Ocho segundos malditos
Contador, cuarto, se queda a un sólo paso del bronce tras una prueba dominada de principio a fin por el suizo Fabián Cancellara
Ocho segundos. Ocho fatídicos segundos privaron al español Alberto Contador del bronce en la prueba contrarreloj, en la que Fabián Cancellara ha ofrecido una gran exhibición que le ha otorgado la medalla de oro. El ciclista suizo dominó la crono de principio a fin. Pletórico de fuerzas, Cancellara volvió a poner de manifiesto que es un verdadero especialista en esta modalidad. El sueco Gustav Larsson, segundo, y el norteamericano Levy Leipheimer, tercero, completaron el podio final y se adjudicaron las medallas de plata y bronce respectivamente.
Contador comenzó la contrarreloj con muchísima fuerza. El ciclista de Pinto registró los mejores tiempos en los primeros puntos de referencia, pero en la parte final del recorrido, tanto Larsson como Leiphemier mejoraron sus marcas en el descenso y superaron al corredor español. Mientras, Cancellara impuso su dominio a lo largo de los 47,3 kilómetros de trazado y paró el reloj en 1:01:11, con casi un minuto de ventaja sobre Larsson. Al término de la crono, Contador declaraba que "la contrarreloj no es mi fuerte, pero cada día voy a más. Lo siento por España y por la gente d Pinto que estaba ante una pantalla gigante en la plaza. Yo sentía cómo me empujaban. Espero conseguir una medalla en el futuro".
El madrileño fue pasando del oro que tenía a los diez kilómetros a la plata que le correspondía a los 23,5, cuando le adelantó Cancellara. A los 34,6 kilómetros era bronce, porque el sueco Larsson echó el resto y en la meta fue el estadounidense Leipheimer quien le apeó del podio. Contador fue de más a menos y acabó reventado. Los últimos diez kilómetros fueron su tumba. Allí se dejó una renta de 34 segundos sobre Leipheimer. La había atesorado en los tramos en cuesta del recorrido, las rampas de hasta el nueve por ciento. Pero le faltó regularidad y se quedó cuando la carretera se ponía cuesta abajo, terreno de especialistas.
Contador se quedó a las puertas de una segunda medalla del ciclismo español en Pekín tras el oro de Samuel Sánchez en la prueba de fondo. Hubiera sido la cuarta presea olímpica en ruta tras la de Sánchez y las dos logradas contrarreloj en Atlanta, el oro de Miguel Indurain y la plata de Abraham Olano. Suiza no tenía ninguna medalla en la crono olímpica hasta hoy. Cancellara, bronce en la prueba de fondo, voló de nuevo por la Gran Muralla. Era el máximo favorito y no decepcionó. Suma el oro olímpico a su maillot con mangas arcoiris que le acredita como campeón del mundo contra el crono. Es el mejor de la disciplina y quiso mostrarlo. El alemán Stephan Schumacher le había arrebatado las dos cronos del pasado Tour y estaba dolido. Se sacó la espina. Le dobló.
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