Fitch hunde a Banco de Valencia en el bono basura
Más malas noticias para Banco de Valencia. A la espera de que el supervisor cuantifique el capital que precisa para cubrir su exposición al riesgo inmobiliario, la agencia de calificación Fitch decidió ayer rebajar su calidad crediticia de BB- a B por el riesgo de que estas necesidades afecten negativamente en sus balances. Además, advirtió a su matriz, Banco Financiero y de Ahorros (BFA), principal accionista de Bankia, de que podría sufrir el mismo destino. La entidad presidida por Rodrigo Rato ya tiene actualmente una nota B. El mercado estima que las necesidades de la filial se sitúan sobre los 800 millones de euros.
La decisión de Fitch supone hundir la calificación de Banco de Valencia en el bono basura, un nivel reservado a los especuladores. Junto a la rebaja, la agencia también puso su nota en perspectiva negativa, lo que abre la puerta a más descensos. Ello dependerá de las necesidades de capital que establezca el Banco de España, ya que si son muy altas podría considerar al banco como quebrado.
Fitch justifica el tijeretazo en que la capacidad de Banco de Valencia de seguir adelante sin apoyos ha empeorado por el deterioro económico. Junto a ello, sostiene que la "ya escasa" rentabilidad de la entidad y su ratio de capital "relativamente bajo" puede verse "muy afectado" por el saneamiento. Sobre BFA, que podría acudir en ayuda de la filial con unos 300 millones en su condición de máximo accionista, Fitch matiza que el riesgo de recorte viene más por una caída de los ingresos de su participada que por necesidades de capital que le suponga la operación.
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