El quirófano se apunta al parqué

Juan Segalés, director general de Medcomtech, prefiere ser discreto en cuanto a detalles sobre la salida a Bolsa de su empresa se refiere. "Estamos en fase de ultimarlo todo, y hay cosas que aún no puedo decir", se justifica. Lo que tiene claro es que su compañía, especializada en la distribución de instrumental y material médico ortopédico y para cirugía reconstructiva, cotizará a través del Mercado Alternativo Bursátil (MAB) antes del verano. Han superado la barrera de los 10 millones al año de facturación, consideran que están más que asentados en su sector y quieren expandirse, así que no les frena la coyuntura económica.

Medcomtech juega con ventaja. Su sector, dice Segalés, no entiende de crisis. "Nuestro negocio está muy vinculado a los factores demográficos relacionados con la esperanza de vida y a la proliferación de patologías óseas como la osteoporosis". En su mercado, España y Portugal, tienen clientela potencial para rato, ya que la esperanza de vida es de las más altas del mundo. Además, la gente ahorra en muchas cosas cuando la economía aprieta, pero la cirugía y los problemas ortopédicos no son algo que se considere prescindible. "Además, es un mercado que no depende de las modas, muy estable", explica el directivo. Un valor refugio que tendrá mucho tirón en medio de la inestabilidad bursátil actual, valora.

Usarán el nuevo capital para crecer e irán a Londres a captar inversores

La empresa de Segalés nació en 2002. Su director general asegura que la creó junto a su socio, Alejandro Roca, casi por casualidad. Él había sido jugador profesional de balonmano, y cuando se retiró en 1991 comenzó a trabajar en una empresa del sector ortopédico. Una década más tarde decidió hacerle la competencia y crear algo por su cuenta.

"Vi claro que la clave para crecer estaba en la innovación y la simplificación de la relación entre cliente y proveedor. Aquí reside nuestro éxito", explica. Manejan cuatro líneas de negocio: traumas y biomateriales (productos reconstructivos traumatológicos para extremidades y sustitutivos óseos), columna (implantes para desórdenes de la columna vertebral), ortopedia (prótesis de rodilla y cadera) y cifoplastia (un procedimiento quirúrgico para tratar fracturas vertebrales con aplastamiento). "Lo que hacemos es acudir directamente al origen del producto. Nos ponemos en contacto con el proveedor que tenga el sistema más innovador y lo traemos directamente a España. Nada de intermediarios", resume.

Tienen 14 proveedores, casi todos en exclusiva, la mayoría de EE UU, diferentes países de Europa y algunos asiáticos, como Corea o Taiwan. La competencia en el sector es fuerte, sobre todo porque hay varias multinacionales, y la receta para no desfallecer creen que está en ser flexibles y estar muy alerta ante las novedades que ofrecen los fabricantes.

La fórmula parece haberles funcionado bien hasta ahora. En pocos años han pasado de servir a un centenar de hospitales a trabajar con más de 350 en España y Portugal, un tercio de ellos públicos. Su facturación creció sólo entre 2008 y 2009 un 49%, de los 6,8 a los 10,1 millones. Y lo que es más importante: su beneficio se ha disparado. De los 341.000 euros de 2008 han pasado a embolsarse 1,2 millones, un 272% más.

"La salida a Bolsa es un impulso más. Queremos continuar nuestra expansión", explica Segalés. El MAB está hecho a su medida, asegura. Este mercado es el segmento de contratación diseñado por Bolsas y Mercados Españoles para las pequeñas y medianas empresas. De momento, sólo la juguetera

Imaginarium y Zinkia (la productora de los dibujos Pocoyó) cotizan en él.

"Para nosotros, la Bolsa supondrá más notoriedad, una mejor imagen de marca y una vía más para fortalecer la relación con clientes y proveedores", explica de carrerilla. Confían en el MAB, porque en otros países como el Reino Unido o Francia este tipo de mercados ha dado buenos frutos a sus miembros.

En el resto de datos de su salida a Bolsa se mantiene hermético. Se dirigirán a inversores cualificados y su estreno se articulará a través de una ampliación de capital, pero no quieren revelar el banco a través del cual harán la colocación ni el precio que sueñan para sus acciones.

No se plantean crecer de momento en otros países, porque dicen que en el mercado ibérico se sienten muy cómodos y aún tienen potencial (en España hay más de 1.000 centros sanitarios que pueden usar sus productos). Tampoco piensan salir a otras bolsas. Pero sí quieren atraer a inversores extranjeros. Por eso irán a Londres a captar capital, en reuniones especializadas. "Allí entienden bien este mercado", vaticina confiado Segalés. No le preocupa que España sea ahora mismo mirada con cierta precaución desde el resto de Europa. Ellos van por libre. Creen que sus cifras hablarán por sí solas.