El Madrid pierde su timón

El Madrid se prepara a puerta cerrada desde hace tres años. Sus entrenadores no saben por qué. Cuando firman sus contratos, lo aceptan como parte de un protocolo preexistente que supera su responsabilidad. En realidad, ni Bernd Schuster antes ni Juande Ramos ahora tienen mucho que ocultar. Ayer, la plantilla se dividió en tres grupos, cada uno con un peto de color diferente, antes de pasar la mañana jugando partidillos de clausura. Durante uno de estos partidillos secretos, en los que los jugadores no distinguieron ni titulares, ni suplentes, ni esquemas tácticos ni planes específicos para preparar el clásico del sábado contra el Barça, Dudek chocó con Guti y éste se lesionó el tobillo izquierdo. El mediapunta debió salir de Valdebebas con muletas. Después de los exámenes, los médicos le descartaron para el partido más importante de la temporada. Justo cuando Guti empezaba a integrarse en la dinámica de Juande.

El futbolista, que todavía piensa en la posibilidad de jugar, sufre un esguince

La falta de un segundo enganche lastra a los blancos desde la venta de Robinho

Contra la opinión de Guti, que no descarta una recuperación rápida, los médicos han determinado que, clínicamente, el jugador está incapacitado para actuar contra el Barça porque sufre un esguince de grado 2. Eso revela la resonancia magnética que le hicieron. Tras tener conocimiento de ello, el Madrid se apresuró a publicar un comunicado oficial descartando a Guti para el clásico.

La noticia de la tarde aclaró más dudas a los jugadores del Madrid que las dos horas de entrenamiento a puerta cerrada de la mañana. Guti no jugará y esto deja al Madrid sin el único mediapunta que había sido capaz de conducirlo con claridad esta temporada. Si bien Guti no ha jugado muchos partidos desde agosto -sólo 18-, frente al Sevilla, el domingo pasado, el equipo empezó a manejar el encuentro por primera vez en semanas coincidiendo con su aparición. La autoridad del Madrid en el Sánchez Pizjuán creció en la medida en que Guti administraba el balón. Lo mismo sucedió contra el Valencia en el Bernabéu, en enero. Juande deberá buscarle un sustituto. Su primer candidato es Raúl. Pero los precedentes del 7 actuando como mediapunta contra equipos grandes no funcionaron. Contra el Liverpool quedó patente que al Madrid le faltaba un enganche. Ni Sneijder ni Raúl pudieron ejercer esa labor en la Champions.

La ausencia de un centrocampista capaz de enchufar a los atacantes es un lastre para el Madrid, sobre todo desde que el club decidió vender a Robinho, el único futbolista que podía cumplir con ese papel en ausencia de Guti. La apuesta de los estrategas del Madrid fue Robben, que cada día encuentra menos afecto en el vestuario. Contra el Barça no estará Guti. Pero estará Robben, que se recupera de un problema muscular y ya toca el balón.

Robben saltó ayer a entrenarse con sus compañeros en la rutinaria práctica a puerta cerrada del Madrid en Valdebebas. El holandés hizo los ejercicios físicos con el resto, pero a la hora de los partidillos se fue con un balón a otra parte, casi una metáfora de su sentido individualista del oficio que practica. A Juande le da igual. Le quiere pronto. El técnico no descarta darle minutos contra el Barça.