El circuito mágico de Alonso
El español consiguió en Brasil sus dos títulos mundiales de F-1 e incluso acabó en el podio tras sufrir su peor accidente
Que el título mundial de fórmula 1 de este año se decida en Brasil no es una mala noticia para Fernando Alonso. A pesar de que nunca ha ganado en Interlagos, fue allí donde se aseguró sus dos títulos, en 2005 y 2006, y donde se subió al podio por segunda vez en su vida de una forma absolutamente impensable: tras haber sufrido el peor accidente de su carrera. Alonso partirá en Brasil, el próximo día 21, con una desventaja de cuatro puntos en relación con su compañero en McLaren Mercedes, el británico Lewis Hamilton. También Kimi Raikkonen (Ferrari), a siete puntos del líder, mantiene opciones a la corona. En principio, Hamilton (107 puntos) tendrá la ligera desventaja de que nunca ha corrido en el circuito suramericano.
"Trabajaré a fondo en el simulador", promete Hamilton, que no conoce el trazado
Esta circunstancia podría ser un inconveniente para muchos otros pilotos. Sin embargo, no parece serlo para el británico, que este año ha ganado tres de sus cuatro victorias en circuitos que desconocía por completo: Estados Unidos, Canadá y Japón. "Trabajaré a fondo en el simulador, como he estado haciéndolo toda la temporada", dijo Hamilton; "espero llegar a punto para correr en Brasil. Tengo muchas posibilidades de ser campeón y quiero explotarlas". Para Hamilton, cualquier detalle va a adquirir un gran valor. Salir en la pole position es uno de los objetivos prioritarios de los tres pilotos que siguen aspirando al título, dada la trascendencia que ha adquirido este año: en diez carreras de las 16 disputadas ha ganado quien ha salido el primero.
Los recuerdos de Alonso en la cita brasileña son contradictorios, pero prevalece la satisfacción de los dos títulos que se adjudicó en Interlagos con Renault. En 2003 sufrió un grave accidente en la 54ª vuelta, cuando su coche chocó contra uno de los neumáticos desperdigados del Jaguar de Mark Webber. Alonso no consiguió controlar su bólido y acabó impactando contra la valla protectora. Fue un golpe brutal. El coche quedó destrozado y Alonso tuvo que ser retirado del circuito en camilla. Pero, justo cuando le enfocaban las cámaras de televisión, el español levantó el dedo pulgar de su mano derecha indicando a su familia que estaba bien de salud. Fue en el hospital donde Alonso se enteró de que la carrera -en principio de 71 vueltas- había sido suspendida y que, por tanto, él había concluido en la tercera posición. Fue su segundo podio, tras el que había logrado el mismo año en Malaisia, donde fue también tercero.
Aquella carrera, la de 2003, la había ganado Raikkonen. Él subió al podio y recogió el trofeo. Pero cuando los comisarios investigaron a fondo la clasificación, descubrieron que la victoria no era del finlandés, sino del italiano Giancarlo Fisichella. Para Raikkonen aquélla habría sido la única victoria en Brasil.
Hasta ahora, Raikkonen ha conseguido tres segundos puestos consecutivos, desde 2003 hasta 2005. Así que el objetivo de los tres contendientes para el título será ganar la carrera porque ninguno de ellos lo ha conseguido todavía. Sin embargo, Alonso ha vivido en Interlagos las mayores satisfacciones de su vida.
En 2005, a falta de otras dos carreras, había llegado a Brasil con 25 puntos de ventaja sobre Raikkonen y, aunque perdió dos en relación con él -acabó el tercero, detrás del colombiano Juan Pablo Montoya y el finlandés-, mantuvo más de 20 y se aseguró su primer título. Un año después, Brasil se había convertido en la última carrera. Alonso y el alemán Michael Schumacher habían llegado igualados a la penúltima, en Japón, pero una rotura de motor del alemán dejó al asturiano a las puertas del título. En Brasil, su ventaja era de diez puntos. Alonso acabó el segundo, por delante de un Schumacher que había dado ya el título por perdido, pero que luchó hasta la última vuelta.
Ahora, las posibilidades de que Alonso gane de nuevo el título son más remotas. Para conseguirlo, debería ganar la carrera y que entre él y Hamilton se colocase un Ferrari; o que acabara segundo y Hamilton no estuviera por delante del sexto puesto. Otra posibilidad es que finalizara tercero, Hamilton octavo y Raikkonen no ganara; o incluso que concluyese cuarto y Hamilton no puntuara. Este supuesto no le valdría en caso de que Raikkonen ganara. Hay un buen cúmulo de opciones. Todas pasarán por el hecho de que el británico no concluya por delante de Alonso.
"La batalla psicológica será muy fuerte en Brasil", destacó ayer el último campeón británico (1996), Damon Hill, "pero Lewis irá a la carrera con tanta confianza como la que ha tenido todo el campeonato. Cuando vi lo que le ocurrió el pasado domingo, en Shanghai, me quedé estupefacto. Pero él me devolvió rápidamente a la realidad al asegurar que seguiría luchando porque todavía estaba liderando el Mundial". "Como deportista, su conducta me pareció ejemplar. Llegó a la F-1 como debutante y está superando a los mejores pilotos del mundo. Este campeonato tendrá un final emocionante. Y espero que lo gane Hamilton", concluyó.
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