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El Gobierno planea subir impuestos a las rentas altas para capear la crisis

Se trata de garantizar las prestaciones sociales y la inversión pública, según Blanco - El PP advierte que se volverán a penalizar las rentas medias

Claudi Pérez

Terminó la era de proclamar que bajar los impuestos es de izquierdas. El cambio en la política fiscal del Gobierno socialista está en marcha: José Blanco, número dos del PSOE y ministro de Fomento, anunció ayer que el Ejecutivo planea una subida de impuestos para las rentas altas. "Si es necesario elevar determinados tipos impositivos para garantizar políticas sociales o inversiones públicas habrá que hacerlo", declaró a la cadena SER. Traducción libre: hay que subir impuestos -a los ricos y muy probablemente a las rentas medias- para pagar medidas como la ampliación de las ayudas a los parados y hacer frente a los enormes costes de la recesión, con el déficit público galopando hacia niveles nunca vistos, en torno al 10% del PIB.

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Blanco se une así a la marea de declaraciones que vienen anunciando desde el Gobierno el cambio de rumbo fiscal. El presidente José Luis Rodríguez Zapatero y la vicepresidenta Elena Salgado han advertido recientemente de que no hay más remedio que pasar revista a todos los impuestos para embridar el déficit. Y no son sólo palabras: el Ejecutivo subió en junio la tributación sobre el tabaco y las gasolinas, y ha anunciado la eliminación parcial de la deducción por vivienda en 2011. En las negociaciones -ya rotas- con los agentes sociales se habló de reducir las cotizaciones sociales y subir el IVA, y sobre la mesa está también la posibilidad de eliminar total o parcialmente medidas discutidas, como la deducción de los 400 euros o el cheque-bebé. Cualquiera de esos cambios que el Gobierno tiene en mente se incluirá en los Presupuestos del Estado de 2010.

Se cierra así una larga etapa en la que Gobiernos del PP y del PSOE pudieron bajar impuestos y al mismo tiempo mantener (con matices) la calidad de los servicios públicos ante el imponente crecimiento de los últimos años. Con la llegada de la crisis y los cuatro millones de parados se desploman los ingresos del Estado y se disparan los gastos. Lo mismo sucede en todo el mundo, lo que ha llevado a organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) a defender la necesidad de impulsar subidas tributarias.

Las respuestas a esa tendencia son dispares: Estados Unidos, Reino Unido e Irlanda, países con déficit públicos disparados, han aprobado ya subidas fiscales para los ricos. Pero Alemania ha anunciado una rebaja de 13.000 millones de euros -en pleno año electoral- y Francia se niega a subirlos. "No aumentaré los impuestos porque eso retrasaría la salida de la crisis", aseguró en julio el presidente Nicolas Sarkozy.

Ése es el dilema. El Gobierno ha diseñado un ambicioso plan anticrisis, pero ahora se enfrenta a las consecuencias en forma de un abultado déficit público y de la necesidad de dar un giro fiscal para reducirlo ante la presión que impone el Pacto de Estabilidad de la UE. El Banco de España ya ha avisado de que futuras subidas de impuestos "pueden acabar esterilizando los efectos expansivos" de las medidas de estímulo.

Pero el titular de Fomento no titubeó ayer a la hora de reabrir un debate espinoso. "Soy partidario de ayudar a los que más lo necesitan y si para ello los que tienen más recursos tienen que apretarse el cinturón, habrá que decirlo con claridad a la sociedad", destacó Blanco, que más tarde recalcó que ese planteamiento es "una reflexión personal".

El problema es que no es fácil delimitar ese colectivo que el número dos del PSOE define como "las personas que tienen más renta". El Ejecutivo acaba de eliminar el impuesto sobre el patrimonio. Si el Gobierno se decide por subir el IRPF, lo más probable es que el grueso de las subidas recaiga sobre las rentas medias: sólo el 3% de los contribuyentes declara más de 60.000 euros anuales. Y sólo el 20% declara más de 30.000. Los más ricos, además, tributan a través de sociedades de capital variable (sicav), que pagan sólo el 1% de impuestos.

Una vez abierto el melón fiscal, las reacciones no tardaron en producirse. El portavoz del PP, Cristóbal Montoro, aseguró que los planes del Gobierno perjudicarán principalmente a las clases medias, "las auténticas pagadoras". "Detrás del titular simpático de subir los impuestos a los ricos están en realidad las rentas medias, a quienes ya afectó la subida de carburantes y del tabaco", criticó. Blanco contraatacó y acusó al PP de hacer demagogia: "Es imposible hacerlo todo bajando impuestos y recortando gasto público. Si pensamos ampliar la cobertura a los parados hay que tener claro que ese dinero sale de las arcas del Estado, y los recursos son limitados". Tampoco la izquierda lo ve claro. El coordinador de IU, Gaspar Llamazares, dijo que el Gobierno "lleva toda la legislatura hablando de recuperar una política fiscal más progresiva, pero su política tributaria de los últimos años es la contraria".

Tanto Comisiones Obreras como UGT aplaudieron la propuesta. Paloma López, de CC OO, propuso que el aumento se aplique a aquellos que ganen más de 60.000 euros brutos anuales y sostuvo que en todo caso las modificaciones fiscales tienen que perseguir una mayor progresividad. UGT apoyó la medida, al considerarla necesaria para financiar las políticas de gasto en un contexto de crisis económica. Toni Ferrer, secretario de Acción Sindical, pidió que se revisen los tipos impositivos de patrimonio, el de sociedades y el IRPF de las rentas altas, en busca de que proporcionalmente paguen más quienes tengan más recursos. La CEOE rechazó evaluar una posible subida hasta que la medida sea oficial.

Tras la ampliación del subsidio a los parados con menos rentas anunciada por Zapatero, la cicatriz del déficit sigue ampliándose: el propio Blanco anunció que licitará obra pública entre agosto y diciembre por valor de 6.086 millones, un 22% más que en los siete meses anteriores, con el objetivo de contribuir a la recuperación económica. A renglón seguido, anunció la posible subida de impuestos. Como dicen los economistas, no hay comidas gratis.

El ministro de Fomento, José Blanco.
El ministro de Fomento, José Blanco.

EL GIRO FISCAL

José Luis Rodríguez Zapatero

- "Bajar los impuestos es de izquierdas" (2003).

- "Los jóvenes de hoy pagarán menos impuestos mañana gracias al superávit" (enero de 2007).

- "Si hay que tomar alguna medida será coyuntural y muy moderada" (julio de 2009).

Elena Salgado

- "Subir los impuestos a las rentas altas tendría un impacto mínimo" (mayo).

- "Lo que es de izquierdas es tener recursos para mantener la protección social" (junio).

- Pasaremos revista a todos los tributos" (junio).

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Sobre la firma

Claudi Pérez
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

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