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Reportaje:OPERACIÓN GALGO | La lacra del dopaje

"Queda media botella de ron"

Según la Guardia Civil y la fiscal de la Operación Galgo, Marta Domínguez fue acusada por Alberto García de ofrecerle el anabolizante trembolona - La atleta lo negó en su declaración ante la juez

Todo gira alrededor del oro. Ese preciado metal, del que hablan los atletas Marta Domínguez y Alberto García el 11 de noviembre a las 13.27, según los pinchazos telefónicos de la Guardia Civil, despertó la curiosidad de la juez Mercedes Pérez Barrios y animó la Operación Galgo contra el dopaje. "Es un producto natural que utilizan para la recuperación muscular, depresión y antioxidante, que ella lo compró y Alberto también en Estados Unidos en el año 2006 cuando estuvieron de vacaciones", le explicó la palentina a la juez el 22 de diciembre pasado, según la transcripción, en estilo indirecto, de su declaración, a la que ha accedido EL PAÍS. "¿No es más cierto que el oro es una sustancia conocida como trembolona

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[un anabolizante prohibido]?", le preguntó la juez. "No", respondió Domínguez. "Entonces", insistió después la fiscal; "¿qué explicación da a que su amigo Alberto García diga que lo que le facilitó [Marta a él], oro, es trembolona?".

No fue la única vez que Domínguez escuchó hablar durante su declaración del presunto tráfico de productos prohibidos, o de García, que, como ella, llegó al tribunal imputado por un delito contra la salud pública que se castiga con hasta dos años de cárcel. La juez le preguntó también por un mensaje de texto que, según los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO), habría mandado la palentina al madrileño a las 20.45 "diciéndole que le queda media botella de ron que le regaló César este año (presuntamente y según la deducción de la Guardia Civil, César Pérez, entrenador de Marta Domínguez y también imputado, que justifica la conversación con un viaje a Venezuela del que volvió con botellas de ron como regalo)". Explica la fondista, en estilo indirecto y según el resumen de su declaración ante la juez: "Se refiere a que le llevaría media botella de ron que le había dado César". Y prosigue: "Que no recuerda que quedase con José Alonso o (sic) Valero (su agente, también imputado) el 17 de noviembre y que no le iba a dar media botella de ron. Que no es cierto que le entregase a Alonso Valero un sobre con un frasco que contuviese trembolona. Que le entrega unos papeles con el bote de oro".

En su declaración previa ante los agentes de la UCO, sin embargo, Domínguez dijo que en ese sobre "contenía papeles solamente". La juez le hizo notar la contradicción. La atleta, según la transcripción, respondió, que "porque le preguntaron si contenía sustancias dopantes, y como no lo contenía dijo que papeles". No fue, sin embargo, un sobre cualquiera: provocó la intervención de la Guardia Civil, que paró el coche en el que viajaban la atleta y su agente. Ese no es, tampoco, un dato cualquiera: cuando los agentes de la UCO proceden a las detenciones de los 14 presuntos implicados en la Operación Galgo, el 9 de diciembre, están actuando sobre sospechosos que ya están avisados. Antes de ese día, los agentes ya han cruzado oficialmente sus pasos con Valero y Pérez.

Así pasa todo. El técnico, según la investigación de la Guardia Civil, conversa por teléfono con su atleta a las 18.46 del 12 de julio de 2010. Según recogen los agentes en su informe, "hablan de que César mañana va para Palencia, que ha quedado para comer con la hermana de Marta. Ambos interlocutores quedan en hacer series al día siguiente a las 19.30 y el viernes". Y luego, añaden los investigadores de la UCO: "En el minuto 1:22 Cesar pregunta a Marta si necesita que le baje el Animal Pack, a lo cual Marta contesta que sí. César también pregunta a Marta si necesita alguna otra cosa y esta le responde diciendo: 'Tú los pendientes de platino me trajiste. ¿No?'. César dice que no, que de oro. Marta dice que necesita uno o dos, que si tiene el juego, pues el juego, porque los ha estado buscando y creía que los había perdido. César dice que no, porque solo le dio los otros".

