Roma despeja el camino a Madrid 2020
Monti anuncia que no apoya la candidatura italiana debido a la crisis
La economía de Italia no está para juegos, y mucho menos Olímpicos. El primer ministro Mario Monti ha cortado de un tajo las escasas posibilidades que tenía Roma de competir con otras cinco ciudades -entre ellas Madrid- por la organización de los Juegos Olímpicos de 2020. Ante la decepción del alcalde Gianni Alemanno, el jefe del Gobierno ha sido categórico: "El Comité Olímpico Internacional (COI) pide una carta a cada jefe de Gobierno en la que debe asumir un compromiso de garantía financiera, comprometerse a cubrir cualquier eventual déficit. Hemos reflexionado y hemos llegado por unanimidad a la conclusión de que no sería posible asumir ese compromiso". Por si a alguien le quedara aún alguna duda, Monti ha añadido una frase que es en sí un doble cerrojo a cualquier esperanza: "Italia está atravesando una grave crisis y no puede permitirse distracciones o riesgos económicos".
La noticia no es mala para el resto de ciudades que aún mantienen el pulso: Doha (Catar), Tokio, Bakú (Azerbaiyán), Estambul y Madrid, que espera que a la tercera sea la vencida. Si bien, a Monti le han preguntado por qué cree que el gobierno de España -que no está precisamente en una situación más boyante que Italia- sí apoya la candidatura de Madrid. El profesor no se ha pillado los dedos. Ha venido a decir que siente una "gran consideración" por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, al que recibirá en Roma el próximo día 23, pero que él ya tiene bastante con el problema italiano. Lo cierto es que la decisión del Gobierno de Monti no ha sorprendido a nadie. Primero, porque desde el principio la candidatura de Roma fue acogida con frialdad y, segundo, porque la economía no parece ser el único problema de la ciudad eterna para afrontar un reto así. La última nevada -y la sonora bronca protagonizada por el alcalde Alemanno y la Protección Civil- ha dejado al descubierto los graves problemas de infraestructura que padece la capital de Italia.
No obstante, Monti ha alabado el trabajo realizado por la candidatura olímpica, el preceptivo informe que -junto al respaldo del Gobierno- cada ciudad tiene que presentar ante el COI. Una memoria de intenciones sobre las sedes, el medio ambiente, el alojamiento, los transportes públicos, los servicios médicos y el control antidopaje. La fecha límite es el 15 de febrero y el hecho de que el no de Monti se haya producido solo unas horas antes de que el COI cierre la ventanilla ha enfadado mucho a Gianni Petrucci, el presidente del Comité Olímpico Nacional italiano (CONI). "Me habría gustado mayor respeto", se ha quejado, "porque decirnos que no en el último día no ha sido bonito. Si bien es momento de recortes, los sueños también deben ser alimentados. Es necesario recortar pero también invertir y Roma 2020 era precisamente eso". Por su parte, el alcalde de Roma, Gianni Alemanno, ha ido más allá. Ha dicho que "toma nota" de la decisión de Monti, al que ha acusado de "no apostar por el futuro de Italia".
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