La fotografía de la Nueva Vanguardia sale de gira

Sentados en primera fila, cuatro grandes nombres de la fotografía catalana: Joan Colom, Leopoldo Pomés, Oriol Maspons y Toni Catany. Delante, el consejero de Cultura, Joan Manuel Tresserras, y el director de Foto Colectania, Pepe Font de Mora. En pleno debate sobre el futuro del patrimonio fotográfico catalán parecía que el anuncio tendría más amplio calado, pero todo se ajustó al guión previsto, que no era otro que la presentación de la exposición Nova Avantguarda. Fotografia catalana dels anys 50 i 60, que hoy se inaugura en el Museo Abelló de Mollet y que después viajará a varias ciudades catalanas y también recalará en el centro Blanquerna de Madrid.

Aunque falta que se acabe de definir la política de adquisiciones a partir del informe que está elaborando el Consejo de las Artes y que se logre una mayor coordinación entre los distintos archivos y colecciones, la Generalitat ha querido hacer el gesto de reconocimiento a la generación de la década de 1950 y 1960, la que, según Font de Mora, comisario de la exposición, "marcó una de las épocas más brillantes de la fotografía en España". Esto queda claro en las 105 fotografías en blanco y negro, todas ellas propiedad de la Fundación Foto Colectania, de los nueve autores seleccionados. Además de los cuatro citados al inicio, la exposición también recoge fotografías de otros cinco ya fallecidos: Francesc Català-Roca, el referente de toda esta generación; Ricard Terré, Xavier Miserachs, Ramon Massats y Josep Maria Casademont. Este último es, seguramente, el más desconocido, aunque su papel como crítico -acuñó el término nueva vanguardia-, editor de revistas y galerista de la sala Aixelà, cuyo archivo custodia el Macba, se reivindica en esta exposición que, en cierta manera, le rinde homenaje.

Lo explicaba Joan Colom emocionado. "Le debo a Casademont el haberme dedicado a la fotografía porque fue él quien me animó y apoyó al principio", comentaba este enorme fotógrafo de 89 años que pasa los días organizando su archivo con el objetivo de que sus hijas puedan gestionarlo sin problemas cuando él falte, al tiempo que también prepara una retrospectiva de su trabajo que no tiene ni fecha ni lugar. También Toni Catany, el benjamín del grupo, recordaba que una de sus primeras exposiciones la realizó en Aixalà. Tanto Maspons -que pese a las conversaciones con varias instituciones, de momento no tiene previsto vender su archivo-, como Pomés resaltaron la dificultad que existe incluso hoy en día de difundir la fotografía documental. "El problema es que las revistas de fotografía no son rentables", decía Maspons. "Me sorprende que incluso de esta exposición he visto fotos de mis compañeros que no conocía porque en su día no se habían publicado", añadió Pomés. "Y estos señores eran tan buenos como muchos artistas europeos de los que tanto se habla".

La exposición, que recoge algunas de las mejores instantáneas de la historia reciente, se enmarca en el programa Cultura en gira de la Generalitat y, tras Mollet, iniciará una itinerancia de casi dos años por Madrid, Cerdanyola del Vallès, Granollers, Cambrils, Reus, Figueres y Terrassa.