San Emeterio se venga del Bizkaia

Un triple sobre bocina de San Emeterio consumó la venganza del Baskonia frente al Bizkaia, que ya veía el triunfo en su bolsillo. El equipo de Ivanovic cerró en parte las heridas que le provocó su caída de la Euroliga el pasado jueves frente a los bilbaínos y de paso complicó el camino a la Copa del Rey de los de Katsikaris. No fue fácil, el choque estuvo muy igualado y el Gescrap marcó el ritmo en la mayor parte del choque.

El frenético arranque del encuentro recordó poderosamente al partido de Euroliga del pasado jueves. Con Teletovic y San Emeterio muy errados en la canasta, el Caja Laboral dejó patente su ansiedad por dominar el choque. Fue Milko Bjelica quien asumió el control del conjunto de Dusko Ivanovic mientras Blums se hartaba de encajar triples bien secundado por las apariciones estelares de Mumbrú y Jackson.

El pabellón de Miribilla bullía por la necesidad del equipo local de reorientar su camino hacia la Copa del Rey aunque atesoraba la certeza de saber que la cancha bilbaína solo ha visto una derrota del Bizkaia en esta temporada.

Durante el primer cuarto y parte del segundo dio la impresión de que el Bizkaia le había cogido la medida al conjunto de Ivanovic al detalle. No ayudaba que el Baskonia, dolido en su orgullo, actuara a tirones sin llegar a cambiar el chip y recordar que el de ayer era otro partido, distinto al que le apeó de la Euroliga.

En un par de jugadas -incluido un triple estratosférico-, Oleson acercó al equipo vitoriano al empate en el marcador (16-15) y Vasileiadis se encargó de borrarlo en un abrir y cerrar de ojos.

Antes del descanso ambos conjuntos apretaron varios agujeros en cinturón de su defensa, lo que se tradujo en cuatro minutos de inmovilidad en el marcador (23-22). Bien avanzado el segundo cuarto, Mumbrú desentumeció el partido y Teletovic entró en él por la puerta grande con tres jugadas que templaron los ánimos de sus compañeros y pusieron al Baskonia cinco puntos por delante en el marcador (30-35). El problema del pasado jueves seguía, no obstante, ahí: el juego interior de los alaveses seguía dejando mucho que desear.

Tras el descanso, San Emeterio empezó a reaccionar y Nemanja Bjelica bordó su actuación desde la línea exterior. Esto unido a que el Bizkaia empezó a perder demasiados balones y flojeó en defensa dio la vuelta al partido y dejó nueve puntos de ventaja para el Baskonia. El equipo de Ivanovic, muy poco a poco, se fue haciendo con las riendas del choque gracias a una mayor paciencia en los ataques, seleccionados con extremo cuidado por Teletovic y Ribas.

El técnico montenegrino cortó a tiempo una reacción bilbaína liderada por un sensacional Jackson y un Vasileiadis plenamente entregado pidiendo un tiempo muerto para reordenar las ideas y recolocar a San Emeterio, que pudo reivindicar ayer su posición en el equipo, y Bjelica.

En menos de un minuto, los jugadores de Fotis Katsikaris volvieron a ajustar sus acciones y la igualdad volvió a reinar en Miribilla. El Caja Laboral nunca se rindió y sacó el carácter en los momentos clave, pero el Bizkaia iba con el cuchillo entre los dientes y luchó hasta quedarse sin resuello para afianzar su meteórica carrera en esta temporada. Hasta que llegó San Emeterio.