Salgado dice que "hay mucho que discutir" sobre el plan de Merkel
El ministro alemán de finanzas insiste en que no se decidirá sobre la ampliación del fondo de rescate hasta marzo
La ministra española de Economía y Hacienda, Elena Salgado, ha dicho antes de la reunión del eurogrupo hoy en Bruselas que es partidaria de adoptar un plan que refuerce la competitividad en la zona, pero que se trata de un "debate que hay que centrar" y sobre cuyo contenido "hay mucho que discutir".
Sobre la mesa de negociación de los ministros de economía y finanzas de los países del euro está la propuesta de la caciller alemana, Angela Merkel, de condicionar los salarios a la productividad. También ha de hablarse de la posibilidad de ampliar el fondo de rescate para los países con problemas, aunque el ministro de finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, ha insistido en el momento de su llegada a la cita que no se tomará una decisión hasta marzo.
Entretanto, la incertidumbre sobre la capacidad del fondo sigue presionando al alza la deuda soberana de los países periféricos con más posibilidades de tener dificultades. La prima de riesgo del bono español a 10 años en comparación con el alemán (de referencia por su seguridad) está escalando siete puntos básicos en la jornada de hoy, hasta 215, mientras que el portugués asciende 11 puntos, hasta 413. El efecto negativo de la prima de riesgo se ha contagiado también a la Bolsa española, que ha cerrado cayendo un 0,27%.
Los titulares de Finanzas avanzarán en estas dos materias -la ampliación del fondo de rescate y las medidas que pide Alemania como contrapartida-, que forman parte de un paquete más amplio de actuaciones contra la crisis de la deuda. La Unión Europea pretende aprobar estas reformas en la cumbre del 24 y 25 de marzo.
Alemania y España son los dos ejemplos extremos que ilustran la propuesta de Merkel. En la última década, Alemania ha disparado su superávit por cuenta corriente, en la misma medida que España aumentó su déficit exterior. Eso se ha traducido en que España y otros países periféricos, como Irlanda, Grecia o Portugal han llegado a la crisis con empresas y familias muy endeudadas y una capacidad de generar crecimiento apocada, ahora que la demanda interna tirita. Y aquí viene la receta alemana: el camino más corto para resucitar la competitividad de la economía, que permita aumentar exportaciones y reducir importaciones, es acompasar las subidas salariales a las ganancias de productividad. O mejor aún, rezagar los salarios respecto a la productividad durante unos años.
A este respecto, Salgado ha asegurado que en España también se tiene en cuenta la productividad a la hora de revisar los salarios, además del IPC; pero ha sostenido que lo más importante es aumentar la flexibilidad en las empresas para que puedan adaptarse a las distintas situaciones económicas. "Lo que tenemos que hacer es ganar en flexibilidad, más que preocuparnos de si existe o no una clásula determinada", ha dicho la ministra.
Aunque Berlín y París aseguran que no han puesto ninguna medida concreta sobre la mesa y que todas las aportaciones serán bienvenidas, un documento filtrado por Berlín, con sugerencias como la prohibición de asociar las subidas salariales a la inflación o de armonizar el impuesto de sociedades, provocó un acalorado debate en la última cumbre del pasado día 4.
El fondo de rescate
Los líderes de la UE ya acordaron el 4 de marzo que harían lo necesario para aumentar la efectividad del fondo, mediante un aumento de su capacidad y de sus funciones, por lo que ahora toca a los ministros avanzar en la cristalización de este compromiso, de cara a poder adoptarlo en la citada cumbre de marzo.
El fondo de rescate fue aprobado en mayo de 2010 para socorrer a los países que pudieran presentar problemas de financiación, pero fue rápidamente cuestionado por los inversores debido al tamaño de las economías con riesgos -como España- y a que la capacidad de financiación del mismo es en realidad inferior a los 750.000 millones comprometidos. Como condición para ampliar el fondo, Alemania plantea medidas como la prohibición de asociar las subidas salariales a la inflación o de armonizar el impuesto de sociedades, un movimiento exigente respaldado por Francia.
Entre los nuevos usos que se barajan para el fondo se encuentra la compra de bonos para contener las turbulencias en los mercados de deuda, la concesión de líneas de crédito a los países con problemas (que serían menos exigentes que los rescates aplicados para Grecia e Irlanda); e incluso la suavización de las condiciones exigidas en los préstamos a Atenas y Berlín.
Los ministros de finanzas eligen al belga Peter Praet para el comité del BCE
Los ministros de Finanzas de la zona euro han designado al director del Banco Nacional de Bélgica, Peter Praet, para sustituir a la austríaca Gertrude Tumpel-Gugerell en el comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), cuyo mandato finaliza el próximo 31 de mayo.
La designación por parte del Eurogrupo no es definitiva y deberá ser confirmada por los jefes de Estado y de Gobierno de la zona euro, "que tendrán la última palabra sobre el nombramiento", según ha recordado el portavoz de la presidencia del Eurogrupo, Guy Schuller.
La elección del miembro del consejo se produce en medio de la polémica por la designación del sucesor de Jean-Claude Trichet al frente de la institución, después de que el favorito, Axel Weber, presidente del Bundesbank, renunciara a ocupar el cargo.
La ministra española de Economía y Hacienda, Elena Salgado, ha evitado pronunciarse sobre su favorito para el puesto, para el que se barajan figuras como el presidente del Banco de Italia, Mario Draghi, o el alemán Klaus Regling, que dirige el fondo de rescate de la zona euro.
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