En EE UU, trabajar es cosa de mujeres
El empleo femenino está a punto de superar al masculino debido a la crisis económica
Hillary Clinton hacía en octubre de 2008 un emotivo discurso tras ser derrotada en las elecciones primarias del Partido Demócrata por Barack Obama. Admitió que no fue capaz de romper el "duro techo de cristal" que, tras décadas de progresos, sigue impidiendo a la mujer escalar posiciones. "Si somos capaces de enviar 50 mujeres al espacio, algún día seremos capaces de poner a una mujer en la Casa Blanca", dijo Clinton. "Y aunque esta vez no hemos sido capaces de romper ese elevado y duro techo de cristal, les doy las gracias". Y la sala se vino abajo.
La Gran Recesión está poniendo en evidencia un año después que las estadounidenses están sorteando mejor la crisis que sus pares hombres, hasta el punto de que la población femenina ocupada será en breve mayoría en la mayor economía del mundo. Del 38% que representaban las mujeres en el total de estadounidenses empleados en 1970 ha subido hasta el 49,8% a finales del segundo trimestre de 2009.
Tres de cada cuatro empleos perdidos por la recesión los ocupaban hombres
Y ello a pesar de que el mercado laboral estadounidense está sufriendo una caída de la población activa. Mientras el porcentaje de hombres con un trabajo o buscándolo ha caído durante el último año (era del 72% en septiembre), con el de mujeres ocurre lo opuesto: ha subido al 59%. Si esto se combina con una tasa de paro que ronda su nivel más alto en tres décadas, la mayor participación de la mujer se ve como el detonante de una transformación social profunda.
Tres cuartas partes de los 7,2 millones de puestos de trabajo perdidos desde el inicio de la recesión, en diciembre de 2007, estaban ocupados por hombres. El desempleo afecta ya al 10,3% de los varones y al 7,8% de las mujeres. "Nunca antes la brecha en el porcentaje de parados fue tan grande", señala Moody's.
Gran parte de la pérdida de empleo entre los hombres se explica porque éstos predominan en los sectores vulnerables a ciclos negativos, como en las manufacturas y en la construcción, donde se produjeron la mitad de los despidos en los últimos 21 meses. Las mujeres representan sólo el 6% y el 8% del empleo destruido en ambos sectores.
El 87% de los trabajadores en la industria manufacturera son hombres y el 71% en la construcción. Entre tanto, las mujeres se hacen con los trabajos en los pocos sectores que crean empleo en la coyuntura actual, como la educación y la salud (79% de los nuevos contratos) y el sector público (94%). "No es que las mujeres no sufran", señala el Center for Economic and Policy Research, "parece como si la crisis les quemara menos".
La recesión está forzando, además, que muchas mujeres que dejaron de trabajar durante el boom económico vuelvan a buscar empleo para compensar la caída en picado de los ingresos familiares porque sus parejas han quedado en paro, han sufrido un recorte en el sueldo o sus inversiones -vivienda y planes de pensiones especialmente- han perdido valor.
En números eso se traduce en que un 78,4% de las mujeres entre los 25 y 44 años, casadas y con título universitario están ocupadas o buscando un empleo para cubrir los ingresos que no llegan a los hogares por la crisis. Son datos correspondientes al primer semestre de 2009. Antes de la crisis, eran el 76%. En el caso de los hombres, el porcentaje cayó del 97,4% al 97,1%.
Es, como señalan desde el Center for Work Life, la consecuencia de que ocho de cada diez personas que pierden su empleo sean hombres. Aunque lo cierto es que las estadísticas del Departamento de Trabajo ya muestran que el incremento en la proporción de mujeres ocupadas creció de forma progresiva entre la década de 1940 y la de 1990, y se estabilizó en 2001.
Juntando todos estos datos, desde la Casa Blanca anticipan que las mujeres serán mayoría en el mercado laboral durante el primer trimestre de 2010. A este paso, los analistas creen que pasarán el 50% ya en octubre o noviembre. En Canadá, el vuelco se produjo el pasado verano.
Pero esta nueva brecha de género tiene ángulos muertos que se arrastran desde hace décadas. Cuando se observa la proporción de mujeres que ocupan puestos de alta dirección, la transformación del mercado laboral en Estados Unidos está aún lejos. Los hombres ocupan el 85% de los cargos que requieren ser aprobados por los consejos de administración en las compañías de la lista Fortune 500. Y sólo el 2,4% de las mujeres llevan las riendas de estos titanes, según Catalyst, una organización sin ánimo de lucro dedicada a fomentar el avance de las mujeres en el mundo laboral.
No hay que subir tanto en el escalafón corporativo. La mayor participación de la mujer en el mundo laboral no se traduce tampoco en el cierre de la brecha en los sueldos. El Departamento de Trabajo calcula que una mujer gana 80 centavos por cada dólar que cobran sus pares varones; unos 652 dólares semanales frente a 815 dólares.
Es decir, una lectura podría ser que las mujeres sortean mejor la crisis porque los hombres lo llevan peor. Y a partir de esta premisa, la pregunta que surge entre los economistas es qué pasará con esa mayoría a favor de la mujer cuando vuelva la actividad a la normalidad y los hombres recuperen los empleos perdidos.
A pesar de los obstáculos que aún quedan por superar, lo cierto es que la transformación en curso en el mercado laboral es también fruto de cambios en el papel que desempeña la mujer en el conjunto de la economía. Y la imagen de que el hombre debe ser el sustento familiar, de hecho, está cambiando.
Un reciente estudio de Pew Research Center revela que el 75% de los estadounidenses rechazan la idea de que la mujer debe desempeñar el papel tradicional en la sociedad. Hace dos décadas, un 30% de los encuestados decía que la mujer debía dedicarse a las obligaciones familiares, frente al 19% actual. -
El auge de las emprendedoras
Una recesión tan severa y prolongada como la que se está viviendo en EE UU, según los expertos, no sólo va a tener un impacto en los hábitos de los hogares; también puede llegar a cambiar el papel que cada sexo desempeña en el conjunto de la economía.
Las mujeres estadounidenses empresarias generan ya tres billones de dólares anuales en ingresos y con sus negocios dan empleo al 16% de la población ocupada en EE UU, unos 23 millones de personas, el doble que las 50 mayores empresas del país juntas. Son, como señalan desde el Center for Women's Business Research, un componente vital en la economía nacional.
El estudio elaborado por esta fundación, con el respaldo de WalMart, da un nuevo golpe a ese techo de cristal del que habló Hillary Clinton en su discurso tras ser derrotada por Barack Obama en las primarias demócratas. "Si estás empresarias fueran un país, éste sería la quinta economía del mundo", señalan desde Women Impacting Public Policy. "Es la muestra de que las mujeres están desempeñando un papel de liderazgo en la recuperación económica", remacha, esperando que el informe se convierta en una llave de acceso para que las empresarias puedan acceder a las ayudas que aún quedan por canalizar en el masivo plan de estímulos económicos. -
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