Los riesgos de Reyes Estévez
Las sustancias que, según los investigadores de la Operación Galgo, prescribieron a los atletas perjudican gravemente la salud
La revista Interviú reveló ayer los que, según los agentes de la Guardia Civil que llevaron a cabo la Operación Galgo, son los planes dopantes para Reyes Estévez y Nuria Fernández elaborados a mano por Eufemiano Fuentes -la Guardia Civil ha creído reconocer su letra en los mismos tras cotejarlos con planes similares de la Operación Puerto- y que obraban en poder del entrenador de ambos, Manuel Pascua, imputado de un presunto delito de dopaje.
En los planes, incluidos en el sumario de la Operación Galgo, se detalla a los atletas, referidos como A15 y B15, cómo en los meses de junio y julio pasado, la fase final de la preparación para los Europeos de Barcelona, debían cada dos días inyectarse subcutáneamente dosis de insulina y del factor de crecimiento Igf-1, cada 10 días inyectarse la hormona HMG (gonadotrofina menopáusica humana) y cada tres semanas someterse a extracciones y transfusiones de sangre. Las indicaciones de estos productos prohibidos, según la normativa antidopaje, se encuentran en clave, mientras que en los mismos planes figuran con todas sus letras las prescripciones de sustancias permitidas, como hierro, vitamina c y ácido fólico. Nuria Fernández ganó la medalla de oro de los 1.500 metros y Reyes Estévez terminó cuarto en la misma distancia.
Algunos compuestos pueden llegar a acelerar el desarrollo de cánceres
Después de los Europeos, y según la misma revista, que ha tenido acceso al sumario, en una conversación pinchada con Pascua, Reyes se queja de "mear marrón" (en otras ocasiones ya había sido tratado de hematuria), de "dolor de testículos" y de "un bulto debajo del ombligo". Pascua le envió a la clínica Rúber, y le alentó: "No te preocupes, has salido de otras, de esta saldrás también".
Reyes Estévez y Nuria Fernández declararon ayer como testigos de la Operación Galgo. "Yo estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado", dijo ante la prensa Estévez. Según el atleta, su implicación en el caso se debe a que apareció "en unas fotos de una reunión". "Pero nunca utilicé ni vi sustancias prohibidas", añadió Reyes. "Tengo la conciencia tranquila", apuntó Nuria. También declararon como testigos los atletas Eugenio Barrios y Digna Luz Murillo, y como imputado el técnico José Luis Pascua.
"Nosotros usamos la Igf-1 [insulinelike growth factor, en inglés] para hacer desarrollarse a los tumores en las células: echas unas gotas y es casi un espectáculo artístico, como un pavo real abriendo su cola, lo que le pasa a la célula", dice Cristóbal Belda, investigador del cáncer. "La Igf-1 hace crecer en el organismo todo aquello susceptible de crecer, ya sea músculo, ya sea hueso, ya sean células malignas. Y la insulina también funciona como hormona de crecimiento".
Se sorprende Belda, que también es director científico de la Fundación Severiano Ballesteros, de la facilidad con que se recomienda a los deportistas sanos medicamentos y sustancias peligrosos para la salud y cree que al mismo tiempo que se les prescriben les deberían alertar de sus efectos secundarios y peligrosos. "Los especialistas consideramos que el receptor del Igf-1 es un oncogén
[los oncogenes son los responsables de la transformación de una célula normal en una maligna que desarrollará un determinado tipo de cáncer]. Si activas las células madres de un tumor, estás acabado. Y a los adultos que toman hormona de crecimiento les aconsejamos una colonoscopia cada tres años, pues desarrollan pólipos".
Aunque en los planes de los atletas de Pascua no figura la EPO (eritropoyetina), el uso de esta hormona peptídica que transformó el deporte de resistencia mundial al sintetizarse a finales de los años 80, también preocupa a Belda. "Nosotros hemos dejado de dar EPO a los pacientes con cáncer para luchar contra la anemia, pues aumenta el tamaño de los tumores", dice el oncólogo del hospital de La Paz, en Madrid.
Reyes Estévez no fue el único atleta que refirió problemas de salud a Pascua, según, también las escuchas a las que ha tenido acceso Interviú. La revista habla de la atleta holandesa Adriënne Herzog y de la velocista asturiana Estela García, quien según el técnico sufrió una depresión al dejar de tomar anabolizantes. Este síndrome, descrito por psiquiatras y otros especialistas, es bien conocido por Eufemiano Fuentes, quien prescribe Prozac a sus deportistas. Algunos de ellos, como los fallecidos Chava Jiménez y Marco Pantani, que desarrollaron graves depresiones, sufrieron problemas de adicción a la cocaína.
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