12 millones de usuarios perderán su línea de móvil si no se identifican
Pulso entre el Gobierno y las telefónicas por el registro de las tarjetas prepago - La ley obliga a facilitar los datos a las compañías antes del 7 de noviembre
Unos 12 millones de usuarios pueden perder la línea y el número de su móvil debido al escaso éxito de las iniciativas de las operadoras y, sobre todo, de la campaña llevada a cabo por el Ministerio del Interior para que los usuarios de las tarjetas prepago -aquellos que no tienen un contrato- se identifiquen (nombre, DNI y domicilio) ante sus compañías como ordena la ley.
Las operadoras han comunicado al Gobierno que con el actual ritmo de identificaciones será imposible cumplir con la legislación aprobada en octubre de 2007 que señala que los usuarios que no cumplan con la obligación de identificarse antes del próximo 7 de noviembre "perderán la línea y el número de móvil", informaron en fuentes de las operadoras.
Interior lanzó en marzo pasado una campaña bajo el lema Identificate para concienciar a los ciudadanos de la necesidad de adaptarse a la norma. Pero al restringir la iniciativa a Internet, no ha tenido el resultado deseado. De hecho, desde que se puso en marcha la iniciativa, de los 15 millones de tarjetas prepago que había entonces sin identificar, sólo tres millones de tarjetas han cumplido con esa obligación, por lo que quedan 12 millones aún por hacerlo. Desde octubre de 2007, las compañías ya deben pedir los datos personales en el momento de la venta de nuevas tarjetas.
Las compañías se han puesto en contacto con sus clientes a través de SMS para pedirles que acudieran a los puntos de venta oficiales pero no ha surtido el efecto deseado en colectivos como jubilados o jóvenes, muchos de ellos menores de edad que, por tanto, tienen que ser identificados por sus padres. Además, la mayor parte de los llamados operadores móviles virtuales no cuentan con puntos de venta suficientes.
Ante esa situación, las operadoras se dirigieron a Interior para pedirle que lanzara una campaña masiva para concienciar a los ciudadanos. Pero, por el momento, no han obtenido respuesta. Las compañías entienden que es la Administración y no ellas, la que debería costear esas campañas.
Para llevar a cabo la identificación, los clientes deben acudir a los puntos de venta del operador y aportar el documento nacional de identidad o la tarjeta de identidad de extranjero, mientras que las empresas deben mostrar la tarjeta de identificación fiscal. A partir del 8 de noviembre, los operadores tendrán que anular o desactivar las tarjetas no identificadas. Esta obligación está contenida en la Ley de Conservación de Datos Relativos a las Comunicaciones Electrónicas de octubre de 2007, que dio dos años de plazo a las operadoras para identificar a sus clientes. La legislación fue consecuencia de los atentados del 11 de marzo de 2004, en el que los terroristas activaron las bombas con móviles prepago.
El temor de tener que desenganchar a miles de abonados en plena recesión preocupa a las compañías. Movistar, Vodafone y Orange han cifrado en 50 millones de euros el coste de las medidas a las que le obliga la ley.
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