Una resignación millonaria

Dos días después de que su representante pactase con el Inter una subida de sueldo de un millón de euros netos por año y un día después de negarse a firmar ese contrato, Wesley Sneijder (Utrecht, Holanda; 1984) aflojó amarras y estampó el autógrafo como quien se resigna a hacerse millonario. De paso, el Real Madrid recibió 18 millones de euros por el traspaso.

"Es inexplicable que no se vaya", decían el martes los dirigentes del Madrid tras comprobar cómo el centrocampista se resistía a marcharse al club italiano, que le ampliaba su contrato dos años más, hasta 2014, y le pagaba además cuatro millones de euros netos por temporada en vez de los tres que cobraba ahora. Ayer, por fin, aceptó para alivio del presidente, Florentino Pérez, que considera imprescindible ingresar dinero para equilibrar las cuentas.

El medio firmará hasta 2014, dos años más de los que tenía en Chamartín

"El Inter, el campeón italiano, le ofrece ser titular indiscutible y, además, le paga un millón de euros más por año", decían en el Madrid; "aquí no tiene dorsal ni taquilla y posiblemente no juegue. Es el capitán de la selección holandesa y necesita jugar si quiere ir al Mundial de Suráfrica". Sneijder quería mantenerse firme, pero su situación comenzaba a ser desesperada. "Comprobó que el Madrid sería inflexible", dijo ayer un responsable de la negociación.

Sneijder habló el mismo martes con el entrenador, Manuel Pellegrini, que le aclaró que no podía garantizarle que no acabase en la grada. La política del club se impuso a los deseos del chileno, atraído por un futbolista capaz de moverse entre líneas. "No siempre se puede tener todo lo que uno quiere", explicó Pellegrini cuando le preguntaron por este conflicto ese día. Incluso admitió que las necesidades económicas de la entidad podían ser prioritarias en este caso.

Desde Italia, el presidente del Inter, Massimo Moratti, estaba dispuesto a hacer un esfuerzo económico excepcional para hacerse con Sneijder. Si por razones de legislación fiscal, al Madrid la ficha del jugador, de tres millones netos, le costaba cinco millones al año, al Inter, que le pagará cuatro netos, le costará ocho. Así, su desembolso total hasta 2014 será de 40 millones, 25 más del que habría tenido el Madrid hasta 2012, cuando acababa su contrato.

El entrenador interista, el portugués José Mourinho, le había reclamado con urgencia. La lesión de Cambiasso, que estará dos meses de baja, y el empate del equipo en la primera jornada de la Liga y la derrota en la Supercopa nacional habían precipitado la necesidad del fichaje.

El lunes pasado, el Inter ofreció al Madrid 15 millones más otros tres por objetivos fácilmente concretables. Hasta ayer, Sneijder se negó a dejar Chamartín. Ayer cambió de idea inspirado, según el Madrid, no por el dinero, sino por razones personales tan particulares como el propio carácter del futbolista.

Sneijder, que fichó por el Madrid en 2007, con 23 años, hizo una buena primera temporada. Procedía del Ajax, en el que le consideraban la gran figura. Pero en la segunda empezó a declinar. Su divorcio y una lesión de rodilla le empujaron a perder el control en su vida privada y a bajar su rendimiento deportivo. Su intento de rectificación no convenció a los dirigentes madridistas, que, además, consideran que el puesto que ocupa está bien cubierto por Kaká, Raúl, Guti, Granero o incluso Lass.

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