El CNI investiga las presiones especulativas sobre España
Inteligencia sondea a varios expertos por la crisis de la deuda
El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) está investigando qué hay detrás de los ataques especulativos en los mercados financieros contra España, al hilo de la crisis fiscal griega y el efecto contagio en varios países del sur de Europa. La división de Inteligencia Económica -creada para defender los intereses económicos, comerciales e industriales en sectores estratégicos, y similar a la que existe en otros países europeos- indaga si los ataques de los inversores y la agresividad mostrada por algunos medios de comunicación anglosajones obedece a la dinámica del mercado y a los desafíos a los que se enfrenta la economía española, o si hay algo más detrás de esa campaña.
Para ello, los agentes de Inteligencia Económica llevan semanas indagando, además de realizar los habituales contactos con ejecutivos y diversos expertos, según varias fuentes consultadas. Fuentes del CNI no quisieron hacer comentarios al respecto.
El centro tiene una división para cuidar de los intereses económicos
Ese ruido de los últimos tiempos es algo habitual en todas las crisis. Apareció a principios de los años noventa, cuando algunos dirigentes políticos denunciaron una campaña contra la peseta y otras monedas europeas. Esta vez no es diferente. El presidente José Luis Rodríguez Zapatero ha insinuado en varias ocasiones que tras los ataques de la prensa británica y estadounidense hay una ofensiva contra el euro que está afectando de lleno a España. En privado, Zapatero ha puesto de manifiesto su extrañeza sobre la virulencia de algunos periódicos, algo que sugirió en su reciente visita al Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), donde el gurú de la Universidad de Nueva York Nouriel Roubini aseguró que España "es una amenaza para la zona euro". "Si Grecia cae, es un problema para la eurozona", dijo Roubini. "Si España cae, es un desastre", afirmó en medio de la tormenta contra la deuda griega, en el momento en que empezaba a afectar también a la portuguesa y a la española.
El ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE, José Blanco, ha ido varios pasos más allá y ha llegado a asegurar en una entrevista reciente que "nada de lo que está ocurriendo en el mundo, incluidos los editoriales de periódicos extranjeros, es casual o inocente", para después denunciar "maniobras un tanto turbias" de los especuladores financieros. Esas teorías han encontrado cierto eco, aunque el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, destacó tajante hace unos días que "no hay conspiración". La vicepresidenta Elena Salgado visitó el diario británico Financial Times -citado habitualmente por Zapatero como uno de los arietes de esa campaña- para defender la solidez de la economía española.
Empresas, bancos, industrias y servicios de inteligencia no son tan diferentes. Todos ellos se desenvuelven "en un entorno común que se caracteriza por ser cada vez más estrecho, cambiante, interdependiente, complejo y que, como afirmaba el director de la CIA, exige capacidad de respuesta en tiempo real", aseguraba en un discurso en la Universidad Rey Juan Carlos el ex director del CNI Alberto Saiz, sustituido por Félix Sanz Roldán en julio del año pasado.
Entre las labores del servicio de inteligencia económica del CNI -recogida en su ley reguladora y detallada en la Directiva de Inteligencia- se incluyen la evaluación del riesgo político de los países (orientando el análisis a la inversión empresarial) y el análisis macroeconómico (estabilidad económica, seguimiento de sectores estratégicos), "todo ello con especial atención a su incidencia en la economía española", según el documento anteriormente citado, "para prevenir cualquier riesgo o amenaza que afecte a la independencia e integridad de España" e "intentando dar mejor respuesta a los retos que plantea la actual economía global".
Dentro de esa actividad, los agentes del CNI mantienen contactos frecuentes con varios expertos destacados en el ámbito de la economía y de los mercados financieros.
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