Los líderes de sindicatos y patronal aceleran el proceso del diálogo social

Los más de cuatro millones de parados hacen cada vez más urgentes los acuerdos sociales. En 2009, la crisis se ha cebado con especial dureza con el empleo y el diálogo social, otrora fértil, no sólo no ha dado fruto sino que ha cosechado sonoros fracasos. Apenas han acabado las vacaciones de Navidad, sindicatos y patronal ya se han puesto manos a la obra para alcanzarlos. Y el primero que figura en la agenda atañe a los convenios colectivos para 2010 y los próximos años. Así que ayer, un día después de Reyes, los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y CC OO, Ignacio Fernández Toxo, se vieron las caras en una reunión discreta e informal con el vicepresidente de la patronal encargado de las relaciones laborales y líder de la patronal andaluza, Santiago Herrero, apuntan fuentes de la negociación.

Ambas partes buscan tener listo el pacto de convenios el 20 de enero

Zapatero quiere alcanzar acuerdos sociales en el primer trimestre

La presencia en este encuentro de Herrero demuestra que el protagonismo de éste en la patronal, también el del responsable de la patronal catalana, Joan Rosell, asciende ante la crisis del grupo Marsans, propiedad de Gerardo Díaz Ferrán, presidente de CEOE. Los problemas empresariales del patrón de patronos -especialmente, la quiebra de Air Comet- han deteriorado su posición y le han forzado a apoyarse en Rosell y Herrero, quien se enfrentó a él para suceder a José María Cuevas. Abona esta tesis el hecho de que la semana que viene haya prevista otra reunión entre los números uno y dos de UGT, Méndez y Toni Ferrer, CC OO, Toxo y Ramón Górriz, con Díaz Ferrán, que irá escoltado por Rosell, que hasta ahora no era un habitual en este tipo de reuniones.

El pacto sobre los convenios, de alcanzarse, sería el primer paso en la recuperación del diálogo social. Una vez logrado, la negociación se abriría también al Gobierno, que ya ha anunciado que quiere lograr acuerdos en este primer trimestre, por lo que los plazos que se manejan tienen que ser necesariamente cortos. De hecho, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha declarado que antes de que acabe el mes hará llegar su propuesta de reformas en el mercado laboral a los agentes sociales.

El objetivo del encuentro mantenido ayer por Méndez, Toxo y Herrero es atar el éxito de la negociación para que no suceda lo del año pasado. En 2009, por primera vez desde que nació en 2002, no se firmó el pacto que sirve de guía para la renovación de convenios tras meses de negociación. La consecuencia fue que, en plena recesión y con un desempleo al alza, se bloqueó la negociación de convenios colectivos y en muchas ocasiones se recurrió a los tribunales para solucionar las diferencias. Así que ayer ambas partes, al más alto nivel, querían pulsar la disposición de sus interlocutores para alcanzar acuerdos en este tema.

No fue éste el único encuentro sobre este tema que tuvieron ayer sindicatos y empresarios. También se vieron las caras los equipos negociadores de ambas partes, encabezados por los secretarios de Acción Sindical de UGT, Ferrer, y CC OO, Górriz, y Lacasa por parte de la patronal. La cita, por la mañana, casi se celebró a la misma hora que se veían las caras los primeros espadas.

En este encuentro, se estableció un plan de trabajo y una agenda intensa de contactos para acordar cuanto antes un texto. Las prisas, en este punto en particular, llegan porque los negociadores quieren tener listo un borrador para antes de la junta directiva de CEOE que se celebrará el próximo 20 de enero, día en que el protagonismo recaerá sobre Díaz Ferrán y sus problemas empresariales, aunque no se espera que esto le vaya a provocar grandes sobresaltos en la cita.

De momento, sobre negociación colectiva se conocen las propuestas sindicales. UGT y CC OO plantean un pacto trianual con una revisión salarial para 2010 entre el 1% y el 2%, a cambio exigen compromisos sobre el empleo, menor uso de los contratos temporales y una cláusula que garantice el poder adquisitivo de los asalariados durante los años de vigencia del acuerdo. La patronal, por su parte, quiere hablar de flexibilidad interna de las empresas y el absentismo laboral.