Gallardón dibuja unos Juegos de bajo coste y con "apoyo de la iniciativa privada"
"Quedamos tercero, después segundos y tenemos fundadas razones para pensar que ahora seremos primeros", declara Gallardón.- Lissavetzky insiste en que no presentarse "sería desperdiciar una oportunidad" y promete "austeridad, eficacia y transparencia"
En una concurrida rueda de prensa este mediodía, reventada en gran medida por la filtración de la gran noticia ayer por la tarde, el alcalde de Madrid, Alberto-Ruiz Gallardón, ha confirmado que presenta la candidatura de la capital a los Juegos Olímpicos de 2020. Consciente de las reticencias de una sociedad acosada por el paro, la crisis y la deuda, Gallardón ha subrayado que el trabajo realizado en los dos anteriores intentos permite que "el coste no sea elevado". Sin aportar una estimación del gasto, el regidor ha hecho hincapié en que se buscará el "apoyo de la iniciativa privada" y se ha comprometido a no gastar "ni un euro en infraestructuras" hasta que se sepa si Madrid organiza la cita o no. La ventaja, subrayada una y otra vez, es que "el 80%" de lo necesario está hecho.
Junto a Gallardón han comparecido los portavoces de los dos principales partidos en el Ayuntamiento, Manuel Cobo (PP) y Jaime Lissavetzky (PSOE). "No ha sido una decisión fácil", ha admitido Lissavetzky, para añadir que "si no existiera esta crisis, la firma habría sido automática" y no tras una ronda de conversaciones. "Hicimos una reflexión larga sobre los aspectos deportivos y la cantidad de infraestructuras realizadas y vimos que había un camino avanzado", ha explicado. A su juicio, "la candidatura tiene la perseverancia que se valora tanto en el mundo olímpico" -según una norma no escrita, presentarse tres ocasiones consecutivas aumenta sus opciones de éxito considerablemente.-, por lo que "esta es una gran oportunidad". "Apostamos por la austeridad. Se conseguirá recabar la mayor financiación privada posible", ha dicho en la misma línea del alcalde en un intento por frenar las posibles críticas que pueda recibir la aventura y alejar los miedos de que se traduzca en más gasto y más deuda. Lissavetzky ha prometido además que habrá "una transparencia absoluta" en las cuentas.
"Hemos aceptado el desafío"
El exsecretario para el Deporte ha resumido el anuncio en un "hemos aceptado el desafío". "Mi decisión ha sido compartida con mi partido y con las instituciones", ha añadido, para aclarar que no tiene nada que ver con su antiguo cargo. "Estoy pensando en Madrid", ha remachado. Lissavetzky ha insistido una y otra vez en que no presentarse "sería desperdiciar una oportunidad" y ha vuelto a prometer "austeridad y eficacia". "Yo no podría dormir con la conciencia tranquila si dijera no" a algo que es "muy bueno para Madrid", se ha justificado. Por su parte, Manuel Cobo ha declarado que "Madrid inicia una aventura ilusionante". "Somos más del 80% del pleno de la ciudad de Madrid, pero querríamos llegar al mayor consenso posible", ha añadido en alusión a IU y a UPyD, que han manifestado sus reticencias.
Tras los dos portavoces, ha vuelto a tomar la palabra Gallardón para, de nuevo, tratar de convencer a los madrileños y a los españoles. "Lo fácil hubiese sido decir no, eludir esta responsabilidad, este desafío. Madrid se presenta porque piensa que tiene muchas probabilidades de conseguirlo", ha zanjado. "Quedamos los terceros y después los segundos, y tenemos fundadas razones para pensar que ahora seremos los primeros", ha reiterado con total convencimiento Gallardón, que ha estado rumiando la decisión durante meses, en los que "mucha gente del deporte" les ha animado a presentarse.
"Estamos en una crisis económica, es indudable", ha admitido el regidor, pero ha recordado que faltan nueve años. "Nuestra obligación es mirar al futuro y no quedarnos en el cortoplacismo. Para entonces habremos superado la crisis y estaremos en las mejores condiciones de organizar los mejores Juegos de la historia", ha vaticinado Gallardón. En todo caso, no habrá costes hasta que se conozca si Madrid albergará la cita, ya que el alcalde se ha comprometido a no gastar ni un euro más en infraestructuras hasta que la capital tenga el sí. Puede hacerlo, ha recordado, porque tiene ya el 80% construido. "Hay que mirar siempre al futuro con realismo. No estamos construyendo una utopía", ha añadido Gallardón, que no ha dado ni una cifra, todo lo más, que gracias a la "experiencia previa" y al "esfuerzo de austeridad", la candidatura puede costar "la mitad que las dos veces anteriores".
