El juez aparta a la familia Ruiz-Mateos de la gestión de Clesa
El magistrado afirma que los propietarios de Nueva Rumasa han tomado decisiones "perjudiciales" para el patrimonio de la empresa.- Clesa tiene un agujero de 800 millones
El Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid ha dictado este lunes el auto del concurso de acreedores de la empresa láctea Clesa, con un pasivo de más de 1.000 millones de euros, y ha decidido apartar de la gestión a la familia Ruiz Mateos, que adquirió esta compañía a Parmalat en 2007. Según el auto, el juez ha acordado la suspensión de las facultades de administración y disposición del patrimonio al deudor, tal y como ya sucedió en la suspensión de pagos de Dhul, ya que considera que ha adoptado decisiones empresariales "perjudiciales" para el patrimonio de la compañía, incrementando cada año el importe del pasivo. También justifica su decisión para proteger los bienes actuales de Clesa.
El juez Francisco Javier Vaquer Martín considera que la situación financiera se ha visto agravada por la existencia de numerosas operaciones de afianzamiento a favor de empresas ajenas a la concursada y sin más vínculos entre ellas que las personales o familiares entre sus directivos, llegando a multiplicar por cuatro el pasivo de explotación ordinaria de Clesa. Con estos argumentos, el juez justifica la salida del actual administrador, Álvaro Ruiz-Mateos Rivero, aunque esta no sea una medida habitual en los concursos voluntarios, antiguas suspensiones de pagos. De la documentación aportada se deduce que el pasivo inicial asciende a 1.112,36 millones de euros y el activo inicial a 304,76 millones de euros.
Pese a ello, Nueva Rumasa insiste en que este pasivo "no es real" dado que, según argumentan, "en muchas ocasiones" está duplicado. Según sus cálculos, la deuda total del grupo suma 1.200 millones, incluido el importe de los titulares de pagarés, que se sitúa en 250 millones de euros. Del total, Clesa debe unos 293,5 millones, añaden desde la familia Ruiz-Mateos, en tanto que otros 766,58 millones corresponden a "riesgos indirectos de otras sociedades". Esta partida de riesgos indirectos son garantías con bienes de Clesa a terceros y "no se imputa como deuda directa" de la empresa láctea, han matizado.
Desde el comité de empresa de la firma láctea, que precisamente había solicitado que se apartara a la familia Ruiz-Mateos de la gestión de la compañía, se ha celebrado el auto del juez. Según el portavoz de Comisiones Obreras en este órgano, Luis Muñoz, la plantilla está "más cerca de la salida del túnel" tras la declaración del concurso. Asimismo, ha reiterado que los trabajadores se sienten "engañados, saqueados, indignados y casi aniquilados", ya que sospechan que no se conoce "realmente" la deuda de la empresa.
El concurso de acreedores, que había sido presentado en primera instancia en la localidad gallega de Pontevedra para pasar posteriormente a la capital, y someterse a un proceso de subsanación, entra en vigor desde este lunes tras el auto publicado por el juez.
En este documento de 18 páginas, que ha sido trasladado al comité de empresa, se nombra como miembros del equipo de administradores que llevará a cabo este proceso a Angel José Fernández-Río, colegiado del ICAM como letrado, a Luis Pérez Gil de auditor, y como acreedor, un represntante de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria (AEAT). Estas personas se personarán en un plazo de dos a tres días en la fábrica para comenzar con el proceso.
Actualmente, la compañía tiene en marcha un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal que afecta a unos 630 trabajadores, incluidos los de Helados Royne (marca comercial de Clesa).
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