Fácil de decir, difícil de hacer
Lo primero es felicitar una vez más a Rafa y en esta ocasión más fuertemente si cabe porque ni más ni menos que ha ganado su sexto Roland Garros. El partido no empezó como es costumbre en Nadal. Comenzó un tanto indeciso. Posiblemente, por las dudas que durante el torneo ha tenido en su juego, no tan sólido como otras veces.
Roger, jugando como solo él sabe, ha hecho el primer break del partido, pero había indicios de que la cosa no estaba tan clara como parecía para él. Una vez hecho el break, Federer no dio importancia a los siguientes juegos al resto y eso con Rafa casi siempre se paga. En el primer punto del noveno juego, el suizo subió a la red con el segundo servicio y, aunque por casualidad ganó el punto, esa subida a destiempo era sinónimo de que los fantasmas estaban presentes. En ese noveno juego, 5 puntos iniciados con el segundo servicio cambiaron el partido y Rafa terminó dando la vuelta a la primera manga.
En el segundo set, cuando todo parecía muy encarrilado, el parón por la lluvia llevó el parcial al tie-break, pero, cuando hubo que ganar, Federer falló de primeras tres restos con el segundo saque de Rafa y además dos derechas de ataque relativamente cómodas y, de nuevo, el set cayó para Nadal.
En el tercer set, pese a algunos puntos brillantes, a Roger no le quedaban prácticamente opciones, que este año sí que posiblemente podría haber tenido si hubiera ganado el primero. El sexto juego pudo ser definitivo, pero en el siguiente Rafa jugó con segundos excesivamente puestos y dio una nueva oportunidad a Federer, que volvió a coger aire. Tal vez Rafa tuvo cierta ansiedad a la hora de cerrar un partido tan importante.
El quinto punto del primer juego del cuarto set, ganado por Nadal, ha sido clave para no arrancar abajo. Ganó Rafa el juego después de un 0-40 y a partir de ahí no ha bajado la guardia hasta el final del duelo.
Roger tenía que haber hecho un partido perfecto con su primer saque y su derecha para ganar a Rafa. En algunas fases así lo ha hecho, pero le ha faltado continuidad y confianza.
Todo esto, que parece fácil de describir, esta nueva victoria de Rafa, es tremendamente difícil de llevar a cabo. Parece que sea fácil derrotar a Federer, pero no hay que olvidarse de que Federer es seguramente el mejor tenista de la historia y... Rafa acaba de cumplir 25 años.
Feliz cumpleaños, Rafa. Y mi felicitación y admiración por tu sexto Roland Garros.
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