El FMI pronostica una contracción del 0,7% para España en 2009

El severo deterioro económico y el caos financiero obligaron al Fondo Monetario Internacional a rebajar tres cuartos de punto su proyección de crecimiento mundial, al 2,2% en 2009. Sus economistas anticipan que por primera vez desde la II Guerra Mundial, las economías avanzadas sufrirán una recesión simultáneamente, que calcula en el 0,3%. El recorte de las previsiones para España, pese a ser uno de los más suaves, es de medio punto, con lo que la contracción económica prevista sería del 0,7%, igual a la de EE UU.

Tradicionalmente se habla de recesión global cuando las economías ricas, emergentes y pobres registran una tasa de crecimiento medio por debajo del 3% del producto interior bruto, con lo que la nueva proyección anticipa ya ese escenario. Pero Oliver Blanchard, consejero económico del Fondo, cree que "no es útil" debatir sobre números, porque es evidente que la coyuntura es "peor de lo esperado". Estamos, dice, en un "círculo vicioso".

El organismo cree que el reto ahora es "aplicar" lo aprobado

El FMI ajustó sus proyecciones sólo un mes después de su publicación. Hay varias razones que explican este repentino deterioro, pero Blanchard destaca dos: una brusca caída de la demanda por la pérdida de confianza entre los consumidores y empresas, que anticipa una fuerte contracción a final de 2008 en los países industrializados, y que las restricciones al crédito salpican cada vez más fuerte a los países emergentes. Sin embargo, el FMI deja abierta una puerta al optimismo. "Las acciones globales para apoyar a los mercados financieros y proveer de mayores estímulos fiscales y monetarios puede ayudar a limitar la contracción del crecimiento mundial", reza el informe.

Además, otra pequeña aportación positiva: para 2009, según cálculos del FMI, el precio del petróleo estará cerca de los 68 dólares (53,3 euros) por barril. Un coste bastante superior al de ayer (el brent, de referencia en Europa, valía 58 dólares), pero muy inferior a los más de 140 dólares a los que cotizaba el verano pasado.

La revisión a la baja del producto interior bruto (PIB) español es considerable, de medio punto respecto a lo dicho en octubre. Jörg Decressin, jefe de la división de estudios económicos del FMI, explicó que España se está viendo afectada por la crisis financiera internacional más de lo anticipado, por su vínculo con las economías emergentes. Y precisó que le afecta igualmente la pérdida de confianza y la corrección en el precio de la vivienda. Si las previsiones del FMI se cumplen, la economía española sufrirá su mayor varapalo desde 1993, cuando se contrajo el 1,3%.

A pesar del tijeretazo, esta vez España es uno de los países a los que el FMI aplica un menor recorte. En el caso de Alemania se habla de una contracción del 0,8%, cuando hace un mes se anticipaba un estancamiento de su economía. Para el conjunto de la zona euro, la revisión es de siete décimas a la baja, con lo que en el nuevo escenario se vivirá una recesión equivalente al 0,5% del PIB por el efecto combinado del deterioro en la confianza y las restricciones al crédito. El mayor frenazo se sentirá en el Reino Unido, con una contracción de 1,3 puntos porcentuales en 2009.

Los recortes no dejan títere con cabeza. Compilando todos los países, el Fondo Monetario Internacional anticipa ahora una contracción de tres décimas para las economías avanzadas en 2009. Aunque Decressin no cree que sea peor a las crisis vividas en 1975 y 1982, será la primera vez desde la II Guerra Mundial que el conjunto de los países más ricos del planeta entren en recesión.

El previsto deterioro no afecta sólo a los países industrializados, ya que en algunos en vías de desarrollo la inflación los precios altos de algunas materias primas y la presión del abastecimiento local afectarán a sus expectativas. El ajuste a la baja para estos mercados y los emergentes se calcula en un punto porcentual. En el caso de China, India y Brasil, se esperan recortes de ocho, seis y cinco décimas respectivamente.

El Fondo confía en una recuperación rápida a finales de 2009, conforme mejore la demanda interna, aunque alerta de que las turbulencias plantean "serios riesgos a la baja" al crecimiento. Y lanza una invitación a que se recurra de forma coordinada a la política monetaria y a los incentivos fiscales para escapar de esta espiral, con más énfasis en los segundos, ya que los monetarios están más limitados. En este punto, se aplaudió la respuesta de Madrid para "sanar las heridas". El reto, dice el organismo, será "aplicar" las medidas.