Los penaltis dan el pase a cuartos al Athletic

El Athletic de Bilbao logró el pase a los cuartos de final de la Copa del Rey tras imponerse en la tanda de penaltis donde de nuevo la suerte fue esquiva con el Espanyol y en especial con Marc Torrejón que, como en la final de Glasgow, erró el lanzamiento decisivo. El Espanyol salió con un once titular muy competitivo dispuesto a sentenciar pronto la eliminatoria. La apuesta de Ernesto Valverde dio pronto sus frutos y a los diez minutos Luis García adelantó a los locales tras una jugada confusa en el área y un regalo de Aranzubia, incapaz de blocar un remate de Moisés Hurtado desde la frontal.

Al Athletic, que salió a verlas venir, no le quedó otro remedio que buscar el tanto del empate para igualar al menos el 1-1 del partido de ida. El conjunto vasco hizo gala de su fútbol primitivo y directo con Llorente intentando bajar, o en su defecto, prolongar los pases bombeados de sus compañeros. Pocas veces lo consiguió el punta riojano, muy bien fijado por los centrales. El conjunto blanquiazul se sintió cómodo y no pasó excesivos apuros. Yeste y David López intentaron sorprender con sendos remates desde la frontal que no encontraron portería.

Ante la falta de ideas y de creatividad, el único argumento para conseguir el gol fue la estrategia. Así llegaron las mejores acciones de peligro para los visitantes. Llorente tuvo un par de remates peligrosos, pero en ambas oportunidades respondió acierto con acierto Lafuente. El Athletic presionaba a ráfagas, pero se vio favorecido por la rigurosa expulsión de Luis García por una presunta agresión a Tiko. A pesar de jugar con diez, el Espanyol no se arrugó y en los últimos cinco minutos de la primera mitad Valdo rondó el segundo.

Perdona el Espanyol

Muy cerca estuvo de conseguirlo el conjunto local en una contra magníficamente conducida por Lola, pero el leonés erró en la definición y malgastó una clara opción de sentenciar el choque. Joaquín Caparrós decidió meter más envergadura y centímetros dando entrada al fortachón Garmendia, quien acompañó a Llorente en las facetas ofensivas. El Espanyol, con un hombre menos, trató de defender su ventaja y sólo creó peligro en algunas acciones a la contra. No sacó mucho provecho de su superioridad numérica la escuadra vasca y a Caparrós no le quedó más remedio que gastar su último cartucho ofensivo dando la alternativa al joven Aitor Ramos.

Surgió efecto el cambio, pues el Athletic comenzó a disponer de algunas oportunidades. Lafuente se tuvo que multiplicar en cuestión de minutos primero para detener un remate envenenado al primer palo de Del Horno y luego para despejar un cabezazo de Aitor Ramos. No obstante, la oportunidad más clara fue un remate al palo de Amorebieta. Valverde contraatacó y refrescó a su equipo con la presencia de Tamudo y Moha, quienes sustituyeron a los esforzados Riera y Jonathan Soriano. La entrada del capitán oxigenó a su equipo y en su primera intervención a punto estuvo de fabricar un gol, pero Clemente estuvo horroroso en la definición.

Golpe de estrategia

Parecía que el Espanyol tenía controlado el encuentro, pero en una acción de estrategia llegó el empate. Lafuente salvó el gol tras un remate de Llorente, pero el rechace le llegó franco a Iraola que no perdonó en el área pequeña. Ambos equipos tuvieron sus opciones de evitar la prórroga. Tamudo se sacó de la chistera una jugada de genio, sin embargo, le faltó un pelín de fortuna en el remate final. El Athletic tuvo la suya con una acción de Llorente, que Lafuente detuvo en dos tiempos.

La prórroga tomó otro cariz gracias a Tamudo. El delantero consiguió expulsar en ocho minutos a Prieto, que pecó de inocente ante un jugador extremadamente inteligente. El encuentro se igualó y la mejor oportunidad del primer tiempo fue un remate de Moisés Hurtado al larguero. Los equipos decidieron no arriesgar mucho en la segunda mitad de la prórroga y las acciones más peligrosas llegaron con disparos lejanos sin peligro para los porteros. Al final, todo se decidió en los penaltis y allí estuvo más acertado el Athletic. Torrejón, como en la final de la pasada Copa de la UEFA disputada en Glasgow, falló el penalti decisivo y dio el pase a los vascos.