Alemania registra el peor dato de crecimiento desde la Gran Recesión
La crisis de deuda de la eurozona y la debilidad de EE UU frenan la actividad
Entre un tren de alta velocidad y uno de vapor hay diferentes categorías. Sin embargo, Alemania ha pasado de ser uno a otro en tres meses sin pasos intermedios. En el primer trimestre del año registró un incremento de su PIB del 1,3%, pero en el segundo la locomotora de Europa anotó un leve aumento del 0,1%. La crisis de deuda de la eurozona y la debilidad de EE UU frenaron a la economía germana. El reto de futuro, según los analistas, es ver cómo evoluciona y a qué velocidad continúa creciendo el país germano; si vuelve a ser un AVE, si se queda en Talgo o se reduce a una de las antiguas locomotoras de vapor.
El dato publicado ayer es el menor incremento intertrimestral desde el segundo trimestre de 2009. Una cifra lejos de las expectativas de muchos analistas como los de Bloomberg que preveían un crecimiento del 0,5% entre abril y junio de este año. "Se esperaba una nota más alta y ha salido bastante peor. Hay que tener en cuenta que el segundo trimestre ha sido complicado por los máximos en las materias primas o el efecto arrastre por lo ocurrido en Japón", señala Álvaro Lisson, de Analistas Financieros Internacionales.
Tanto el consumo de los hogares como la construcción se han retraído
A pesar de que el dato no está desagregado por sectores, el Instituto de Estadísticas alemán señaló que las importaciones crecieron con mayor fuerza que las exportaciones en el segundo trimestre. Berlín no ha podido quedarse al margen del resto de Europa, donde ha aumentado el temor a una recesión. "Alemania basa su crecimiento en las exportaciones y la economía se está ralentizando", apunta Rafael Pampillón, director de análisis económico del IE Business School.
Al clima internacional negativo se unió un empeoramiento de los indicadores internos. "El gasto final de consumo en los hogares y la construcción tiene un efecto desacelerador en la economía de Alemania en el segundo trimestre", asegura el organismo.
El quid de la cuestión es ver si esta ralentización es un dato aislado o si se consolida como una tendencia. "Esperamos que continúe el crecimiento porque vemos que esta desaceleración se debe a factores coyunturales. Consideramos que no se trata de un punto de inflexión, sino de un dato puntual", asegura Lisson.
Otros analistas confían en las empresas alemanas. "El periodo de crecimientos espectaculares quedó atrás, aunque las compañías alemanas tienen un as en la manga que puede suavizar los efectos de una ralentización en la economía alemana, ya que cuentan con un alto número de pedidos pendientes que pueden llevarse a cabo en los próximos meses", según Andreas Rees, economista de Unicredit.
El banco alemán Commerzbank revisó ayer a la baja las previsiones de crecimiento del país, del 3,4% al 3%, tras conocer el dato del segundo trimestre. El Bundesbank fue más negativo en junio cuando cifró el crecimiento del país en el 3,1% para este año y el 1,8% en 2012. En los próximos trimestres se verá el tipo de locomotora que arrastra a Europa.
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