Reino Unido baraja nacionalizar Lloyds ante su desplome
El agujero del banco que absorbió HBOS supera los 11.000 millones
El ministro británico del Tesoro, Alistair Darling, alimentó ayer los rumores de nacionalización del Lloyds Banking Group al negarse a descartar esa opción después de que el banco perdiera el viernes casi un tercio de su valor en Bolsa. El anuncio de que las pérdidas de HBOS -absorbido en otoño pasado por Lloyds TSB para crear el nuevo grupo bancario- superarán los 11.000 millones de euros en 2008 fue el desencadenante del pánico de los inversores.
El Estado posee ya el 43% de Lloyds tras inyectar 19.000 millones de euros de dinero público en HBOS para evitar su desplome. Aunque la dirección del nuevo banco se ha resistido en las últimas semanas a incrementar su capital con ayuda del Estado, el desplome del viernes está extendiendo la creencia de que la nacionalización de Lloyds es inevitable para contener la oleada de desconfianza. "Obviamente aún tenemos que digerir los detalles, pero parece cada vez más probable que Lloyds HBOS va a pasar en su mayoría a ser propiedad pública y que eso irá inevitablemente seguido de la nacionalización", declaró ayer Vincent Cable, portavoz de Finanzas del partido de los liberales-demócratas y convertido en esta crisis en el principal gurú de la economía británica.
El portavoz financiero de los conservadores, Kenneth Clarke, calificó ayer de "desastre" la fusión de Lloyds y HBOS, impulsada en otoño pasado por el Gobierno para evitar el colapso de HBOS. "Nunca tenía que haberse aprobado esa fusión. Lloyds era un banco aburrido, un banco estable que no hacía tonterías", declaró ayer Clarke a la BBC Radio Four.
El antiguo Lloyds habría acabado 2008 con unos beneficios de casi 1.500 millones de euros, pero el banco fusionado anunció el viernes al mediodía, tras una turbulenta reunión de su Consejo de Administración, que las pérdidas de HBOS superarán los 11.000 millones, 1.800 millones más de lo pronosticado en noviembre. El anuncio hundió de inmediato las acciones de Lloyds un 40% en la Bolsa de Londres, cerrando la sesión casi un 33% por debajo de la cotización del jueves.
Alistair Darling, que asiste en Roma a la reunión del G-7 defendió la fusión, pero no descartó la nacionalización, que sería la tercera tras los casos de Northern Rock y RBS. Además, el Estado intervino el Bradford & Bingley al asumir la ruinosa cartera hipotecaria y adjudicar la parte al Abbey, propiedad del Santander. "No había alternativa" a la fusión, declaró ayer Darling. "No teníamos meses ni semanas para estudiar el caso, teníamos que intervenir enseguida y eso hicimos. Ahora hemos pedido a los nuevos gestores que estudien bien los libros para conocer cuáles son los activos malos y otros problemas que hayan surgido", añadió.
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