El Madrid controla hasta las expulsiones
El conjunto de Mourinho se asegura la primera plaza del grupo con una cómoda goleada al Ajax - Xabi Alonso y Ramos provocan al final dos tarjetas rojas para 'limpiarse' de cara a los octavos
Los equipos suelen tardar más tiempo en tener un estilo. Este Madrid ya tiene rasgos que lo definen. Opera de un modo particular, apretando arriba o abajo, desde que suena el pitido del arranque, al toque de Alonso y al paso frenético de Cristiano, que sale disparado como un jugador de fútbol americano y encara como avisando a la hinchada y los defensas de que cada minuto contendrá una disputa. Esto es lo que pasó ayer. Desde la primera jugada hasta la última. El Madrid empujó y el Ajax aguantó mientras las piernas no le fallaron de tanto ir y volver sin encontrar el camino. No le quedó ni el resuello para reponerse. Al Madrid le dio tiempo a meter cuatro goles, asegurarse el liderato del grupo y gestionar de paso dos expulsiones estratégicas: Xabi Alonso y Sergio Ramos se hicieron echar para limpiar algo su expediente pensando en la siguiente ronda. Fueron dos acciones muy evidentes, ambas provocadas por los futbolistas por perder tiempo. Primero fue Alonso, que, ya con una amonestación, se demoró intencionadamente en el saque de una falta. Vio así la segunda tarjeta amarilla y la consiguiente roja. Era el minuto 87 y apenas protestó. Cuatro después, en el 91, Ramos repitió la acción, esta vez en un saque de puerta. El defensa perdió tiempo subiéndose las medias y retrasándolo mientras el estadio protestaba hasta que el árbitro también le mostró la segunda cartulina amarilla y luego la roja. Camino del vestuario, Ramos dio la mano al colegiado.
AJAX 0 - REAL MADRID 4
Ajax de Amsterdam: Stekelenburg; Van der Wiel, Alderweireld, Verthongen, Anita; Enoh, Sulejmani (Eriksen, min. 88), De Jong (Lindgren, min. 77), Emmanuelson; El Hamdaoui (De Zeeuw, min. 45) y Luis Suárez.
Real Madrid: Iker Casillas; Arbeloa, Sergio Ramos, Albiol, Marcelo; Lass Diarra (Mateos, min. 81), Xabi Alonso, Pedro León (Di María, min. 65), Ozil; Cristiano Ronaldo y Benzema (Canales, min. 83).
Goles: 0-1. Min. 35. Benzema, a pase de Ozil, coloca con maestría el balón en el portal de Stekelenburg. 0-2. Min. 44. Arbeloa, desde fuera del área. 0-3. Min. 70. Cristiano Ronaldo cruza el balón con la izquierda dentro del área. 0-4. Min. 80. Cristiano Ronaldo, de penalti.
Arbitro: Craig Thomson (Escocia). Mostró cartulina amarilla a Enoh (34''), De Zeeuw (60''), del Ajax y a Cristiano Ronaldo (60''), Albiol (84''), del Real Madrid. Expulsó a Xabi Alonso en el minuto 87 por doble amonestación. Y también a Sergio Ramos (91''), por doble amarilla.
Incidencias: Ámsterdam Arena. 5 grados. 76 por ciento de humedad. Lleno. 51.000 espectadores, 1.200 de ellos, del Real Madrid.
Ambas acciones sucedieron poco después de una curiosa transmisión de información entre Mourinho y los jugadores . Cuando faltaba poco más de un cuarto de hora para el final, el técnico habló en el banquillo con el delegado, Chendo, y el portero suplente, Dudek. Este se marchó luego hasta la portería de Casillas para pasar la información al meta, quien a continuación dijo algo a Ramos. El defensa y Alonso fueron expulsados. La UEFA deberá decidir ahora si toma o no cartas en el asunto.
El Ajax no tuvo tiempo de concretar sus ideas. Es un equipo joven en el que predomina la clase de 1989. Salvo Stekelenburg y Emanuelson, los que saltaron al campo solo habían disputado esta Champions. Tenían energía y buena disposición, achicaban, se permutaban correctamente y sus intentos cada vez que tenían la pelota resultaban siempre razonables y hasta valientes. Pero el Madrid funcionó demasiado bien en la defensa. La línea de cuatro solo había coincidido en la Copa esta temporada, pero sus componentes son gente experta, se saben bien los mecanismos y no concedieron ni un metro. Por dentro, De Jong se encontró con Lass y Alonso. Por fuera, Marcelo frustró las aventuras de Suárez, el héroe local, que acabó la primera parte quejándose de sus compañeros, sin completar un control decente, sin dar un pase, sin fabricarse un regate. El Ajax no tardó en jugar hacia atrás con sus centrales, que adelantaron la línea y se expusieron al desastre. Cada balón que recibió Alonso tuvo un destino prioritario: Cristiano. Pase largo y carrera. Una y otra vez. Tortura para la defensa local. Alderweireld debió meter la tibia en última instancia para evitar el remate del portugués. Fue el primer tiro a puerta. El comienzo de la andanada.
Con espacios para correr, Cristiano se transforma. A este hombre quemar calorías le proporciona un placer ciego y en campo contrario, bajo una buena pitada, la satisfacción se multiplica. De modo que, dadas las condiciones, se entregó a la fiesta contra medio Ajax. Buscando de vez en cuando la complicidad de Özil y Benzema, muy activos por todo el frente de ataque, acompañando al luso. El trabajo de la defensa del Ajax se hizo cada vez más insoportable.
Una falta contra Pedro León en el medio de la cancha originó la jugada que abrió el marcador. Fue un gol fabuloso. Alonso metió un pase de 30 metros, templado, tanto que la pelota fue por el aire como si la hubieran arrojado con la mano, lentamente. Le dio tiempo a Özil, bien cogido por Anita en el área, a girar el cuello, mirar y poner el tacón. Como venía. El taconazo de Özil prolongó la obra maestra y dejó el balón muerto para que Benzema, que llegó desde atrás, lo enviara a la escuadra.
Otra falta, esta vez más cerca del área, acabó por hundir al Ajax. Le pegó Cristiano contra la barrera y el rechace lo cogió Arbeloa, que pescó de rebote y golpeó plano enviando el balón como un tiro otra vez por la escuadra. Así terminó el primer tiempo.
El partido continuó amoldándose a la propuesta del Madrid, que se soltó con algunos lujos. Marcelo se permitió licencias en el ataque y Mourinho cambió a Pedro León en una decisión con lectura de castigo. Entró Di María, que inmediatamente demostró por qué Pedro León tiene menos minutos. Las conexiones del argentino con Cristiano redoblaron la profundidad y el vértigo de las incursiones. Fueron minutos incontenibles y culminaron con el tercer gol. Di María coronó la maniobra con uno de esos pases que ya tienen su patente: exterior del pie izquierdo, efecto hacia dentro y encuentro con el rematador, es decir, con el incansable Cristiano, que metió ese y otro más, de penalti, para despedirse de Holanda con el doblete. El Madrid se marchó con la primera posición de grupo en el bolsillo, pero también con dos expulsiones muy polémicas.
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