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Igor Antón se luce en casa

El ciclista vasco gana en Bilbao después de meterse en una fuga.- Froome ataca en el Alto del Vivero, pero Cobo aguanta y mantiene la ventaja de 13s

A Juan José Cobo le temblaba hasta el casco estos días con solo escuchar hablar de la etapa de hoy, con llegada en Bilbao, 33 años después. El Alto del Vivero, que se subía dos veces, la segunda de ellas a solo 14 kilómetros de la meta, le traía por la calle de la amargura. Sabía que esas rampas le ofrecían a Froome, su máximo rival por el liderato, una de las últimas oportunidades para intentar hacerle daño. El ciclista del Sky lo intentó en los últimos kilómetros con dos buenos ataques, pero Cobo respondió con menos problemas que en Peña Cabarga y salvó un nuevo día, manteniendo la ventaja de 13 segundos que tenía. Solo le quedan dos jornadas en su cuenta a atrás a la Vuelta. También fue un gran día para Igor Antón y para su equipo, el Euskaltel. El corredor vasco se metió en una escapada, atacó en el puerto y se hizo con la victoria de la etapa en su tierra, a solo unos kilómetros de su pueblo, Galdácano, y rodeado de un montón de aficionados que le apoyaban. Un triunfo balsámico después de una Vuelta en la que partía como uno de los favoritos para llevarse la ronda y en la que ha sufrido mucho, a casi una hora del líder. Su equipo ha conseguido, además, su primera victoria de etapa, algo que han buscado en todas las jornadas con montaña.

Aunque no cambió nada, el Sky dejó claro desde el principio que la jornada tranquila de ayer había sido solo un espejismo. Tomó las riendas del grupo desde el principio y metió el turbo. No estaban dispuestos a que nadie arrebatara a Froome los segundos de bonificación del primer sprint intermedio, situado en Laredo, solo 20 kilómetros después de la salida. Pero en esa guerra también tenían algo que decir los que luchan por la clasificación por puntos y así lo demostraron: Purito pasó primero por la meta volante y aumentó su ventaja respecto a Bauke Mollema, su principal rival en la batalla. Después, el ritmo se relajó en el pelotón y tomó protagonismo el Euskaltel, que corría en casa y no podía dejar pasar la oportunidad de conseguir su primera victoria en la Vuelta. Por eso, enseguida se formó una escapada en la que se metieron el protagonista del día, Igor Anton, junto a su compañero Gorka Verdugo, Marzio Bruseghin (Movistar) y Alexandr Dyachenko (Astana).

Perdida la esperanza de aprovechar las bonificaciones, Froome estaba abocado a intentarlo en el Alto del Vivero, un puerto de tercera que se podía convertir en el juez de la Vuelta. El Sky cedió el mando del gran grupo al Geox, que, como ayer, dejó que la escapada cogiera buena ventaja -tuvieron seis minutos de renta- para que Froome no pudiera arrebañar segundos en el siguiente sprint. Los dos favoritos, por tanto, se las tendrían que ver en la última ascensión, un puerto de poco más de cuatro kilómetros y rampas de hasta el 13% con 39 grados de temperatura en el ambiente. En el primer paso por allí, el Sky tomó por fin la iniciativa y redujo la diferencia de los cuatro de cabeza, por más que la subida estuviera repleta de aficionados, la mayoría apoyando a los ciclistas del Euskaltel, especialmente a Antón, que corría al lado de su casa.

Por eso, el vasco no se iba a dar fácilmente por vencido y en el segundo paso por el Alto del Vivero soltó a Bruseghin, el único compañero de fuga que le quedaba a esas alturas. Antón se fue entonces solo hacia la meta, pedaleando reforzado por el público, que le animaba, le daba fuerzas corriendo a su lado. El grupo de favoritos comenzó a hablar también en ese momento. Wiggins, convertido ahora en fiel ayudante de Froome, se encargó de marcar el ritmo en la subida. A un kilómetro para coronar, Froome se reveló. Fue un ataque fuerte, similar al que ya hizo en Peña Cabarga, pero mucho más corto. Cobo, muy atento, salió tras él y se puso a su rueda. El del Sky sabía que se la estaba jugando y poco después dio un nuevo latigazo, pero el cántabro aguantó sin pasar tan mal rato como en Peña Cabarga. Solo quedaba el descenso y Antón supo dosificar su ventaja para levantar los brazos rodeado de su gente. Mientras, en el grupo de favoritos, Froome no pudo robar ni un segundo de bonificación en la meta. Le quedan dos días para intentarlo.

Igor Antón celebra en Bilbao su triunfo.
Igor Antón celebra en Bilbao su triunfo.JAIME REINA (AFP)

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