El repunte de la Bolsa de Nueva York contrasta con el pesimismo europeo
El Dow Jones cerró con un alza del 4,68%, mientras el Eurostoxx perdió un 6%
Los inversores europeos no confían en que las medidas adoptadas en todo el mundo para acabar con la congelación del crédito y la reactivación del mercado interbancario vayan a ser capaces de evitar la recesión en la economía real. Ayer, el pesimismo se cebó en las plazas europeas, que acogieron con fuertes ventas el último dato de producción industrial en Estados Unidos. En Estados Unidos, este indicador registró el pasado septiembre su mayor caída en 34 años, al concurrir un explosivo cóctel de asfixia crediticia, una devastadora temporada de huracanes y la huelga de la compañía aeronáutica Boeing. La producción de fábricas, minas y compañías eléctricas cayó un 2,8%, según informó la Reserva Federal, tras un descenso del 1% en agosto. En el tercer trimestre, la producción cayó un 6% en términos interanuales, lo que supone el mayor retroceso desde 1991.
Los inversores europeos no confían en que las medidas adoptadas en todo el mundo para acabar con la congelación del crédito y la reactivación del mercado interbancario vayan a ser capaces de evitar la recesión en la economía real. Ayer, el pesimismo se cebó en las plazas europeas, que acogieron con fuertes ventas el último dato de producción industrial en Estados Unidos. En Estados Unidos, este indicador registró el pasado septiembre su mayor caída en 34 años, al concurrir un explosivo cóctel de asfixia crediticia, una devastadora temporada de huracanes y la huelga de la compañía aeronáutica Boeing. La producción de fábricas, minas y compañías eléctricas cayó un 2,8%, según informó la Reserva Federal, tras un descenso del 1% en agosto. En el tercer trimestre, la producción cayó un 6% en términos interanuales, lo que supone el mayor retroceso desde 1991.
Tokio, la plaza más madrugadora, registró su peor jornada desde el crash de 1987, al situar su indicador Nikkei en 8.458,45 puntos, tras una caída del 11,41%. Las principales Bolsas europeas sufrieron pérdidas de entre el 4% y el 6% en la jornada. El Eurostoxx, que mide la media de los índices europeos, cerró con una pérdida del 5,98%. La Bolsa española cayó un 4,11%, hasta 9.308,2 puntos. En lo que va de ejercicio, acumula un descenso del 38,69%. El Londres, el FTSE 100 se dejó un 5,35%, hasta colocarlo en 3.861,39 puntos. El CAC 40 parisiense cedió un 5,92%, hasta 3.181 puntos. El DAX alemán perdió un 4,91%, hasta cerrar la sesión en 4.622,81 puntos. Milán acabó en 20.714 puntos, tras un retroceso del 6,78%. "La confianza de los inversores se ha visto golpeada", señaló ayer Henk Potts, gestor de fondos de Barclays Stockbrokers en Londres. "Hay una enorme inquietud sobre cuál será la profundidad de la recesión", añadió.
No ayudó la noticia de que el Gobierno suizo ha tomado una participación del 9% en el capital de UBS. El banco central suizo ha anunciado que comprará activos tóxicos bancarios por un importe de hasta 60.000 millones de dólares.
Los inversores tampoco vieron muchas razones para el optimismo tras conocer los resultados trimestrales de Citigroup, que sumó cuatro pérdidas trimestrales consecutivas, 2.800 millones de dólares entre julio y septiembre, frente a un beneficio de 2.200 millones de dólares en el mismo ejercicio de 2007. Merrill Lynch, el mayor broker de Estados Unidos, que recientemente fue adquirido por Citigroup, registró unas pérdidas de 5.100 millones de dólares, superiores a lo esperado por el mercado.
La sesión en Wall Street fue de infarto. Inició con titubeos para apostar por las fuertes bajadas hasta que, a una hora del cierre, los inversores se decidieron por las compras, mientras caía el precio del petróleo.
No obstante, el IPC de septiembre no creció y el dato subyacente, que no tiene en cuenta los precios de los alimentos y la energía, los elementos más volátiles del índice, avanzó un 0,1%, una décima menos de lo esperado.
"La congelación de los mercados de créditos y el shock resultante de las tensiones que hemos sufrido en los mercados de capitales han puesto un peaje a la economía real. Lo hemos visto en algunos indicadores recientes. Vamos a vivir unos meses duros próximamente", dijo ayer el secretario del Tesoro, Henry Paulson, en una entrevista a Bloomberg.
En su opinión, otros bancos, aparte de los nueve que han aceptado hasta ahora capital público, están interesados en que el Gobierno entre en su accionariado. "Inicialmente convencimos a nueve bancos de participar en el programa y vamos a ampliarlo. Un buen número de otros bancos lo quieren", dijo.
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