Europa, al borde de la recesión
La Unión Europea augura una recaída, pero insiste en el ajuste y la austeridad - El vicepresidente Rehn no prevé una reducción significativa del desempleo
Las esperanzas de recuperación económica en Europa de hace seis meses se han desvanecido. El panorama que vislumbró ayer el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Asuntos Económicos y Monetarios y del Euro, Olli Rehn, es que "el crecimiento en Europa se ha estancado y existe el riesgo de una nueva recesión". El grave deterioro de la confianza está afectando a la inversión y al consumo, al tiempo que el debilitamiento del crecimiento global frena las exportaciones y el ajuste presupuestario lastra la demanda interior.
La previsión de crecimiento para la zona euro para el próximo año es del 0,5% frente al pronóstico del 1,8% de la pasada primavera. El estancamiento europeo se acentuará en el cuarto trimestre de este año (en que la economía de la zona euro se contraerá) y en la primera mitad de 2012, lo que supondrá "la paralización del crecimiento de empleo".
La previsión de crecimiento para 2012 es de solo el 0,5%
Italia, Grecia, Portugal, Chipre y Luxemburgo tendrán recesión
La recuperación del crecimiento del producto interior bruto (PIB) que se producirá durante el segundo semestre de 2012 "será demasiado moderada para provocar algún resultado digno de reseñar por lo que respecta a la evolución del mercado laboral". Según la Comisión Europea, "no parece que el desempleo [en el 9,7%] vaya a disminuir durante el periodo al que se refiere la previsión".
La Comisión Europea mantiene, sin embargo, su política. "Para lograr la reanudación del crecimiento y la creación de empleo", señaló Rehn, "es esencial restablecer la confianza en la viabilidad fiscal y en el sistema financiero, así como acelerar las reformas destinadas a intensificar el potencial de crecimiento en Europa".
El tono apocalíptico de la Comisión resulta especialmente inquietante. "Desde el verano, las perspectivas no han hecho más que empeorar. La crisis de la deuda soberana en los Estados miembros de la zona euro se ha generalizado, la sostenibilidad de la deuda en las economías avanzadas no pertenecientes a la UE ha pasado a situarse en el punto de mira de los inversores y la economía mundial ha perdido impulso". Según Bruselas, "habida cuenta del empeoramiento de las perspectivas de crecimiento y de la creciente incertidumbre, es probable que las empresas aplacen o cancelen sus inversiones".
Marco Buti, director general de Asuntos Económicos y Financieros, se apunta al pesimismo al señalar que "la probabilidad de un periodo más prolongado de estancamiento es alta". Añade que dada la altamente inusual incertidumbre sobre las decisiones políticas clave, "no puede excluirse una profunda y prolongada recesión complementada por un continuo trastorno de los mercados".
Europa volverá a quedarse rezagada el próximo año. Mientras, el crecimiento de la UE se limitará al 0,6%; EE UU crecerá un 1,5%; Japón, el 1,8%, y China, el 8,6%.
La locomotora alemana se paralizará completamente durante los últimos tres meses de este año y solo crecerá una y dos décimas durante los dos primeros trimestres de 2012. Francia y España registrarán una caída de actividad del 0,1% en el último trimestre. Italia entrará en recesión con dos trimestres consecutivos de caída del PIB, este y el próximo. A Reino Unido le esperan tres trimestres de crecer solo el 0,1%.
Para Grecia y Portugal el panorama es mucho más desolador, con caídas de la actividad económica este año del 5,5% y 1,9%, respectivamente y del 2,8% y 3%, en 2012. También Luxemburgo y Chipre entrarán en recesión, según las previsiones de Bruselas.
Buti sostiene que "no hay un remedio milagroso para restaurar la confianza en esta coyuntura". Recuerda las recientes directrices de la Comisión, cuyos elementos clave incluyen entre otros "la restauración de la sostenibilidad fiscal en Grecia; las rigurosas medidas de ajuste acordadas con los países que aplican programas de ajuste (Irlanda y Portugal)", o "la determinada pero diferenciada consolidación de las finanzas públicas junto las reformas estructurales para estimular el crecimiento y la productividad".
Rehn advirtió que algunos países como Bélgica, Chipre, Malta, Hungría y Polonia, que se habían comprometido a situar su déficit público en el 3% en 2012, deberán presentar sus propuestas de reformas y de presupuesto en las próximas semanas. El vicepresidente de la Comisión expresó su confianza en que las nuevas reglas del Gobierno económico estarán en vigor a mediados de diciembre y que en los casos en que se produzcan incumplimientos "enviará propuestas de recomendaciones o de sanciones".
La Comisión señaló que se ha producido una mejora gradual en las finanzas públicas. En este sentido, señaló que las previsiones de déficit presupuestario para 2011 se situarán ahora en el 4,7% del PIB en el conjunto de la UE y en el 4,1% en la zona euro. Para el próximo ejercicio descenderán al 3,9% y 3,4%, respectivamente, en la Unión y en la zona euro. No obstante, el ratio de deuda en relación con el PIB seguirá aumentando hasta situarse en el 90% del PIB en la zona euro en los próximos dos años. En el caso de Grecia, la deuda alcanzará el próximo año el 198%, mientras que en Italia, Irlanda y Portugal alcanzará el 120%; el 117% y el 111%, respectivamente.
Las previsiones apuntan a un descenso de la inflación por debajo del 2% el próximo año debido a una reducción gradual de los precios de la energía. Se prevé que la ralentización de la economía seguirá conteniendo la presión subyacente de los precios, mientras que los salarios registrarán un crecimiento moderado.
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