A la pregunta de si entenderán los ciudadanos que Madrid se embarque en esta aventura -el respaldo popular fue aplastante en las anteriores ocasiones, del 91% en 2012-, el alcalde de Madrid se ha mostrado convencido de que sí: "Creo que la opinión pública va a entender esta decisión". Sin embargo, no ha contestado a si va a ser presidente de la candidatura, como lo fue en las dos anteriores. Ha respondido que la llevarán "profesionales". Esta es una de las incógnitas que genera la apuesta: los rumores de una hipotética salida del alcalde al Gobierno nacional si el PP gana las elecciones, que supondrían el automático ascenso de Ana Botella a número uno del Ayuntamiento. La concejal de Medio Ambiente sería así la responsable de defender la candidatura.
La Comunidad, "encanta de la vida"
La cuestión no es solo qué piensen los ciudadanos: la candidatura no tiene el respaldo político unánime. "Contamos con el apoyo de la Comunidad de Madrid", ha sostenido Gallardón. El Gobierno de Esperanza Aguirre, ha manifestado sus objeciones al intento, aunque estas declaraciones se produjeron hace días, cuando era una hipótesis y no hoy, cuando ya es una realidad. El discurso ahora se ha matizado, aunque se sigue insistiendo en la exigencia de austeridad. El vicepresidente, Ignacio González, que hace seis días advirtió del "enorme esfuerzo" que supondría "en momentos muy difíciles para el país", ha dicho esta mañana que la Comunidad está "encantada de la vida" y que colaborará "dentro de sus posibilidades" en un momento en el que el país atraviesa una crisis "que hay que tomar en consideración". González ha añadido un pero, al recordar que para que "tenga viabilidad y la fuerza necesaria, sería conveniente que hubiera unanimidad" entre todos los grupos municipales, como según ha destacado ocurrió en candidaturas anteriores pero no ahora.
Por primera vez en la carrera olímpica de Madrid, no hay consenso con el resto de grupos políticos. IU y UPyD consideran que los problemas financieros de Madrid, con una deuda de 7.200 millones son causa suficiente para el no. Los encuentros que han mantenido con el alcalde no han sido suficientes para darle su apoyo ahora, aunque podrían sumarse después. La cuestión pasará por el pleno del día 20, pero hoy por hoy ambos grupos se ratifican en su negativa. El portavoz de UPyD, David Ortega, lo ha resumido así: "No es el momento, no estamos para Juegos". Ortega ha añadido que "la Olimpiada de Los Ángeles fue la última que resultó rentable y a partir de ahí todas fueron deficitarias".
Es más, el El portavoz adjunto de UPyD en la Asamblea de Madrid, Ramón Marcos, ha anunciado que va a presentar una proposición no de ley para que la Asamblea regional se pronuncie sobre la "poca idoneidad" de la medida, ya que "España no está para fiestas ni juegos". El portavoz de IU, Ángel Pérez, no ha sido tan tajante en su rechazo. Ha señalado que su grupo "va a estudiar su apoyo" de cara a la votación de la candidatura en el pleno pero ha dejado claro que, si se aprueba -el PP tiene mayoría y cuenta con el PSOE-, "IU no va a ponerle palos en las ruedas". Frente a estos reparos municipales, el Gobierno socialista, en boca de José Blanco, ha dado esta mañana un apoyo tibio subrayando la necesidad de que no suponga costes añadidos. Sin embargo, el PP nacional, con su líder a la cabeza, se ha lanzado en tromba a aplaudir a Gallardón y a respaldar la aventura poniendo mucho énfasis en el hecho de que gran parte del trabajo está ya hecho.
El 7 de septiembre de 2013 en Buenos Aires
Será la tercera ocasión consecutiva en que la capital emprenda la carrera olímpica -la cuarta en total- después de las decepciones de 2012 y, sobre todo, de 2016. Hace un año, en Copenhague, Madrid se quedó a las puertas, y Río de Janeiro se llevó la organización de los Juegos de dentro de cinco años. En esta tercera ocasión, la candidatura podrá aprovechar la experiencia y eliminar gastos superfluos. Los expertos coinciden en que lo que se gasta en unos juegos siempre se ve compensado con el beneficio que generan. Incluso una candidatura fallida revierte en publicidad y proyección turística. Solo faltan dos años para saber si Madrid será ciudad olímpica o no, un periodo más corto que en otras ocasiones. Será el 7 de septiembre de 2013 en Buenos Aires, donde competirá con Roma y Estambul, a los que es posible que se sumen Tokio y Durban.
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