La huelga cobra fuerza

"Hay un 0,01% de posibilidades de que el sábado empiece la Liga". Lo dijo un directivo del fútbol español poco después de que la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) escenificaran ayer en la sede de la patronal, en Madrid, su primera reunión desde la convocatoria de huelga por parte de los jugadores. Un encuentro breve para la complejidad del conflicto, de apenas hora y media, en el que las dos partes no acercaron ni un centímetro sus posturas y que acabó con reproches recíprocos, en comparecencias por separado ante la prensa, y citándose de nuevo para mañana, viernes.

"No hemos llegado a ningún acuerdo", reconoció después el presidente de la LFP, José Luis Astiazarán; "es imposible en este momento, y a estas alturas de la semana, llegar a un acuerdo para suscribir un convenio colectivo".

Volverán a verse mañana y trabajarán el fin de semana para acercar posiciones

Peligra también el Trofeo Gamper, que el lunes enfrentará al Barça con el Nápoles

"Es imposible a estas alturas de la semana acordar un convenio", dice Astiazarán

"Las posturas están muy distanciadas; más si cabe", advierte Gil

No lo dijo Astiazarán, pero también parece imposible que, incluso si hay acuerdo, pueda ponerse en marcha la millonaria maquinaria de la quiniela, que la temporada pasada recaudó 7,8 millones de euros en la primera jornada de Liga. El boleto de la correspondiente a la de esta temporada no ha salido a la venta y desde Loterías y Apuestas del Estado explicaban ayer que no lo hará hasta que haya una comunicación oficial de que no habrá paro.

Por el momento, esto parece muy lejano. "Las posturas están muy distanciadas; más si cabe", afirmó Luis Gil, que encabezó la delegación de la AFE porque su presidente, Luis Rubiales, fue padre el pasado martes. El gerente del sindicato de jugadores aseguró que la LFP no había hecho ninguna propuesta nueva en la reunión para desatascar la negociación.

Así que la convocatoria de huelga se mantiene porque las cosas siguen igual que hace una semana, cuando la AFE se rodeó de un centenar de futbolistas, entre ellos una nutrida representación de los campeones del mundo, para demostrar que va en serio cuando reclama los casi 50 millones de euros que los clubes de Primera y Segunda División adeudan a sus jugadores y exige un nuevo convenio colectivo y que los clubes con impagos desciendan de categoría, algo que en la actualidad consiguen sortear acogiéndose a la Ley Concursal.

Pero las posiciones están más enconadas. Porque Astiazarán no solo recordó ayer que el fútbol está "en una situación económica muy compleja". También se le escuchó una tímida defensa de la ley concursal en este deporte -"los clubes son empresas como cualesquiera otras"-, criticar la financiación de la AFE -"el sindicato se tiene que autofinaciar a través de sus asociados, que algunos tienen mucho dinero"- y hasta aludir a la frivolidad de los futbolistas dado el momento de crisis económica: "Si son 200 los que tienen problemas de cobro, eso supone un 20% de la plantilla total de Primera y Segunda. En España hay un 20% de paro. Ellos, por lo menos, tienen trabajo".

Con la huelga cada vez más cercana -sería la primera del fútbol español desde 1984- no solo peligra los partidos de Primera y Segunda División. Según la AFE, también el Trofeo Gamper, que enfrentará al Barcelona y el Nápoles el lunes en el Camp Nou; los entrenamientos y cualquier actividad programada por los clubes entre el día 19, viernes, y el 22, lunes. La convocatoria también incluye la segunda jornada de Liga, el último fin de semana de agosto.

A pesar del clima de distanciamiento, ambas partes se mostraron dispuestas a seguir trabajando durante los próximos días, "incluso durante el fin de semana y la semana que viene" para resolver la situación. La LFP tendrá una tarea añadida si no llegan a un acuerdo: reprogramar la primera jornada del campeonato en un calendario especialmente apretado esta temporada porque el verano que viene hay Eurocopa. "En los próximos dos días veremos qué solución podemos encontrar", dijo Astiazarán.

Luego cogió un avión para acudir a la comida de directivas previa a la Supercopa, en Barcelona. También acudieron Luis Gil y otro representante de la AFE a la primera gran final de la temporada.