Galicia se queda en una semana sin entidades financieras

Desde hace un par de días se pueden ver por Vigo los típicos carteles de se busca, con las fotografías de los cuatro directivos de Novacaixagalicia impresas sobre las cantidades que han cobrado por prejubilarse, 23,6 millones. Con la del exdirector de Caixa Galicia José Luis Méndez, de 16,5 millones, ya suman 40. Sirve como metáfora de la sensación de expolio que sienten muchos gallegos por haber perdido unas cajas (Caixa Galicia y Caixanova), que consideraban suyas, ahora fusionadas y en manos del fondo de rescate en un 93%.

Por el camino, Novacaixagalicia ha perdido el control casi mayoritario de dos filiales: el Banco Gallego, en el que participaba con un 50%, y el Banco Etcheverría, el más pequeño del país y uno de los más solventes, donde tenía un 44%. El primero comenzó esta semana a negociar un ERE con la intención de dejar en la mínima expresión sus oficinas centrales de A Coruña para reforzar las de Madrid.

Los nacionalistas hablan de "expolio", y culpan a la Xunta por permitirlo

La noticia del Pastor ha dado la puntilla a un sector financiero forjado en dos siglos y medio que se ha esfumado en siete días. Pedro Barrié de la Maza, fundador de Unión Fenosa, convirtió a la entidad desde 1939 en financiadora de la expansión de empresas energéticas, como Gas Madrid, hoy de Gas Natural, o Astano, que fue el buque insignia de la construcción naval gallega. El Pastor, que ahora sufre por el riesgo inmobiliario, logró en los años setenta transformarse en el banco regional más fuerte de España, por delante de históricos como el Herrero o Banca Catalana. Tras la muerte de Pedro Barrié, su mujer Carmela Arias Díaz de Rábago, condesa de Fenosa, se hizo con la presidencia confiando finalmente la entidad a su sobrino José María. En 2005 el banco fichó como consejero delegado a Jorge Gost, antiguo directivo del Popular.

"Primero expoliaron el ahorro al dinamitar la caja. Ahora absorben el Banco Pastor", se lamentó ayer el portavoz del BNG, Guilleme Vázquez, que culpó a la Xunta por permitir "que se lo lleven todo". El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, también apuntó al Gobierno regional, pero por el escándalo de las prejubilaciones. Pidió una investigación a fondo. "Y quien tiene competencias para hacerlo es la Xunta", aseguró.