La primera de Xavi Pascual

Xavi Pascual, el entrenador, lo necesitaba, y el Barcelona también. Desde que en 2006 el equipo azulgrana se adjudicó la Liga Asobal, la sección de balonmano no había conseguido un título importante. El entonces entrenador, Xesco Espar, había incorporado al palmarés de la entidad las últimas dos coronas de peso: la Copa de Europa en 2005 y la Liga en 2006. Ayer, el Barça Borges recuperó la senda de los grandes títulos. Ganó al Naturhouse La Rioja, por 25-30, y se aseguró su 18ª Liga Asobal, a falta todavía de una jornada para la conclusión.

El Barcelona ha perdido un solo partido liguero esta temporada, en la pista del Ciudad Real, hace dos semanas, donde ya tuvo ocasión de proclamarse campeón. Su buena marcha a lo largo del año quedó ayer concretada con el título de Liga, al que puede sumar el de la Liga de Campeones, puesto que tiene asegurada ya su clasificación para la final a cuatro de Colonia, que se disputará a finales de este mes. El Ciudad Real ganó la Copa del Rey. Los manchegos habían ganado la Liga en las últimas cuatro ediciones.

Para Xavi Pascual, que acaba de renovar su contrato, la Liga es la mejor manera de reivindicarse, después de la inesperada derrota que sufrió la temporada pasada en la final de la Liga de Campeones ante un Kiel al que tenía contra las cuerdas. Pascual es un técnico de la casa, que cogió un equipo en mal momento después de la etapa de Espar y de la metamorfosis provocada con la llegada de Manolo Cadenas, que no logró adaptarse a la entidad: su paso por el Barcelona fue corto y acabó siendo sustituido por Pascual, que el año pasado ganó la Supercopa, la Copa Asobal y la Copa del Rey: un botín considerado corto para un equipo que cuenta con el mayor presupuesto del balonmano español.

Pascual aceptó la situación que se encontró y fue remodelando el equipo. Sin embargo, esta temporada había retocado a su gusto la plantilla y había formado su propio equipo, con la llegada de Raúl Entrerríos, Sjostrand y Sorahindo, unidos a la incorporación de Sarmiento, Saric, Igropulo y Rutenka, que llegaron antes. Por primera vez tenía a su propio equipo, el que él quería. Y ganó su primer gran título.

"No es el final del camino sino que esperamos que sea el inicio", dijo Pascual a Catalunya Ràdio. "Hemos jugado más concentrados en la Liga, gestionando bien las competiciones, y ahora el título nos dará confianza". De la mano de Pascual, el equipo ha ganado en agresividad y ha sido capaz de jugar a un nivel extraordinario, como ocurrió en Kiel. "El reto ahora es la Copa de Europa", convino el técnico. Juanín García, por su parte, se convirtió en el máximo goleador en la historia de la Liga. Jornada completa pues para el Barça.