De nuevo la palabra "oro". También el "platino" y "los pendientes". La Guardia Civil los interpreta como eufemismos referentes a productos dopantes: oro para trembolona; platino para AMTH-2, similar a la testosterona, siempre según la opinión de los investigadores. Fuentes cercanas a la atleta, por su parte, señalan que ella mantuvo que cuando hablaba de pendientes se refería a eso, "y a nada más", y que podía probar su pérdida, así como su interés en saber si habían sido encontrados por su entrenador, con la correspondiente denuncia de su desaparición. ¿Qué piensan en la UCO de eso? Como respuesta, su intervención.

Al día siguiente de grabar la conversación de los pendientes, el 13 de julio de 2010, a las 19.05, la Guardia Civil intercepta el vehículo en el que viaja Pérez con dirección a Palencia. "Entre los efectos que portaba el citado individuo", recoge el atestado de los agentes, "se encuentra un bolso de mano en cuyo interior se observan diferentes botes con lo que parece ser medicamentos: Sportenine, Acerola 1000, AMTH-2 (cajita de color oscuro con dos ampollas con inscripción impresa de Andromethostyl-dipropionat 50 mg/ml), Calcium Sandoz Forte (2 paquetes), Acetilsteina Cinfa 600mg (bote conteniendo diversas pastillas y cápsulas) y Multicentrum (bote que contiene cápsulas de color blanco y pastillas de color rojo). Todas esas sustancias le son intervenidas y se le denuncia por infracción del artículo 25.1 de la Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana. "Todas las sustancias intervenidas fueron remitidas al laboratorio", añade el documento, que luego se adentra en el terreno de la opinión. "Lo más parecido que se encontró a los pendientes que le encargó Marta fueron las dos ampollas de AMTH-2, en una cajita de color oscuro". El técnico argumentaría que la sustancia era para uso personal, prescrita por un médico y para tratar las secuelas de una operación.

De que todo eso ocurría nada sabía Mariano Díez, el hombre que entrenó a Marta Domínguez durante 24 años, hasta que esta se decidió a trabajar en solitario con Pérez. De lo que sí sabía mucho Díez, según los documentos a los que ha tenido acceso este diario, es de los motivos por los que se había iniciado la investigación. La Guardia Civil se presentó ante él con un mandamiento judicial para que "aporte todos los datos que haya obtenido a lo largo de su relación (...) sobre sus entrenamientos, competiciones, resultados de analíticas, recuperaciones, etc". Después, declaró. Sus palabras, sus opiniones, que no datos o pruebas, como subrayan distintas fuentes jurídicas consultadas, alientan la acción de los agentes.

Así se resumen sus frases, siempre en el peculiar estilo indirecto de los informes de la Guardia Civil. "¿Tiene constancia del consumo de sustancias dopantes por parte de la mencionada atleta?", le vinieron a preguntar. "Este declaró no tener constancia, pero que tenía sospechas de que las consumía, que hacía viajes frecuentes a Madrid con la excusa de darse masajes, y que cuando regresaba a Palencia venía cambiada, que la notaba en mejor forma, que corría más deprisa y recuperaba mejor. Que alguna vez que el manifestante (Díez) se interesó por el motivo de esa mejor forma física y mejores tiempos de recuperación, diciéndole Marta Domínguez que mejor no preguntara, que cuanto menos supiera mejor". Habló también Díez de una infección de riñón de su ex pupila ("Marta le dijo que había cogido frío tras haberse metido en una cuba de hielo, pero en otras ocasiones había utilizado ese método y nunca había tenido problemas") y de por qué, según él, Domínguez se ausentó de algún campeonato de España previo a una competición internacional. "Si voy, me pillan", cuenta el técnico, siempre según su versión, no contrastada en un careo con Domínguez, que le dijo la atleta. "Al ser preguntado", continúa el documento de los investigadores; "si en la época en la que salió a la luz la operación Puerto, Marta ya era tratada por dicho doctor (Eufemiano Fuentes), manifiesta que cree que sí. También manifiesta que en los viajes a Madrid, cuando regresaba con mejor forma física, cree que era tratada por el doctor Eufemiano".

Marta Domínguez camino de los juzgados con su marido (detrás) y su abogado (izquierda), José Rodríguez.
Marta Domínguez camino de los juzgados con su marido (detrás) y su abogado (izquierda), José Rodríguez.ÁLVARO GARCÍA

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