Los sindicatos piden al Gobierno que rectifique si quiere diálogo
La reforma laboral y las pensiones, en el punto de mira
El llamamiento al diálogo se ha saldado con la constatación de que el conflicto sigue abierto. Los sindicatos se esforzaron ayer en desmontar la reanudación del diálogo social que el Gobierno pretendía al convocarlos al Ministerio de Trabajo. Las comparecencias de los representantes de UGT, Comisiones Obreras y del Ejecutivo al término del primer encuentro que mantenían tras la huelga general coincidieron solo en una frase: "Hoy no se ha reanudado el diálogo social".
Los sindicatos exigen condiciones muy duras para retornar a ese proceso. "Es necesario que el Gobierno se comprometa a dar una señal: que renuncie al alargamiento de la vida laboral, a la congelación de las pensiones y que revierta la reforma laboral en los elementos más lesivos", resumió Ramón Górriz, secretario de Acción Sindical de CC OO. Además de en los despachos, estos requisitos volverán a plantearlos en la calle. El número dos de UGT, Toni Ferrer, anunció "una segunda etapa de movilizaciones" que comenzará el 15 de diciembre con una jornada europea de protesta.
Trabajo ofrecerá un desarrollo más garantista en cuanto al despido
El Ejecutivo ha querido otorgarle un perfil discreto a esta primera toma de contacto y reservar una cita del ministro, Valeriano Gómez, con los líderes de los dos sindicatos para cuando las relaciones sean algo menos tensas. Las secretarias de Estado de Empleo, Mari Luz Rodríguez, y de Inmigración, Anna Terrón, fueron las encargadas de romper el hielo. La responsable de Empleo rehusó aclarar si el Gobierno modificará su postura, pero es poco probable que tengan vuelta atrás políticas ya refrendadas por el Parlamento como la reforma laboral.
Lo que sí hará Rodríguez será ofrecer a los sindicatos negociar aspectos que pueden otorgar a esa ley un perfil más garantista del que presenta ahora. Por ejemplo, en la regulación del despido por motivos económicos, pendiente de desarrollo. De momento, los sindicatos no parecen muy proclives a discutirlo.
Antes de todo eso, el Ministerio de Trabajo pretende reformar las políticas de fomento del empleo para que los parados "tengan más oportunidades de volver al mercado de trabajo, que estén debidamente atendidos", con itinerarios personalizados que les diseñen los servicios públicos de empleo. Toni Ferrer objetó que todo esto se aborde con una reducción del 5,5% en las políticas activas de empleo para 2011.
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