lluvia o el infortunio quebraban sus aspiraciones de cara al final de carrera. La referencia con el finlandés se recortó a un segundo cuando restaban seis vueltas para el final, a nueve décimas con cuatro vueltas para el final y a una décima a falta de dos.
Llegó la lluvia y empezó la fiesta. 28 interminables kilómetros para un Raikkonen que vio desde el muro cómo su máximo rival en carrera sonreía satisfecho en un podio marcado por la ausencia de Fernando Alonso. Esta vez, la decisión del equipo fue la de copiar a BMW cambiando de neumáticos en la última vuelta, arruinando una de las mejores carreras del bicampeón en 2008. La firma francesa aseguraba los puntos, pero dejó a su piloto sin premio. ¿Error o acierto? Si hubiera salido el coche de seguridad tras el accidente de Raikkonen, las posibilidades de Alonso hubieran crecido hasta la tocar el primer podio, pero la cita siguió su curso y truncó los planes cautelosos de la escudería francesa.
Pasado el trance, la FIA puso orden en la parrilla. Hamilton tercero y Glock noveno. 25 segundos de sanción por no poder completar un drive through. El Mundial se aprieta, Hamilton se dispara y Ferrari necesita un revulsivo, un plus de destreza o de suerte que, por ahora, acompaña a Lewis Hamilton. Monza, territorio Ferrari, será la prueba de fuego, la primera de las cinco finales. O el cavallino se desboca, o Hamilton aguará la fiesta de Maranello.
Penalización a Hamilton
La penalización impuesta por la FIA consiste en un 'drive through' (paso por la calle de garajes), tal y como le ocurrió a Heikki Kovalainen en su idilio con Mark Webber en la vuelta 9. Sin embargo, ante la imposibilidad de cumplir esta norma, la sanción ha sido de 25 segundos, que le otorgan la victoria a Felipe Massa y el segundo puesto a Nick Heidfeld (el brasileño terminó a 14.4 y el alemán a 23.8 segundos respectivamente por detrás del McLaren de Hamilton).
Según informa EFE, los comisarios también han sancionado con 25 segundos de penalización al piloto alemán de Toyota, Timo Glock, por haber ignorado las banderas amarillas de precaución tras el accidente de Raikkonen. De la séptima plaza, el piloto germano cae hasta la novena, dejando al francés Sebastian Bourdais séptimo y al australiano Mark Webber octavo. Por tanto, la clasificación final de la carrera deja, a Felipe Massa como vencedor, seguido de Nick Heidfeld y Lewis Hamilton. Fernando Alonso, Sebastian Vettel y Robert Kubica mantienen su cuarta, quinta y sexta posición y Sebastian Bourdais, Mark Webber, Timo Glock, y Kovalainen cierran el grupo de los diez primeros puestos. El resto de la parrilla se mantiene sin cambios.
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